SABADO Ť 12 Ť MAYO Ť 2001
Ť Demanda a Vicente Fox enviar de nuevo a las cámaras el texto de la Cocopa
Rechaza la Conferencia del Milenio la reforma en México sobre cultura y derechos indígenas
Ť Es una ley discriminatoria, que no recoge las demandas de los pueblos indios, expresa
ROSA ROJAS ENVIADA
Panamá, 11 de mayo. La Conferencia del Milenio de los Pueblos Indígenas manifestó aquí su "rechazo" a la reforma constitucional aprobada por los diputados y senadores mexicanos "porque no es una forma de responder a las históricas demandas de los pueblos indígenas, contenidas en los acuerdos de San Andrés y recogidas en parte por la Comisión de Concordia y Pacificación", y demandó al presidente Vicente Fox Quesada "enviar nuevamente al Congreso la iniciativa elaborada por la Cocopa".
En la resolución suscrita por los participantes en la conferencia, se exige al Congreso mexicano "escuchar la voz de los pueblos indígenas del mundo y sociedad civil que nos hemos hermanado con la lucha de los pueblos indígenas de México, y tomar en cuenta el Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), ley suprema vigente en México de acuerdo con su Constitución Política".
La ley en materia indígena aprobada por las cámaras "es discriminatoria y hace que otras personas decidan la suerte de los pueblos indígenas; cancela los derechos y conceptos ya existentes, tales como pueblo, tierra-territorio-hábitat, derechos au-tonómicos, instituciones y normas internas de resolución de conflictos; y minimiza el derecho de los pueblos indígenas a la participación política, dejando dichas cuestiones al arbitrio e intereses políticos de grupos mayoritarios que, sabemos, no necesariamente se identifican con el respeto a los derechos culturales y colectivos de los pueblos indígenas", asienta el documento.
"Por lo tanto, nosotros, líderes y representantes indígenas de diferentes partes del mundo, unimos nuestras voces de protesta a las de nuestros hermanos indígenas y les decimos que no están solos, que estamos con ustedes y seremos vigilantes de todo lo que acontezca en su país, y al presidente Vicente Fox, que si en realidad quiere cambiar la cara de su país en el mundo, que comience con nuestros pueblos hermanos y se niegue a ratificar esa ley que en vez de traer paz y armonía a nuestros pueblos, puede aumentar la inseguridad e intranquilidad" en México, añade la resolución.
La Declaración de Panamá
Por otra parte, en la Declaración de Panamá, emitida al finalizar los trabajos del evento, los 75 delegados internacionales y otros tantos panameños hicieron un llamado a los Estados para que cumplan sus obligaciones y garanticen el derecho a la descolonización y a la libre determinación de todos los pueblos indígenas que no tienen territorios autónomos.
Asimismo, a poner fin a la militarización de sus tierras y territorios y a combatir la intolerancia hacia sus prácticas espirituales, la cual "ha sido un instrumento fundamental en la subyugación de los pueblos indígenas desde el comienzo del colonialismo".
Manifestaron además su acuerdo "con secciones amplias de la sociedad civil al condenar la índole no democrática, desigual y no transparente de la Organización Mundial del Comercio (OMC)", e hici eron un llamado "para la moratoria sobre cualquier negociación y acuerdo de co-mercio; que sean sujetos a revisión todos los acuerdos existentes para reunir los requisitos de igualdad y sostenibilidad".
Llamaron también a que los Estados finalmente reconozcan que los pueblos indígenas son "pueblos", con el significado completo que conlleva ese término bajo las leyes internacionales. "Nosotros creemos firmemente, como ha sido declarado repetidamente a través de los años por representantes indígenas, que hacer distinciones entre indígenas y otros pueblos es racista, constituye una discriminación basada en la raza, lo cual tiene el propósito o el efecto de anular o perjudicar los derechos humanos de los pueblos indígenas y constituye una ofensa a nuestra dignidad humana."
Contra el racismo ambiental
"En el contexto del derecho a nuestras tierras ancestrales, hacemos énfasis en que la comunidad mundial debe reconocer y abordar adecuadamente la nueva forma de discriminación racial, la del racismo ambiental. Debe ponerse un alto inmediatamente a la ruina de las tierras indígenas, incluyendo las tierras sumergidas, aguas y nuestro ambiente, debido por ejemplo a la implantación de esquemas de desarrollo y prácticas no sostenibles como la minería, deforestación, la descarga de desechos contaminados y otras prácticas de uso de la tierra que no respetan, sino que discriminan nuestro modo de vida".
Exhortan a que estos conceptos se reflejen en la Declaración y Programa de Ac-ción de la Conferencia Mundial contra el Racismo, Discriminación Racial, Xenofobia e Intolerancia, que llevará a cabo la Organización de Naciones Unidas en septiembre próximo.
Más adelante señalan que la extensión del colonialismo en todas sus expresiones "continúa robándonos nuestros conocimientos ancestrales, nuestras prácticas culturales y espirituales, nuestro modo de vida".
Afirman que ante el "supremo impacto" que los procesos del Convenio de Diversidad Biológica, la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la UNCTAD y la Agenda 21 tienen sobre los pueblos indígenas, se hace necesario asegurar y garantizar la participación completa y efectiva de los representantes indígenas en todos los trabajos que se llevan a cabo en esas entidades y otras similares, por lo que exhortan a los Estados y las instituciones financieras a proveerlos de fondos y otros recursos que les permitan participar en esos foros.
Reclaman que el Banco Mundial, en la revisión de su directiva operacional 4.20 sobre los pueblos indígenas, se mantenga a la altura de las normas sobre los derechos de los pueblos indígenas, incluyendo su previo y libre consentimiento para todos los programas y proyectos del Banco Mundial que los afecten, y que dicha revisión sea abierta y participativa.
Respecto al foro permanente sobre asuntos indígenas de la ONU, solicita que se establezca un secretariado independiente, ya que la falta de éste obstaculizará seriamente su mandato. Plantea también la solicitud al secretario general de la ONU de que se asegure que sea dada preferencia a los candidatos de los pueblos indígenas al conformar el personal del secretariado.
Instan a los Estados a adherirse a los principios del Convenio 169 de la OIT y plantean la necesidad de que se organice una Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas al final del Decenio Internacional para los Pueblos Indígenas del Mundo de la ONU, además de recomendar que se adopte la Declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas de dicho organissmo, cuyo borrador fue aprobado por la Subcomisión para la Prevención de la Discriminación y Protección de Minorías en la resolución 1994/45.
En defensa de la mujer indígena
En sus propuestas para el programa de acción de la Conferencia Mundial contra el Racismo, los delegados recomiendan a los Estados que promuevan programas en beneficio de las mujeres indígenas, con plena participación de ellas, para promover sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales; finalizar con las desventajas por razones de género; resolver de manera urgente los problemas de educación, empleo, salud, conocimientos tradicionales, justicia, medio ambiente y biodiversidad; eliminar las políticas de esterilización forzada y el uso de violencia sexual como arma de guerra, así como poner fin al tráfico de mujeres y niñas indígenas.
Igualmente hacen un llamado a "detener las doctrinas de descubrimiento y terra nullius; las prohibiciones en contra de la titulación de propiedad colectiva de tierras indígenas; la doctrina de despojo de tierras indígenas sin aplicación de ley alguna o sin compensacióna decuada, y la doctrina que estatuye la prescripción unilateral de los derechos indígenas sobre tierras y títulos".
También, a cesar la presunción legal de que los pueblos indígenas no son dueños de los recursos del subsuelo; la doctrina que permite la concesión de recursos indígenas sin consulta ni consentimiento previos, y la negativa a dar protección legal a religiones indígenas, incluyendo la de sitios y zonas sagradas, y la de los prisioneros indígenas al practicar sus cultos an-cestrales. Asimismo, demandan poner fin a los procesos discriminatorios en el reclamo de tierras.