JUEVES Ť 17 Ť MAYO Ť 2001
Ť Grupos de mujeres suponen que fueron paramilitares
Denuncian violación contra dos extranjeras en San Quintín, Chiapas
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristóbal de las Casas, Chis., 16 de mayo. Dos mujeres de origen extranjero fueron violadas sexualmente en la zona turística de las lagunas de Miramar, ubicadas en la selva Lacandona, denunciaron hoy organizaciones y grupos de mujeres.
En conferencia de prensa, explicaron que la agresión a las dos mujeres, cuyos nombres y nacionalidad no fueron dados a conocer, ocurrió el pasado 29 de abril, a unos ocho kilómetros de San Quintín, donde se ubica uno de los más importantes cuarteles del Ejército Mexicano en la región.
"Las dos mujeres se encontraban durmiendo en la palapa, cuando tres hombres armados con machetes y pistolas de grueso calibre las despertaron y les exigieron tener relaciones sexuales con ellas", agregaron.
Dijeron que las víctimas trataron de defenderse física y verbalmente, pero aún así "a una de ellas la golpearon hasta dejarla inconsciente, y la otra después de dos horas de mantenerla amenazada de muerte la violaron los tres hombres".
En representación de varias organizaciones, Martha Figueroa, del Colectivo de Mujeres, y Micaela Hernández, de Kinal Antzetic, aseguraron que los tres hombres -uno de ellos mestizo- que atacaron a las dos extranjeras hablaban lengua indígena. "La forma en que fueron golpeadas y violadas son características del actuar de grupos paramilitares", manifestaron.
Comentaron que los agresores no se cubrían el rostro, y después de la violación "salieron tranquilamente caminando, no huyendo, como si estuvieran seguros de que estaban protegidos". Aseveraron que ya de día las extranjeras llegaron a San Quintín, para pedir atención médica, pero se les negó. Y no fue sino hasta que llegaron a San Cristóbal de las Casas, cuando fueron atendidas. En esta ciudad interpusieron una denuncia penal, por lo que el agente del Ministerio Público inició la averiguación previa número 480/2001.
La querella se presentó también en la Unidad Especializada para Delitos Cometidos por Probables Grupos Civiles Armados, dependiente de la PGR, por el tipo de armas que llevaban los agresores.
Figueroa destacó que por la forma en que se desenvolvieron y por el tipo de armas, los agresores "podrían pertenecer a un grupo paramilitar, porque además el asalto no fue el móvil de su acción".
Las organizaciones firmantes de la denuncia hicieron un llamado al gobierno para que no responda a esta acción de violación con más militares y policías, sino que se haga justicia castigando a los responsables, a fin de que no se dé la impunidad, como hasta la fecha ha quedado la violación de tres mujeres tzeltales de Altamirano, ocurrida en 1995".
Manifestaron que "mientras no exista una investigación seria y se castigue a los responsables, y mientras no se reduzca significativamente la presencia militar y se desarticulen los grupos paramilitares, no habrá ningún cambio, al contrario, la impunidad y la violencia permanecerán".