SABADO Ť 19 Ť MAYO Ť 2001

Ť El gobierno fomentará esa medida como parte del plan para abatir la crisis en la materia

Más inversión de EU al sector energético mexicano

Ť El petróleo nacional, 12% del que se importa al país del norte, revela el documento

Ť Fox tendrá que compensar con pagos las transacciones extranjeras, dice analista

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 18 de mayo. El plan energético presentado por el presidente George W. Bush esta semana propone mayor producción y cooperación con México en la materia, a fin de mejorar la "seguridad energética" de Estados Unidos, y afirma que el gobierno de este país ''animará" las inversiones del sector privado en el sector mexicano.

En el plan detallado, difundido el jueves, el gobierno estadunidense revela que 50 por ciento de las importaciones de petróleo a este país provienen del hemisferio occidental. El petróleo mexicano representa 12 por ciento del total importado, por lo que esa nación es el cuarto abastecedor más grande de petróleo a Estados Unidos.

''México es una de las fuentes principales y confiables del petróleo importado, y su base de reservas relativamente grande, aproximadamente 25% más grande que nuestras propias reservas comprobadas, lo hace una fuente probable de producción petrolera incrementada durante la próxima década", señala el documento de estrategia energética preparado por el Grupo de Desarrollo de Política Nacional Energética (NEPD, por sus siglas en ingles), encabezado por el vicepresidente Dick Cheney.

Inversiones con base en el mercado

Bush aprobó esta semana el plan energético como respuesta a la creciente crisis política por la elevación de los precios de la gasolina y por el anuncio de que los apagones eléctricos sufridos en California se podrían extender a otras zonas del país.

Pero más allá de los aspectos ya ampliamente reportados sobre la importancia del plan, el incremento de producción energética en Estados Unidos, la estrategia también se enfoca a garantizar suministros seguros de petróleo y gas en el ámbito internacional. "El NEPD recomienda que el presidente integre la seguridad energética como prioridad de nuestra política comercial y exterior", afirma el documento.

Esto es particularmente importante con los cuatro países -Canadá, Arabia Saudita, Venezuela y México- que el año pasado contribuyeron con 55% del petróleo importado a Estados Unidos.

En relación con México, el documento señala que en enero de 2001 México empezó a exportar unos 50 megavatios de electricidad de Baja California a California, pero que la infraestructura de trasmisión "en ambos lados de la frontera" es insuficiente para flujos mayores.

"Debido a que México busca atraer inversiones extranjeras adicionales congruentes con su Constitución, la cual retiene los derechos de exploración y producción para el gobierno mexicano, Estados Unidos debería fomentar que el sector privado estadunidense considere inversiones con base en el mercado", afirma el documento de estrategia energética.

George Baker, director en Houston de México Energy Intelligence, comentó a La Jornada que el documento ofrece pocos detalles reales acerca de lo que está proponiendo el gobierno estadunidense respecto de México, pero agregó que el sector empresarial dará la bienvenida a la propuesta de ampliar la cooperación y la apertura a la inversión en México. "Es sabiamente elaborado como documento político", opino Baker. "No esta tomando una posición que (Vicente) Fox no haya tomado".

Pero Baker, experto en el sector energético mexicano, señaló que en los términos que está redactado el informe, Estados Unidos tiene la intención de promover la inversión estadunidense en México y no sólo ofrecer servicios. Indicó que la frase "inversiones con base en el mercado" es código para lo que integrantes de la industria petrolera llaman ''rédito de inversión basado en índice''.

"Si el gobierno de México piensa incrementar su producción al traer a otros países como inversionistas, tendrá que hacerlo de tal manera que se les compensa con pagos indicados a los resultados de esa inversión", explicó Baker.

El especialista, con varios libros sobre la industria petrolera mexicana, señaló que hay que diferenciar contratos que ofrecen servicios y los que son de inversión. "Si me piden que nombre un precio para perforar 240 pozos petroleros, eso no es una inversión, no he invertido nada, sólo he ofrecido un servicio", ejemplificó.

"Con inversiones basadas sobre un índice, el inversionista o el que desarrolla un campo petrolero es pagado con un arreglo por contrato que está vinculado a un índice sobre los resultados económicos de ese campo. Si hay mayor rendimiento, hay pagos mayores al inversionista".

Este tipo de contrato son la norma en la industria petrolera y de gas, explicó Baker, y son utilizados en casi todos los países con recursos petroleros significativos.

Othón Canales Treviño, director cooperativo de competitividad e innovación de Pemex, declaró hoy aquí que tales contratos son posibles en el sector de la petroquímica en México, pero agregó que en el rubro del gas natural hay "enredos gigantescos" en las leyes.

"Hay preceptos clarísimos en la Constitución de que Pemex no puede realizar contratos de incentivo o de riesgo para nada", afirmó Canales Treviño en un discurso ante la Cámara de Comercio Estados Unidos-México.

Pero en comentarios poco después ante reporteros, Canales Treviño sugirió que cabe la posibilidad de desarrollar este tipo de contrato incentivo sin cambiar la Constitución. "Hay abogados muy ingeniosos", comentó, antes de agregar que espera que los procedimientos para la inversión en el gas natural podrían estar listos para fines de este año.

Pero como una señal de qué tan delicadas son las discusiones sobre estos temas, Canales Treviño insistió ante los reporteros: "en todo momento no estamos hablando de cambiar la Constitución. El petróleo y el gas serán propiedad de México. Fin del cuento".