SABADO Ť 19 Ť MAYO Ť 2001

Ť Lavan grandes bancos hasta un billón de dólares de dudosa procedencia al año

Dinero sucio, cimiento del imperio y el crecimiento de Estados Unidos

Ť Gran parte de las ganancias de Citibank proviene de recursos de actividades criminales

JAMES PETRAS

Existe consenso entre los investigadores del Congreso estadunidense, entre ex banqueros y expertos internacionales, de que bancos estadunidenses y europeos lavan entre 500 mil millones de dólares y un billón de dólares en dinero sucio anualmente, de los cuales, la mitad se blanquean en bancos de Estados Unidos.

El senador demócrata Carl Levin resumió estas cifras: "Se estima que entre 500 mil millones de dólares y un billón de dólares son transferidos internacionalmente y depositados en cuentas bancarias cada año, y se cree que la mitad de ese dinero proviene de Estados Unidos".

Durante la última década entre 2.5 y 5 billones de dólares de procedencia criminal han sido lavados en Estados Unidos y se mueven en los círculos financieros estadunidenses. Sin embargo, la aseveración del senador Levin sólo cubre lo que se considera dinero de procedencia criminal según las leyes estadunidenses. No incluye transferencias ilegales ni flujos de capital pertenecientes a líderes políticos corruptos, ni la evasión fiscal de negocios en el extranjero. Un importante estudioso estadunidense, experto en finanzas internacionales y asociado con el prestigioso Instituto Brookings calcula que "el flujo de dinero corrupto proveniente del Tercer Mundo y de las economías (ex comunistas) en transición, aportan a las arcas occidentales entre 20 mil y 40 mil millones de dólares anuales, y los flujos provenientes de estos mercados subestimados producen, anualmente, 80 mil millones de dólares o más.

Mi estimación más modesta está en el orden de 100 mil millones de dólares al año provenientes de ambos casos, lo que facilita la cifra de un billón de dólares en una década, que al menos en la mitad ha terminado en Estados Unidos. Si se incluyen otros elementos de movimientos ilegales de capital, se llegará a una cifra mucho más elevada" (Testimonio de Raymond Baker, p 85). El experto de Brookings no incluyó transacciones ilegales de propiedades y títulos de propiedad, ni fraude telegráfico, entre otras.

Cobertura el déficit de la balanza comercial estadunidense

En otras palabras, la cifra incompleta de dinero sucio (dinero corrupto y proveniente del crimen que ha sido lavado) y que ingresa a las arcas estadunidenses durante la década de los 90 asciende a entre 3 y 5 y medio billones de dólares. Esto no es un panorama completo, pero da base para calcular la importancia del "factor dinero sucio" al analizar la economía estadunidense. En primer lugar, está claro que la combinación de dinero sucio y lavado cubre parte del déficit de Estados Unidos en la balanza comercial por varios cientos de miles de millones de dólares cada año. Tal y como está, el déficit comercial de Estados Unidos es cercano a los 300 mil millones de dólares.

Sin el "dinero sucio" las cuentas de Estados Unidos en el extranjero serían insostenibles, los estándares de vida se desplomarían, el dólar se debilitaría y los capitales disponibles para el préstamo y la inversión se reducirían al grado de que Washington mccain-levin-buse-jpg no podría mantener su imperio global.

Es previsible que la importancia del dinero lavado sólo puede incrementarse. El ex banquero privado, Antonio Geraldi, al rendir testimonio ante el subcomité del Senado, afirmó que "analistas predicen que las cantidades de dinero lavado, en billones de dólares, están creciendo de manera desproporcionada y confundiéndose con los capitales legítimos". Los 500 mil millones de dólares sucios y provenientes del crimen y que circulan por los principales bancos estadunidenses exceden por mucho las ganancias netas de todas las compañías estadunidenses en boga. Estas ganancias anuales sobrepasan también el capital de todas las transacciones de los principales productores de petróleo, industria militar y fabricantes de aviones estadunidenses. Los mayores bancos de Estados Unidos, Bank of América, J. P. Morgan, Chase Manhattan, y en particular el Citibank, derivan un elevado porcentaje de sus ganancias de estas cuentas de dinero criminal y sucio. Los grandes bancos del país y varias instituciones clave conservan el poder global de Estados Unidos mediante el lavado y el manejo de fondos amasados ilegalmente en el extranjero.

Transferencias de fondos de origen ilícito

Washington y los medios de comunicación han retratado a Estados Unidos como la nación que está a la vanguardia de la lucha contra el narcotráfico, el lavado de dinero y la corrupción política: esta imagen equivale a la de unas blancas manos combatiendo al dineros sucio de el Tercer Mundo o de los países ex comunistas. La verdad es lo exactamente opuesto. Los bancos estadunidenses han desarrollado un elaborado sistema de políticas para transferir al país fondos ilícitos, invertirlos en negocios ilícitos o en bonos gubernamentales para así legitimarlos.

El Congreso ha recalcado en numerosas audiencias en las que se han denunciado detalladamente estas prácticas por parte de los bancos, se han aprobado varias leyes para combatirlas y ha habido llamados a reforzar la vigilancia a operaciones ilícitas por parte de cualquier cantidad de banqueros privados y funcionarios públicos. Sin embargo, los principales bancos continúan sus prácticas, las sumas de dinero sucio siguen creciendo exponencialmente debido a que ni el Estado ni los bancos tienen la voluntad o el interés de poner fin a dichos manejos ya que éstos producen importantes ganancias y son el sostén de un imperio que, de otra manera, sería muy frágil.

Lo primero que hay que anotar sobre el negocio del lavado de dinero, tanto criminal como corrupto, es que este es llevado a cabo por los más importantes bancos de Estados Unidos. En segundo lugar, las prácticas de funcionarios bancarios involucrados en el lavado de dinero tienen el respaldo y aliento de los más altos cargos de las instituciones bancarias, es decir, que no son casos aislados propiciados por unos cuantos irresponsables.

Esto queda claro en el caso sobre el lavado, por parte del Citibank, del dinero de Raúl Salinas (hermano del ex presidente mexicano), quien tenía en dicha institución una cuenta por más de 200 millones de dólares. Cuando Salinas fue arrestado y se descubrió el robo a gran escala que había hecho a los fondos federales, su  corredora privada, Amy Elliot, dijo a sus colegas que "esto llega muy, pero muy arriba de la corporación. Esto se sabía en los más altos mandos. Todos somos pequeños peones en todo este asunto".

El Citibank, el mayor lavador de dinero, el banco más grande de Estados Unidos y que opera en 100 países con 180 mil empleados; con 700 mil millones depositados en cuentas regulares y 100 mil millones en cuentas privadas (es decir, secretas) con oficinas de servicios privados en 30 naciones, tiene la mayor presencia global de un banco estadunidense. Es importante explicar qué implica el ser "banco privado".

Venta de privacidad

La Banca Privada es un sector bancario que da servicio a clientes especialmente prósperos (interesados en hacer depósitos de un millón de dólares o más). Estos bancos cobran a sus clientes una comisión por manejar sus caudales y por proveer los servicios especializados privados. Estos servicios privados van mucho más allá de los servicios bancarios rutinarios e incluyen asesoría en inversiones, planeación, asesoría fiscal, la apertura de cuentas en el extranjero y la concepción de complicados esquemas diseñados para asegurar la confidencialidad de las transacciones financieras. El atractivo de los Bancos Privados (BP) para el lavado de dinero es que venden privacidad a los clientes que traen el dinero sucio. Existen dos métodos mediante los cuales los grandes bancos lavan el dinero: un es por los bancos privados y otra es por correspondencia con otros bancos. Los BP usualmente utilizan nombres clave para las cuentas, cuentas de concentración (en las que las cuentas se fusionan con los fondos del banco, lo cual ahorra miles de millones de dólares en trámites y transacciones a distancia y elimina también rastros en papeleo). Todo esto disfraza los movimientos de los capitales de la clientela y los lleva a corporaciones privadas de inversión, ubicadas en países con muy estrictas leyes de privacidad (Islas Caimán, Bahamas, etcétera).

Por ejemplo, en el caso de Raúl Salinas, personal del BP en Citibank ayudó a Salinas a sacar de México entre 90 y 100 millones de dólares de manera tal que se disfrazaran de forma efectiva las fuentes de esos fondos, al romperse los rastros de papeleo de los mismos. De manera rutinaria, el Citibank creó una corporación fsalinas-raulantasma en el extranjero, le dio a Salinas una clave secreta, le dio un alias a la tercera persona que sirvió como el intermediario que depositó el dinero en una cuenta del Citibank en México y luego lo transfirió a una cuenta concentradora en Nueva York, que después trasladó los fondos a Suiza y Londres.

Las Corporaciones Privadas de Inversiones (CPI) fueron diseñadas por los grandes banco con el propósito de conservar y esconder los bienes de una persona. Los funcionarios, beneficiarios y accionistas de estas corporaciones son a su vez corporaciones controladas por el banco privado. Las CPI, entonces se convierten en los detentadores de facto de varios cuentas bancarias y carteras de inversiones que pertenecen a clientes de bancos cuyos antecedentes se encuentran sepultados bajo la supuesta jurisdicción de las autoridades de las Islas Caimán. Banqueros privados de instituciones como el Citibank ya tienen varias CPI, empacadas y listas para ser activadas en el momento en que un cliente de banca privada quiera una. Este sistema funciona como las muñecas rusas Matryoshka, capas bajo capas de más capas que acaban formando un proceso legal impenetrable.

La complicidad del Estado en el lavado de dinero de los grandes bancos resulta evidente cuando se revisa la historia. El blanqueado de dinero ha sido investigado, auditado, criticado y sujeto a legislación; los bancos se comprometen a seguir todos los procedimientos que impedirán la reincidencia. Sin embargo, instituciones como el Citibank y otros 10 grandes bancos ignoran los procedimientos y leyes mientras que el gobierno ignora el no acatamiento.

Durante los últimos 20 años, el lavado de dinero por parte de los grandes bancos de fondos provenientes del crimen y del robo se ha incrementado geométricamente, disminuyendo a su mínima expresión el tamaño y los índices de ganancia de las actividades de economía formal.

La ayuda de Citibank a políticos corruptos

Algunos expertos calculan los BP tienen réditos anuales de entre 20 y 25 por ciento. Investigaciones dentro del Congreso revelaron que el Citibank ha "prestado servicios" a al menos cuatro políticos estafadores manejando 380 millones de dólares. Está el caso de Raúl Salinas, con entre 80 y 100 millones de dólares, el de el marido de la ex primera ministra de Pakistán, Asif Ali Zardari, con 40 millones de dólares, El Hadj Omar Bongo, dictador de Gabón desde 1967, con 130 millones de dólares, y con 110 millones de dólares, los hijos del general Abacha, el ex dictador de Nigeria.

En todos estos casos, el Citibank violó en su totalidad sus propias reglas y las del gobierno: en ningún caso hubo una valoración del perfil y antecedentes del cliente, no se determinó la fuente de los ingresos ni si hubo violaciones a las leyes de ningún país para su acumulación. Muy por el contrario, el banco facilitó un escape a esos fondos gracias a un sistema prefabricado: se hicieron corporaciones pantalla, se proporcionaron nombres clave, los fondos se trasladaron a través de cuentas concentradoras desde las cuales el dinero se invirtió en negocios legítimos, bonos del gobierno estadunidense, etcétera.

En ninguno de estos casos ?como en miles de otros similares? los bancos llevaron a la prácticas pasos que por ley están obligados a tomar para garantizar que la institución no está facilitando el lavado de dinero. En ninguno de éstos casos fueron investigados o juzgados altos funcionarios bancarios. Aún después de que sus clientes fueron arrestados, el Citibank siguió prestando sus servicios, incluidos los movimientos de fondos a cuentas secretas y concediendo préstamos.

Bancos de correspondencia: la segunda vía

El segundo camino empleado por los principales bancos para lavar cientos de miles de millones de dólares en dinero sucio es mediante los Bancos de Correspondencia (BC). Estas instituciones se encargan de prestar servicios bancarios a otros bancos. Se trata de un sector altamente rentable e importante de la actividad bancaria. Posibilita que bancos extranjeros lleven a cabo negocios y den servicio a sus clientes ?incluidos narcotraficantes y otros personajes involucrados en el crimen? bajo jurisdicción de países como Estados Unidos, pero en lugares donde sus bancos no existen físicamente. Se trata de un banco que cuenta con licencias en un país extranjero y no tiene oficinas estadunidenses, pero que atrae a la próspera clientela criminal en el extranjero interesada en lavar su dinero en Estados Unidos. En lugar de exponerse a los controles estadunidenses y de incurrir en el gasto que implicaría mudarse a Estados Unidos, el banco de correspondencia puede abrir su cuenta en un banco estadunidense.

Al establecerse esta relación, el banco extranjero, y por lo tanto su cliente, recibirá muchos de los servicios ofrecidos por los bancos estadunidenses. Hoy en día, todos los grandes bancos estadunidenses han establecido múltiples relaciones de correspondencia por todo el mundo para así incrementar sus transacciones internacionales y su clientela. Muchos de los más grandes bancos estadunidenses y europeos ubicados en los principales centros financieros del mundo son correspondientes de miles de otros bancos. La mayoría de las instituciones extranjeras que lavan miles de millones de dólares para su clientela criminal tienen cuentas en Estados Unidos. Todos los bancos mayores se especializan en transferencias internacionales de fondos y se les conoce como centros bancarios monetarios, y algunos de los más poderosos llegan a procesar transferencias telegráficas de hasta un billón de dólares al día.

Durante junio de 1999, los cinco principales bancos de correspondencia estadunidenses tuvieron balances que excedían los 17 mil millones de dólares, el balance total de los 75 principales bancos estadunidenses de correspondencia ascendió a 34.9 mil millones de dólares.

Para criminales multimillonarios es una importante ventaja contar con acceso a los sistemas internacionales de transferencias, lo que garantiza el rápido traslado de fondos independientemente de los países y sus fronteras. Según cálculos recientes (de 1998), unas 60 jurisdicciones extranjeras han autorizado a 4 mil bancos el control sobre aproximadamente 5 billones de dólares en distintos bienes.

Una de las principales razones de la pobreza y las crisis en Africa, Asia, América Latina y Rusia, así como en las ex repúblicas soviéticas y en Europa del este es el pillaje de la economía y los cientos de miles de millones de dólares que se fugan de estos países por medio de los sistemas bancarios de correspondencia y los servicios bancarios privados relacionados con los principales bancos europeos y estadunidense. Durante la década de los 90, sólo en Rusia se han transferido ilegalmente 200 mil millones de dólares.

Los traslados masivos de capitales de estos países a bancos de Estados Unidos y europea ha generado un empobrecimiento masivo, inestabilidad económica y crisis. Esto, a su vez, ha degenerado en mayor vulnerabilidad ante las presiones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, lo que obliga a estas naciones a liberalizar sus sistemas bancarios y financieros, lo que lleva a una mayor falta de controles y directrices que promueve una mayor corrupción y mayores transferencias al extranjero, según demuestran reportes del Senado sobre el tema.

La creciente polarización del mundo se encuentra arropada en un sistema de crimen organizado y de transacciones financieras corruptas. Mientras que la especulación y el pago de deudas externas son elementos que contribuyen a reducir los estándares de vida en regiones en crisis, el lavado multimillonario de dinero es un factor de mayor importancia, mientras que también sirve para apuntalar la prosperidad de Occidente, y contribuye a la construcción y estabilidad financiera del imperio de Estados Unidos.

La magnitud, espacio y tiempo de estas transferencia y lavados de dinero, el centralismo de las más grandes instituciones bancarias y la complicidad de los gobiernos sugiere que en la dinámica del crecimiento y el estancamiento, el imperialismo y la recolonización están íntimamente relacionados con una nueva forma de capitalismo construido en torno al pillaje, el crimen, la corrupción y el contubernio. (Traducción: Gabriela Fonseca)