SABADO Ť 12 Ť MAYO Ť 2001

Ť La meta: por lo menos saber dónde quedaron 2 mmdp destinados a Chiapas

Equipo de elite de la Secodam audita cuentas del 2000 en Sedeso y el régimen de Albores

Ť Detectan anomalías en el manejo de fondos públicos por parte del ex gobernador priísta

JOSE GALAN

Setenta auditores de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo llevan a cabo auditorías en la Secretaría de Desarrollo Social y en las arcas del gobierno de Chiapas para determinar el destino de por lo menos 2 mil millones de pesos destinados en el último año del gobierno de Ernesto Zedillo en fondos federales extraordinarios para el desarrollo de las zonas más pobres y de influencia del EZLN en ese estado del sureste.

Se trata del grupo de auditores más importante de la Secodam sumergido en una investigación sobre el ejercicio de fondos públicos federales por parte de la anterior administración. Y su número demuestra la importancia que para el gobierno de Vicente Fox constituye el destino de dichos fondos, que, según han podido comprobar los auditores, no aparece en el horizonte chiapaneco.

En la Secodam es ya un secreto a voces que el número de irregularidades supera con mucho el resultado de auditorías efectuadas hasta el momento en otras áreas de la influencia federal. Hasta el momento, el análisis contable ha acumulado serias anomalías en el manejo de esos fondos, sobre todo por parte del ex gobernador priísta Roberto Albores Guillén. Hasta el momento, no se sabe dónde quedó el dinero.

De hecho, los auditores de la Secodam han revisado el ejercicio de las cuentas y canales de distribución de esos fondos desde la Secretaría de Desarrollo Social, la cual tuvo a su cargo la etiquetación de los presupuestos extraordinarios que, para paliar la situación en Chiapas, decretó el entonces presidente Ernesto Zedillo, y que estaban destinados a obras de infraestructura, como caminos, electrificación y agua potable, generación de empleos, educación, salud, comercialización de productos agrícolas, y apoyo a productores y campesinos a través de programas como el Progresa.

Curiosamente, son pocas las irregularidades encontradas en la Sedeso, confirmaron fuentes de la propia Secodam, ya que la dependencia giró los fondos directamente al estado, donde se atribuyó a Albores Guillén "el uso político directo" de los mismos. Aunque no hay obras y no hay dinero.

En la auditoría en Chiapas se abrieron varias líneas de investigación sobre cada uno de los rubros considerados en la exposición de motivos que sustenta las partidas extraordinarias. La gran mayoría apunta al palacio de gobierno en Tuxtla Gutiérrez.

En la Secodam se menciona con insistencia que el ahora llamado caso Chiapas podría constituir la piedra de toque del programa de transparencia y contra la corrupción, y que podría servir de ejemplo público hacia finales de este mismo mes, cuando el resultado de las auditorías haya sido entregado directamente al Presidente de la República.

Cabe recordar que las auditorías sobre el destino de esos fondos federales se practican únicamente sobre el último año del presidente Ernesto Zedillo, cuyas cuentas públicas aún deben ser analizadas por la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados para someter al pleno de esa cámara la respectiva aprobación o no. El ejercicio de los cinco años anteriores fue aprobado en su momento.