VIERNES Ť 18 Ť MAYO Ť 2001
Ť Fue necesario presentar otra querella ante Macedo para abrir la investigación
Congelaron por más de 10 años denuncia de desapariciones forzadas en Guerrero
Ť La Procuraduría de Justicia Militar no ha recibido imputaciones contra Acosta y Quirós
JESUS ARANDA
La denuncia sobre desapariciones relacionadas con la "guerra sucia" en el estado de Guerrero, como resultado del aniquilamiento de la guerrilla en esa entidad, se interpuso ante la Procuraduría General de la República (PGR) desde hace más de 10 años -en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando Ignacio Morales Lechuga fungió como titular de esa dependencia-, sin embargo en la actualidad "no hay constancia" de esa queja.
Fue necesario que se presentara una nueva denuncia al respecto ante el actual procurador, general Rafael Macedo de la Concha, para que girara instrucciones de comenzar las averiguaciones correspondientes y "hasta sus últimas consecuencias".
Esta indagación se sustentó en la demanda formal interpuesta por 56 personas sobre 60 desapariciones, así como en una petición formal del Congreso de Guerrero para que la dependencia federal investigara los hechos.
Cabe señalar que desde junio del año pasado la Comisión Nacional de Derechos Humanos recibió la misma denuncia e inició sus propias indagaciones. Sin embargo, dado el interés mostrado ahora por la PGR en el caso, ambas dependencias acordaron intercambiar información al respecto, colaboración que permanece hasta la fecha.
Como parte de estas indagaciones y luego de que los 56 demandantes ratificaron ante el Ministerio Público su declaración en la que señalan a miembros del Ejército Mexicano (como los generales Arturo Acosta Chaparro y Humberto Quirós Hermosillo, actualmente presos por presuntos vínculos con el narcotráfico), elementos de la Policía Judicial del estado de Guerrero y agentes federales, fue que la Subprocuraduría A tomó cartas en el asunto.
Es de señalarse que a partir de que los generales Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo fueron consignados -en agosto del año pasado- por presuntos delitos contra la salud, tomaron fuerza de nueva cuenta las denuncias de miembros de organizaciones sociales y de familiares de desaparecidos políticos, quienes señalaron que ambos generales tomaron parte en la "guerra sucia" que libraron los gobiernos federal y de Guerrero en contra de la guerrilla que encabezaron en su momento Lucio Cabañas y Genaro Vázquez.
Incluso, en su momento, el general retirado Luis Garfias reconoció que el Ejército Mexicano participó en esa "guerra" en la que las atrocidades cometidas eran comparadas con las de dictaduras militares como la de Augusto Pinochet en Chile.
Denuncia sobre fosa clandestina
Una de las denunciantes, Guadalupe Gervacio Barrientos, tía del guerrillero Lucio Cabañas, notificó a la PGR sobre la existencia de una fosa clandestina donde militares habrían enterrado a algunos de los desaparecidos de la década de los 70.
Fue así como agentes del Ministerio Público federal y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se trasladaron al poblado Tres Pasos del Río, ubicado en la sierra de Atoyac, Guerrero, en donde localizaron 23 "fragmentos de huesos", los cuales hasta ayer no se había determinado si corresponden a humanos o animales.
Sin embargo, oficialmente se conoció que la tierra de la fosa "estaba removida", lo que podría complicar más las indagaciones de los peritos.
De acuerdo a la queja de la tía de Lucio Cabañas, en 1974, durante la época de persecución de la guerrilla, el Ejército Mexicano instaló ahí un cuartel y, según testimonios de la época, ahí fueron llevados campesinos.
La excavación que realizaron agentes del Ministerio Público federal se realizó en la parte posterior de la casa de la familia Morales Gervacio, en una superficie de dos por dos metros y con una profundidad de 50 centímetros.
En el lugar, además de fragmentos de hueso que no superan los 16 por 3 centímetros de largo, y otros más de forma irregular y plana, se encontró también un fragmento de tela color café de 26 por 23 centímetros.
Así las cosas, se presume que los huesos encontrados podrían pertenecer a quienes estuvieron detenidos en ese poblado de Tres Pasos del Río. Sin embargo, la dependencia informó que aún no se sabe la fecha en que estarán listos los peritajes sobre dichos "fragmentos de huesos", aunque los investigadores de la Subprocuraduría A consideran que el resultado de esos análisis será importante para el desarrollo de las indagaciones.
Por otra parte, según la PGR, no existen evidencias para determinar si las denuncias sobre desapariciones en el estado de Guerrero tienen algún sustento. "Sería muy aventurado hablar sobre alguna hipótesis al respecto", señalaron fuentes de la dependencia.
Sin embargo, los informantes reconocieron que la investigación entraña muchas complicaciones, sobre todo porque la denuncia inicial fue hecha por personas en una sola queja, y después tuvo que ubicarse a cada una de ellas para que ratificaran su declaración.
Posteriormente, los investigadores se encontraron con que realmente ninguno de los quejosos conoció de manera directa la forma como se dieron las presuntas desapariciones; en el mejor de los casos fueron familiares que conocieron de los hechos por terceras personas, muchas de las cuales ya murieron.
Aun cuando hay denuncias concretas en contra de los generales Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo -quienes en esa época sirvieron en el área de inteligencia militar en el estado de Guerrero y se presume participaron activamente en el sofocamiento de la guerrilla-, la Subprocuraduría A de la PGR no ha citado a declarar a ninguno de los generales, en tanto no se tengan evidencias concretas de que hubo desapariciones y/o en su caso muertes en las que pudiera involucrarse a ambos militares.
De acuerdo con la señora Rosario Ibarra de Piedra, se decía que la novena brigada del Ejército era la encargada de la lucha contra la guerrilla. Aunque hay versiones que señalan que tanto Acosta Chaparro como Quirós Hermosillo participaron también en la Dirección Federal de Seguridad, creada durante el gobierno de José López Portillo.
Por otra parte, de acuerdo con la Procuraduría General de Justicia Militar, esta dependencia no ha recibido ninguna denuncia concreta en contra de los generales presos por su presunta participación en la llamada "guerra sucia" contra la guerrilla.