VIERNES Ť 18 Ť MAYO Ť 2001

Ť Acuerdan unir esfuerzos para lograr que se apruebe la iniciativa de la Cocopa

Pueblos indios de EU ofrecen respaldo al CNI

Ť Proponen una alianza entre comunidades que rebase las fronteras geográficas

MATILDE PEREZ U.

El Congreso Nacional de los Pueblos Nativos Americanos acordó respaldar los esfuerzos del Congreso Nacional Indígena, el EZLN y diversas organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos para lograr el reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indios, plasmados en la iniciativa de ley de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).

Dicha instancia de los pueblos nativos americanos acordó, en su resolución LDY-01-016, oponerse a la adopción y ratificación de la reforma indígena aprobada en el Congreso de la Unión el pasado 28 de abril, y pidió a los legisladores mexicanos de los congresos de los estados no ratificar el dictamen de la ley indígena.

nurio33También solicitó al presidente Vicente Fox "oponerse activamente" al dictamen del Congreso mexicano, ya que invalida los acuerdos de San Andrés.

En la reunión que sostuvieron los congresistas de los pueblos nativos americanos con seis integrantes del Congreso Nacional Indígena en la reservación Mashantucket Pequot, Connecticut, Estados Unidos, ambas partes acordaron unir sus esfuerzos hasta lograr que se adopte la iniciativa de la Cocopa.

El congresista Brian Wallace, representante del pueblo Washoe, Nevada, propuso adoptar un proyecto de resolución en el que se considera que los pueblos indígenas de Estados Unidos y México tienen una historia común anterior al establecimiento de las fronteras de ambos países, y cuyos principios fundamentales tienen que ver con el mejoramiento de vida, educación, salud, desarrollo económico y empleo, así como la preservación de sus culturas y medio ambiente.

Previo a la adopción de resoluciones, los integrantes del CNI: Juan Chávez Alonso, del pueblo purépecha; Aldo González Rojas, zapoteco de la Sierra Juárez; Rafael García Valencia, o'odham de Sonora; Néstora Ramírez, zapoteca de la región Loxicha; José Luis Castro González, de los migrantes del Distrito Federal, y Juan Anzaldo Meneses, de la revista Ce- Acatl, pidieron a los congresistas indígenas americanos "abrir su corazón" y caminar por la misma senda.

Realidades diferentes

Agradecieron la invitación del consejo legislativo Tohono O'odham, Arizona, a la reunión. "Reconocemos el Congreso Nacional de los Indígenas de Estados Unidos por su gran hospitalidad e interés verdadero por los asuntos que vivimos los pueblos indígenas de México en cada uno de nuestros lugares, aunque nuestras realidades sean muy diferentes. Valoramos con mucho respeto y consideramos lleno de significado el momento histórico que compartimos con ustedes".

Después resumieron los siete años -desde el surgimiento del EZLN- de insistir en el respeto a los derechos de los pueblos indígenas: "luego de un arduo y complejo proceso de discusión y negociación de los grandes temas nacionales que atañen a los pueblos indígenas, entre los zapatistas alzados en armas y el gobierno federal, con la participación de los pueblos indígenas y de la sociedad civil organizada, se dieron los acuerdos de San Andrés".

Posteriormente -explicaron a los congresistas indígenas estadunidenses-, la Cocopa elaboró una iniciativa de reformas constitucionales que representaba el mínimo de lo aceptado entre el EZLN y el CNI, y así se expresó en la consulta nacional de 1999, en la que participaron 3.5 millones de personas. Para argumentar la conveniencia de aprobar dicha iniciativa, el EZLN y el CNI realizaron la marcha del color de la tierra y se realizó el tercer Congreso Nacional Indígena, que reunió a más de 10 mil participantes.

"Sin embargo, la clase política más conservadora (de México) aprobó el 28 de abril un dictamen impulsado por los senadores (Diego) Fernández de Cevallos, (Manuel) Bartlett y (Jesús) Ortega, que no sirve para construir la paz con justicia y dignidad porque contraviene las aspiraciones y aparta del consenso logrado en los pueblos indígenas; además, no cumple con el espíritu del Convenio 169 de la OIT ni corresponde a los acuerdos de San Andrés en 1996".

La ley indígena aprobada en el Congreso de la Unión condiciona, reduce y limita los derechos de los pueblos indígenas en lugar de generar las condiciones para el ejercicio pleno de su libre determinación y autonomía. Por ello "es necesario que la sociedad civil mexicana e internacional se movilice nuevamente para impedir que ese dictamen se apruebe como reforma de ley, lo que daría lugar a que continuase la injusticia", abundaron.

Los integrantes del CNI invitaron a los congresistas indígenas estadunidenses a acercarse "directamente a nuestros pueblos y organizaciones" para conocer cómo viven, y los alentaron a sostener una alianza entre pueblos indígenas que rebase las fronteras geográficas.