DOMINGO Ť 13 Ť MAYO Ť 2001

ENTREVISTA

Juan José Ibarretxe, candidato a lehendakari de Euskadi

Con la violencia nada se construye, ni se defiende nada: ni nuestra lengua ni nuestra cultura

Tanto al Partido Popular como al PSOE sólo les interesa incorporar el debate en términos de enfrentamiento. Pretenden cargar de negatividad todo y no les interesa referirse al crecimiento económico logrado por la sociedad vasca, ni el progreso ni el bienestar que ha alcanzado a la gran mayoría de los ciudadanos, afirma el aspirante a la relección

ARMANDO G. TEJEDA ENVIADO

San Sebastian, 12 de mayo. Juan José Ibarretxe, el lehendakari (presidente) del gobierno vasco que aspira a su primera relección en los comicios de este domingo, es un nacionalista moderado que antepone el "diálogo a la confrontación y al frentismo" que a su juicio representa su principal contrincante, el ex ministro del Interior español Jaime Mayor Oreja.

Ibarretxe, de 44 años de edad, habló con La Jornada sobre la campaña electoral en la que recorrió prácticamente todo el País Vasco, charla durante la cual aseguró que "con la violencia no se construye nada ni se defiende nada: ni nuestra identidad, ni nuestra lengua, ni nuestra cultura".

--La coalición que usted encabeza, el Partido Nacionalista Vasco-Eusko Alkartasuna (PNV-EA), ha sido vilipendiada como nunca en esta campaña electoral.

--Esta campaña se ha caracterizado por el "todo vale" con tal de silenciar al nacionalismo. Y este discurso está produciendo entre los ciudadanos vascos un verdadero hartazgo. Tanto al Partido Popular (PP) como al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sólo les interesa incorporar el debate en términos de enfrentamiento. Pretenden cargar de negatividad todo, y no les interesa referirse al crecimiento económico logrado en los últimos años por la sociedad vasca, ni el progreso y el bienestar que ha alcanzado a la gran mayoría de los ciudadanos vascos.

"El PP y el PSOE buscan proyectar una imagen de división y confrontación para lograr así una rentabilidad electoral. Tras ello, se esconde la ausencia de un proyecto propio. No tienen objetivo político que no sea derrotar al nacionalismo y echarnos de las instituciones. Tanto en estas elecciones como a lo largo de la legislatura hemos po-dido comprobar que el proyecto del PP y del PSOE se basa, como le decía, en la confrontación. Nos han presentado unos proyectos que sólo pretenden dividir Euskadi en dos comunidades irreconciliables. Son proyectos frentistas y revanchistas. Pero no se dan cuenta de la irresponsabilidad que eso supone, porque van a conseguir romper los consensos básicos logrados con mucho esfuerzo en los últimos años.

"Pero por mucho que el PP y el PSOE se empeñen en hacer ver que hay dos bandos enfrentados, las personas que viven aquí saben que esto no es cierto. Lo que está en juego en estas elecciones es cómo se construya Euskadi. Aquí cabemos todos y tendremos que saber convivir con nuestras diferencias y para ello, tendremos que sentarnos a dialogar".

Gobierno sin condicionamientos

--Según todos los sondeos de intención de voto, será necesario negociar aun si su coalición lograra la mayoría.

--No me gusta hacer conjeturas sobre esta cuestión. Todavía tienen que votar los ciudadanos y serán ellos quienes decidan. A nosotros nos corresponde presentar nuestros proyectos. Pero en cualquier caso, no-sotros estamos convencidos de que nuestra coalición obtendrá muy buenos resultados y que el futuro gobierno no estará condicionado por el Partido Popular, el PSOE o Euskal Herritarrok (EH).

--En todo caso, usted tendrá que pactar con otras fuerzas políticas para formar gobierno. ƑQué posibilidades contempla, cuál es la idónea?

--Insisto en que no quiero especular sobre la formación de un posible gobierno. Todavía hace falta que los ciudadanos voten y, naturalmente, serán ellos quienes decidan. Después de ver el resultado de las urnas, será el momento de hablar de pactos, negociaciones y futuros gobiernos. No obstante, estoy convencido de que la coalición PNV-EA va a ganar las elecciones y va a volver a ser la primera fuerza electoral. Y lo va a ser porque en estos años en los que ha gobernado el nacionalismo democrático hemos demostrado que sabemos hacer bien las cosas. Y a partir de ese momento estaremos dispuestos a hablar con todos los partidos, como lo hemos hecho hasta ahora.

--ƑTambién con EH?

--El diálogo político, como método, es el único instrumento para lograr en Euskadi la convivencia democrática normalizada. En la coalición formada por PNV y EA nos comprometemos a impulsar un diálogo abierto, sin exclusiones y sin condicionantes políticos en un foro de partidos en el que sus integrantes defendamos nuestras ideas y proyectos por vías exclusivamente pacíficas y democráticas. Porque negar el diálogo es negar la solución. Por lo tanto no cerramos ninguna puerta de diálogo. A EH le hemos dicho una y otra vez que ninguna idea, por legítima que sea, puede defenderse con violencia, y hasta que esto no esté claro para EH no llegaremos a ningún ibarretxe acuerdo con esa organización política.

--ETA ha matado a cinco personas desde la convocatoria de elecciones. ƑQué consecuencias tendrá en los comicios?

--Como lehendakari he dicho en muchas ocasiones que lamentablemente podía ocurrir un atentado, porque ETA no respeta la vida, ni la voluntad de los vascos, ni los derechos humanos, y no quiere que haya un lehendakari nacionalista en Ajuria-Enea. El gran éxito de ETA no es matar. Alguien que haya perdido la dignidad humana puede cometer la barbaridad de matar a otra persona. Su éxito consiste en dividirnos a todos aquellos que no estamos de acuerdo con los asesinatos. La sociedad vasca, los ciudadanos vascos anhelamos la paz. Y alcanzar esa paz es nuestro máximo objetivo.

--Sin embargo, durante la campaña la brecha entre nacionalistas y no nacionalistas se ha presentado como irreconciliable. ƑCómo pretende reconstruir una futura me-sa de diálogo en este escenario?

--El PP ha rechazado el diálogo con el lehendakari y eso en democracia es inaceptable. Yo no puedo admitir que tanto (José María) Aznar como el PP digan que para hablar con el lehendakari éste tenga que hacer dejación de sus ideas. A mí jamás se me ocurriría pedir a Aznar y al PP que ha-gan dejación de sus ideas, porque las respeto, y me gustaría que Aznar respetara las ideas del lehendakari, aunque no las comparta. Pero, no cabe duda de que la solución pasa por el diálogo. No podemos construir un país en el que podamos vivir todos desde el enfrentamiento y la división. El Partido Popular tendrá que acabar de entender eso y hablar con nosotros.

"En este país hemos vivido desde hace años nacionalistas y no nacionalistas, y lo hemos hecho respetándonos y trabajando juntos, y volveremos a hacerlo en el futuro. Es más, yo diría que la brecha actual que usted menciona se circunscribe fundamentalmente a los políticos porque en la sociedad esa brecha no existe aunque nos quieran hacer creer lo contrario".

--ƑQué características tendrá esa nueva mesa de paz? ƑHabrá algún lugar para el pacto de Lizarra-Garasi?

--En la nueva mesa tendremos que estar todos los que creemos que las ideas deben defenderse exclusivamente por vías políticas y democráticas. El nombre de la mesa es lo de menos, lo importante es que estemos todos y tengamos voluntad de solucionar los problemas y nuestras diferencias. El objetivo es procurar que la violencia concluya definitivamente en nuestro país.

--Se ha acusado a su gobierno de estar caracterizado por la "ausencia de libertad" y de ser un "régimen de Lizarra", en el que los no nacionalistas quedan excluidos.

--El PNV lleva 106 años siendo demócrata, y resulta, cuando menos, paradójico que pretendan darnos lecciones, cuando el nacionalismo democrático siempre se ha mantenido firme en la defensa de los derechos humanos, tanto en el franquismo co-mo en la época del Grupos Antiterroristas de Liberación (organización paramilitar fi-nanciada por el Estado español durante el gobierno socialista de Felipe González).

"Nosotros partimos del respeto a las instituciones y esos marcos pueden, con toda legitimidad democrática, actualizarse y mo-dificarse si así lo quieren los ciudadanos. Respetaremos el derecho que le corresponde a la sociedad vasca para decidir pacífica y democráticamente su futuro. Defiendo que con la violencia no se construye nada ni se defiende nada: ni nuestra identidad, ni nuestra lengua, ni nuestra cultura".