SABADO Ť 12 Ť MAYO Ť 2001
Ť Sería base del Programa Nacional de Salud, que regirá las políticas en la materia
Valiosísima, la propuesta de Funsalud para mejorar servicios: Julio Frenk
Ť Una más de 13 mil recibidas, pero la única presentada ante el Presidente Ť El secretario condujo la investigación que le dio origen Ť Busca un sistema "rentable, eficiente e igualitario"
CAROLINA GOMEZ MENA
Para Julio Frenk Mora, titular de la Secretaría de Salud (Ssa), la propuesta presentada a mediados de esta semana por la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), que sugiere cambios radicales en la prestación de los servicios públicos en ese campo, además de "estar tan bien estructurada" es una "aportación valiosísima" para el Programa Nacional de Salud, el cual regirá la política en este rubro durante el actual sexenio.
Y no podría haber opinado de otra manera, dado que la propuesta presentada tiene como "referencia esencial" un estudio realizado en Funsalud, por el propio Frenk Mora y sus colaboradores, entre 1993 y 1995 (justo antes de que asumiera la vicepresidencia ejecutiva de esa fundación, la que ocupó hasta 1998). Otra coincidencia que augura que esta propuesta podría tomarse como base para el diseño de la política en la materia durante la presente administración son las finalidades, ya que este plan pretende mediante seis acciones que el acceso a la prestación de servicios de salud se rija por la equidad, la calidad y la eficiencia financiera, mismas metas que el funcionario ha manifestado debería satisfacer el sistema nacional del ramo.
También los caminos a través de los cuales se pretende llegar a este sistema de salud rentable, eficiente e igualitario son similares, y a ello se suma el hecho de que el mismo presidente Vicente Fox "vio con buenos ojos" la sugerencia, que un ex titular de la Ssa, Guillermo Soberón (actual presidente de Funsalud), la sugiere, así como que a pesar de ser considerada como una propuesta más de las 13 mil recibidas mediante los buzones Mande, ninguna otra ha merecido ser presentada ante el Presidente de la República.
Sumado a lo anterior existen evidentes similitudes entre lo manifestado por Frenk Mora respecto a las acciones que se deben llevar a cabo para restructurar el Sistema Nacional de Salud, así como la información dada por Funsalud en sus documentos, y la expuesta por el funcionario durante sus conferencias de prensa y su participación en foros, tanto así que la gráfica del círculo virtuoso de la inversión productiva que Funsalud plasma en su escrito Hacia un México más saludable es idéntica a la dada a conocer por Frenk durante el foro México y su Nuevo Gobierno, de Moldes Rotos a Paradigmas del Milenio.
La base de ésta es el seguro nacional de salud, el cual aunque es, sin duda, uno de los aspectos más importantes, no lograría por sí solo dotar al Sistema Nacional de Salud de las tres cualidades antes mencionadas, según establece el documento en el que se desglosa la propuesta.
Se argumenta que en el último informe de la OMS (junio 2000) sobre desempeño de los sistemas de salud se coloca a México en el lugar 61 en una lista de 190 países, lo que demostraría que la principal limitación del sistema nacional es la "inequidad del financiamiento", situación que se superaría con el seguro nacional, que colocaría a México en la lista "por encima del lugar 30".
Funsalud propone que el actual seguro de familia (diseñado por el IMSS para jefes de familia que no cotizan en el instituto y tampoco poseen los recursos para tener acceso a la medicina privada) se masifique y finalmente adquiera las características de un seguro nacional de salud. Sin embargo, antes de ello debe tener dos modificaciones: limitar sus beneficios, a fin de que estas familias ya no tengan acceso a todas las intervenciones médicas que ofrece el IMSS (de no hacerlo se saturarían aún más las instalaciones del instituto), mediante la oferta de un paquete integral, pero reducido para evitar al IMSS gastos en maniobras de alto costo. Y en segundo lugar, "abrir la posibilidad de que otros prestadores de servicios, tanto públicos como privados", suplan la oferta del IMSS en donde ésta es insuficiente.
Según Funsalud, 20 millones 800 mil mexicanos actualmente no asegurados estarían en posibilidad de tomar este seguro en la primera etapa, tanto entre las familias de ingreso bajo, a quienes se les subsidiaría en su totalidad el seguro; las de ingreso medio bajo que trabajan por su cuenta y cubren sus necesidades de salud mediante el pago de su bolsillo en el sector privado, o acuden a los sistemas estatales de salud; así como los de ingreso medio y alto.
El segundo eje rector separa el financiamiento de la prestación de los servicios de salud, porque es la reforma más extendida por "los países del orbe", ya que "ser juez y parte tiene el serio inconveniente de que los prestadores no responden ante la instancia que auspicia su labor, sino ante ellos mismos, lo que impide introducir innovaciones que permitan mejorar" el sistema. Esta posibilidad sería viable en el presente gracias a la descentralización de los servicios de salud -la creación de los sistemas estatales de salud y la desconcentración del IMSS-, lo que ha dado lugar a 139 áreas médicas de gestión desconcentrada, que permiten deslindar instancias financiadoras de las prestadoras.
El siguiente paso es "abrir el sistema de salud a la prestación plural de servicios", y el argumento para ello es la sobreocupación que experimenta el instituto, la que se incrementará por el envejecimiento de la población, la conversión del seguro de familia a seguro nacional y la creación de nuevos empleos. A ello se suma que la saturación del IMSS ni siquiera se justifica por el hecho de que la totalidad de los derechohabientes hagan uso de sus instalaciones, ya que sólo 60 por ciento recurre a éste, y de no ser así este instituto requeriría 66 por ciento más de médicos, camas y consultorios.
El proyecto expone que en una década más la situación del IMSS será crítica en cuanto a la insuficiencia de la infraestructura, ya que si ahora los derechohabientes son 50 millones, en 10 años serán 70 millones, lo que implicaría triplicar el número de médicos, camas y consultorios, de ahí que "la provisión plural de servicios de salud puede ser una opción costo efectiva" para dar solución a este problema.
Acto seguido se deja ver que mientras en el IMSS sus más de 28 mil camas están saturadas, las 11 mil de los Sesa son subutilizadas y 2 mil 400 del sector privado corren la misma suerte. Es por ello que la "subrogación de los servicios y la sistematización de la contratación externa no sólo es posible sino deseable y necesaria", sostiene el documento.
También se propone crear un Fondo Nacional de Salud Pública, que financiaría la salud pública, y la función rectora de la Ssa, no la atención, puesto que ella la cubriría el seguro nacional de salud. A decir de Funsalud, este fondo permitiría establecer un mejor equilibrio entre la acción curativa y la preventiva, favoreciendo esta última. De la misma forma se considera otorgar incentivos económicos, fiscales y académicos a la participación del sector privado en el cuidado de la salud para resolver la falta de infraestructura mencionada, y como última sugerencia se establece consolidar la función rectora de la Ssa en el Sistema Nacional de Salud.
Funsalud ya participó el sexenio pasado en el Programa de Capacitación Gerencial de más de 5 mil funcionarios del IMSS a raíz de su proceso de modernización. Ahora analiza apoyar el Programa de Microrregiones Prioritarias del gobierno y ha prestado consultoría para fortalecer los sistemas de salud de Argentina, Bolivia, Nicaragua, Perú y República Dominicana.