MARTES Ť 15 Ť MAYO Ť 2001

Ť Fox no dice que tenemos crisis fiscal y no se solucionará gravando a clases medias

Las políticas del BdeM destruyen capacidades productivas y empleos, advierte Correa

Ť Fiscalizar las grandes fortunas y las grandes empresas, propone la economista

KARINA AVILES

María Eugenia Correa, especialista de la UNAM en finanzas, premio de Investigación Económica Jesús Silva Herzog, afirmó que ''todo lo que le conviene al Banco de México, no le conviene al país'', porque ''si bien es cierto que su política conduce a estabilizar los precios, también es cierto que conduce a destruir las capacidades productivas nacionales, la pequeña y mediana empresa y las fuentes de trabajo para la gran mayoría de mexicanos''.

Es claro que cuando el gobierno federal lanza el recorte presupuestal ''no es tanto porque recorte o no el gasto sino porque está prometiendo al inversionista extranjero, al FMI, al Banco Mundial'' que seguirá una política presupuestal muy conservadora y que por supuesto no ampliará el déficit sino que inclusive lo tratará de reducir, afirmó.

Entrevistada en el marco de la mesa redonda Género, globalización y condiciones laborales organizada por la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía y el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, manifestó: ''Hay que ser muy claros: una cosa es lo que Fox ha dicho en campaña, otra las promesas que ha seguido haciendo durante sus cinco meses de gobierno y otra es la política económica que sigue''.

Lo que el presidente Vicente Fox ''no dice es que tenemos una crisis fiscal. Quizás heredada de muchos años pero de cualquier manera no ha habido la decisión política de enfrentarla. Y no se le va a enfrentar por la vía de gravar a las clases medias y a los de menores ingresos sino cuando se entienda que debe haber una fiscalización sobre las grandes fortunas y las grandes empresas''.

Correa explicó que la política monetaria del Banco de México si bien pretende estabilizar los precios en el país también conduce a que paulatinamente entren mayores capitales extranjeros. De manera que las empresas que vienen lo hacen por una rentabilidad mayor a la que obtendrían en sus lugares de origen.

''Lo mismo vienen a la bolsa de valores que a la inversión extranjera directa, a construir plantas y empresas que no son grandes empleadoras de trabajadores''. De manera que los mexicanos ''casi no podemos aspirar a tener un trabajo y mucho menos dentro de estas empresas'', añadió.