JUEVES Ť 17 Ť MAYO Ť 2001

Ť Unico mexicano integrante del equipo de fotógrafos de National Geographic

Capturar con fidelidad contactos silenciosos e íntimos, labor y placer de Jesús López

Ť Ventanas de asombro, exposición con los prodigios de la naturaleza que ha presenciado

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

El único mexicano que forma parte del equipo regular de fotógrafos de National Geographic es Jesús López. Originario de Torreón (1957), trabaja desde hace 20 años para la publicación que cuenta con 10 millones de suscriptores en el mundo. Empezó como chofer, guía, traductor y cargando las maletas de un fotógrafo que vino a México a hacer un reportaje sobre la Ruta Maya. Aquella experiencia le sirvió al entonces ingeniero agrónomo para descubrir su verdadera vocación: voyeurista profesional de la naturaleza.

Ejemplo de los prodigios que han desfilado frente a sus ojos en dos décadas es la muestra Ventanas de asombro, que se exhibe todo mayo en la nave central de Plaza Loreto. Ahí se aprecia un muy breve pero hermoso compendio de los tres grandes temas que son de su interés personal y profesional: la tierra, la naturaleza y el hombre en relación con ellas.

Sensibilidad e infinita paciencia

A diferencia de otras ramas de la fotografía, la que se ejerce en National Geographic requiere cierto grado de especialización: ''No somos todólogos", dice López y explica que existen tres grandes campos de trabajo: personas (antropología), naturaleza (biología) y arqueología. Entre quienes se dedican a la naturaleza, por ejemplo, existen especialistas en ranas, en osos, en lobos.

Difícilmente puede uno imaginar la cantidad de trabajo, de estudio, de sensibilidad y de infinita paciencia que hay atrás de cada imagen o serie de imágenes: dos insectos copulando; una oruga disfrazada de árbol; dos gaviotas en un parloteo de comadres; un campo de girasoles barrido por el viento en una estampa que evoca a Van Gogh; tres barcos fantasma en el puerto de San Blas; una llama arrogante incrustada en la majestuosidad de unas ruinas incas. Cada trabajo exige una rigurosa investigación previa sobre el tema específico que se va a abordar. Para ilustrar la importancia de este paso, el fotógrafo informa que existe una oportunidad al año para captar el desove y apareamiento de cierta especie de ranas o salamandras.

''Sólo el estudio previo de sus costumbres y hábitos permite determinar cuándo será. De otro modo, todo el trabajo puede ser en vano.

''No es sólo oprimir el obturador. Hay reportajes que te pueden llevar uno o dos años porque debes seguir el ciclo completo de la vida de los animales. No nada más es llegar y ya. Hay situaciones en las que se debe estar días enteros a la espera de que al animal se le ocurra."

Por eso, dice el entrevistado, cada foto tiene su historia, que en muchos casos incluye serios riesgos: enfermedades, accidentes, ataques de animales.

Pero no todo es técnica y fría preparación. Jesús López, quien también colabora para el Instituto de Conservación Getty, resalta la importancia que tiene ser sensible a lo que se observa cuando se está ''frente a todo ese espacio de luz, color, textura. Es un contacto muy silencioso, muy íntimo, disfrutar todo eso y capturarlo, tratar de traerlo a un pedacito de acetato de 35 mm y ser un portavoz lo más fiel que se pueda de eso que se vio''.

Vocero del arte observado

-Los colores, las texturas, Ƒse captan en el momento o los trabajas en el laboratorio?

-No. Soy fotógrafo documental, por lo mismo me gusta ser fiel reproductor, vocero del arte que vi.

''El arte está ahí, entonces nada más es traerlo para acá. No estoy en contra de la manipulación digital y todo eso, pero con honestidad. Es decir, quien lo hace debe decir que lo hizo.''

Si a López le dicen que sus fotos parecen postales eso le causa mucha molestia. Por ello a la hora de la composición y el encuadre, tiene el firme propósito de alejarse de lo que se considera la foto de postal, el bonito pero reiterativo lugar común. El fotógrafo parte de la idea de que aun cuando la foto tenga fines documentales ofrece un margen para la creatividad y la reinvención:

''Creo que National Geographic es famosa por sus fotografías desde el punto de vista estético, pero con gran sentido documental. Los fotógrafos siempre buscan ese lado de arte para que una foto documental tenga un tono diferente, que no sea, por ejemplo, nada más una víbora enroscada".