Ť La sección 33 del sindicato, dispuesta a aceptar pruebas
Interpondrá Sedeso denuncias contra 92 presuntos aviadores
Ť Cobran en la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda Ť Irrelevante, que chequemos o no, argumentan
FABIOLA MARTINEZ
La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) iniciará una investigación y, en su caso, interpondrá las denuncias correspondientes en contra de 92 empleados adscritos a la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, quienes "no cumplen con las condiciones laborales".
De acuerdo con documentos oficiales ?cuya copia obtuvo este diario?, la Sedeso ha documentado los casos de 66 trabajadores de base y 26 de confianza que cobran su salario sin devengarlo, es decir, empleados conocidos como aviadores.
En la lista elaborada el 30 de abril de este año y documentada en papel oficial de la dependencia, la presunta situación irregular de este grupo de empleados se encuentra clasificada en los siguientes rubros: no se presentan a laborar por enfermedad, supuesta comisión sindical o práctica deportiva.
Además, incluye a personal del turno vespertino, que acude a trabajar dos o tres horas; un grupo más que no asiste y tampoco existe causa justificada, y empleados que asisten de manera irregular.
Angel Martínez Montuy, secretario general de la sección 33 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Sedeso, en la que se agrupan los empleados de la subsecretaría en cuestión, dijo que están dispuestos a conocer las pruebas de la autoridad y aceptar las consecuencias, "sólo en aquellos casos debidamente comprobados".
Sin embargo, advirtió que esta sección, disidente a su dirigencia nacional, no cederá en sus derechos contenidos en sus condiciones generales de trabajo, particularmente en el registro de asistencia.
Lo anterior, explicaron el dirigente y su comité ejecutivo seccional, porque los trabajadores de la 33 reciben salarios bajos, del orden de mil 200 pesos quincenales, "para quienes representa una enorme presión correr de un medio de transporte a otro para no llegar con retardo y, de igual forma, se ven imposibilitados a utilizar taxi o algún otro medio de transporte más efectivo". Además, afirmó, nos parece irrelevante el asunto de checar o no tarjeta, porque aquí lo importante es que nos involucren en los programas de trabajo y que no se queden con la aseveración de que somos nefastos y ya.
Tras cuatro bloqueos y paros en las oficinas centrales de la Sedeso, sindicato y autoridades iniciaron la evaluación de alrededor de 400 descuentos "indebidos" a causa de retardos, faltas y omisión de registro de asistencia. Hasta el momento, comentó Martínez Montuy, son "escasos" los compañeros que en efecto merecen el descuento, pero en general serán devueltas las cantidades omitidas en los pagos quincenales.
La sección sindical sustenta también la defensa de sus prerrogativas como firma de lista de asistencia, licencias para la capacitación sindical, de comisiones varias y actividades deportivas, entre otras, con base en circulares y minutas firmadas por las propias autoridades de la Sedeso como el oficial mayor y la dirección de personal.
Por ejemplo, muestran el oficio 411 de la dirección general de personal, firmada por el titular de esta área, Mario Alejandro Mendoza, en el que se permitió una licencia del 17 al 28 de abril del año pasado para que las empleadas tomaran programas de capacitación sindical y de integración de la mujer, con fundamento en las condiciones generales de trabajo de la Sedeso y "los usos y costumbres que rigen la relación laboral".
Tras este conflicto, autoridades y sindicato se comprometieron a elaborar un proyecto de capacitación con el objetivo de elevar el nivel salarial de los trabajadores y la incorporación al "sistema institucional de registro y control de asistencia".
Sin embargo, la lista ya está elaborada y en ésta se encuentra el nombre de cada empleado, su registro federal de causantes, su código, puesto, nivel, y un cuadro con observaciones. De los 66 empleados de base, el mayor número de irregularidades es con el personal del turno vespertino, que se presenta a laborar dos o tres horas, y de empleados que no asisten a su jornada laboral sin tener justificación para ello.