Precisan académicos información sobre
la Universidad Anáhuac
Señora directora: Nos ha llamado la atención
encontrar una serie de datos erróneos respecto de la Universidad
Anáhuac en la nota de José Antonio Román, publicada
el 23 de abril en su periódico. Quisiéramos hacer las siguientes
aclaraciones para que sus lectores conozcan la verdad sobre nuestra universidad.
1. Es falso que nuestros alumnos de Medicina hacen sus
internados en "hospitales privados totalmente alejados de la medicina social".
En este ciclo, nuestros alumnos están haciendo, por convenio, sus
internados en los siguientes hospitales públicos: clínica
94 del IMSS, Instituto Nacional de Perinatología, Hospital Gral.
de Naucalpan "Dr. Maximiliano Ruiz Castañeda", Hospital General
de Atizapán "Dr. Salvador González Herrejón-Chrysler",
DIF de Huixquilucan, Instituto Nacional de Pediatría, Instituto
Nacional de la Nutrición "Salvador Zubirán" y Hospital General
López Matéos de Toluca.
2. Es falso que a los alumnos de Comunicación "poco
se les enseña a cuestionar en materia de publicidad, salvo que ésta
atente contra la moral católica". En nuestra escuela de Comunicación
los programas de estudio de las materias de mercadotecnia y publicidad
incorporan todo lo relativo a mercadotecnia social y se enfatiza la responsabilidad
social del comunicólogo. Ejemplo de ello son los premios en campañas
publicitarias con perfil social que alumnos de la Universidad Anáhuac
han ganado, además de campañas contra las adicciones, a favor
de los niños de la calle y de los minusválidos, organizadas
por la ANP, el CONADIC y CONFE.
Cabe destacar adicionalmente, que nuestros alumnos obtuvieron
mención honorífica en el concurso de cartel sobre los derechos
de los niños, organizado por UNICEF.
3. También el falso que "hay autores prohibidos,
dos de ellos: Luis Buñuel y Passolini". ya que en diversas materias
se revisa una amplia gama de autores, entre los que destaca el primero.
De hecho, la revisión y análisis de las películas
Los Olvidados y El Perro Andaluz, ambas de dicho director, son materia
obligada por su gran valor cinematográfico y, al menos la primera
de ellas, por su visión de la realidad mexicana. La Universidad
Anáhuac cuenta con un acervo de 500 películas, entre las
que se encuentran varias de Buñuel. Además, nuestra universidad
ofrece un programa de posgrado en Análisis y Crítica Cinematográfica,
cuyos docentes son personalidades ampliamente reconocidas en el medio.
4. En cuanto a nuestra vocación social, en este
momento en la Universidad Anáhuac hay 868 alumnos en licenciatura
(cerca del 20 por ciento de la población total) que cuenta con beca,
crédito educativo o una combinación de ambos. Consideramos
que este esfuerzo que el reportero desconoce o prefiere omitir en su nota,
es un esfuerzo significativo de apoyar a personas que no podrían
acceder a la educación superior privada.
5. Al mencionar los lugares donde existe una Universidad
Anáhuac, nos llama la atención que el autor omita la ciudad
de Oaxaca. Nuestro criterio para fundar una universidad no está
basado en la presencia o no de otras universidades de congregaciones católicas,
sino en la necesidad del tipo de formación que ofrecemos.
6. Es penoso ver que el reportero no hace referencia alguna
--¿será porque contradice el tema de fondo de su nota?--
a toda una serie de colegios de fomento social donde la Universidad Anáhuac
participa activamente. En Lerma, estado de México, el Centro Educativo
Cualcán atiende a mil 133 alumnos (desde preescolar hasta preparatoria)
y en este momento la Universidad Anáhuac está construyendo
en Acapulco el Centro Integral de Desarrollo Comunitario en el poblado
de La Venta con 240 casas, un completo sistema escolar desde jardín
de niños hasta preparatoria que educará a 2 mil alumnos por
turno, y una clínica médica en una de las zonas más
desposeídas de Guerrero.
Estamos seguros de que estos hechos comprobables darán
una idea más certera a sus lectores de la formación social
que brinda la Universidad Anáhuac y que contrasta con la información
que el señor José Antonio Román presentó en
su nota.
Hacemos nuestra la recomendación que su distinguida
directora general, Carmen Lira Saade hace (reportado en La Jornada del
28 de abril) de "la necesidad de que este diario refuerce su compromiso
ético" y que "la amenaza más grave proviene justamente de
la ausencia de ética, en las relaciones entre medios y sociedad".
Consideramos que si un periodista va a dar información sobre una
institución, lo menos que puede hacer es confirmar su veracidad
con dicha institución para no caer en lamentables falsedades y omisiones,
como es el caso del señor Román.
Mtro. Roberto Sánchez Mejorada (director de
Comunicación Institucional), Dr. Roberto Delgado Gallart (director
de Fundación Interamericana Anáhuac para el Desarrollo Social,
I.A.P), Dr. Carlos Gómez Palacio y Campos (director de la Escuela
de Comunicación) y Dr. Tomás Barrientos Fortes (director
de la Escuela de Medicina)
Respuesta del reportero
Señora directora: Las afirmaciones contenidas
en el reportaje referido, y que cuestionan cuatro directores de distintas
áreas de la Universidad Anáhuac, no fueron ningún
invento personal, sino resultado de conversaciones con miembros del personal
académico de la propia institución y con algunos otros que
formaron parte de ella, y que, precisamente por estas diferencias, hoy
imparten su cátedra en otras instituciones de educación superior.
Ojalá hubiera encontrado con miembros de la Legión
de Cristo que tuvieran esa apertura que hoy dicen tener. Por ejemplo, cuando
pedí su opinión sobre las acusaciones de "abuso sexual" en
contra de su fundador el padre Marcial Maciel, la respuesta fue siempre
el silencio, aún cuando desde hace dos años los seis prominentes
ex legionarios de Cristo presentaron formalmente la denuncia en los tribunales
eclesiásticos de la Santa Sede. La acusación debió
reiterarse hace algunos meses el prosecretario de la Pontificia Congregación
de la Fe, monseñor Girotti, ante el silencio permanente de Roma.
Respecto a que no existen "autores prohibidos", me parece
que esa sí es una noticia, pues en algunas universidades que imparten
la carrera de comunicación se sabe que no era así, por lo
menos hasta hace poco tiempo. De los premios obtenidos en las campañas
publicitarias, sólo quiero comentar que éstas no dejan de
tener un sentido altruista y caritativo. Las limosnas no resuelven el problema
de fondo de la pobreza y de la desigualdad social.
Por lo que los directivos llaman "toda una serie de colegios
de fomento social", reconozco la involuntaria omisión --tal vez
porque el objetivo del reportaje no fue abordar solamente el trabajo de
la Universidad Anáhuac, institución que sólo citó
en tres párrafos--, pero aprovecho la oportunidad que tengo nuevamente
y que por falta de espacio no incluí, de mencionar que no son pocos
los obispos que ven con recelo la llegada de los Legionarios a sus diócesis,
precisamente por esa "mítica" de "elitismo y exclusividad" ganada
en sus 60 años. Cuando llegan a alguna diócesis, como en
el caso de la Arquidiócesis de Puebla, el arzobispo les delimita
la zona y la actividad a desarrollar. ¿Porqué será?
También resulta "penoso" que los directivos de
una universidad que pertenece a una congregación de la iglesia católica,
que cuando menos en sus documentos dice tener una opción preferencial
por los pobres, pretenda engañosamente presentar su "vocación
social" bajo el argumento de becas. Además, el "crédito educativo"
es eso, sólo crédito, que deberá pagarse más
tarde. Invito a los directivos a leer con cuidado el inciso III del artículo
57 de la Ley General de Educación, que establece la "obligatoriedad"
de las escuelas particulares a otorgar un mínimo de becas a los
alumnos que no puedan pagar.
José Antonio Román, reportero de la fuente
religiosa desde hace 10 años
Denuncian corrupción y solicitan apoyo del procurador
capitalino
Señora directora: Solicito la publicación
de la presente dirigida al procurador de Justicia del DF, Bernardo Bátiz.
La corrupción que tanto nos afecta, pero no daña
a los Espinosa Villarreal y beneficia a algunos funcionarios de la PGJDF,
llámense Ministerio Público o jefes de grupo, sí lo
hizo con nuestra madre, la señora María de Jesús Castro
Clavellina (averiguación 18/00798/01-03 por el delito de lesiones)
que la padeció ante del agente del MP en Iztacalco, Alberto García
Espinoza.
Nuestra madre viajaba en un taxi el 17 de marzo cuando
sufrió un percance que la obligó a internarse en un sanatorio
particular por estar el taxi asegurado. El chofer y su propietario aceptaban
pagar los gastos, pero el ajustador del seguro AMA planteó que les
resultaría más económico sacar al chofer libre caucionalmente
que pagar los gastos médicos, alardeando de corromper a la autoridad
--como es su costumbre en su práctica laboral-- especialmente a los
MP a los que más trata por la naturaleza de su trabajo.
El conductor, que dijo llamarse Miguel Angel Muñoz
Miranda, se retiró de éstas oficinas libre, toda vez que
el delito que se le imputó no es punible, (lesiones motivadas por
hechos de tránsito de artículos 288 y 289, párrafo
primero del Código Penal del DF, así como de conformidad
con el artículo 60 del mismo ordenamiento, párrafo de la
averiguación previa antes citada).
Por la gravedad del percance, este 3 de mayo mi madre
tuvo que ser operada por un especialista, intervención obligatoria
debido a los dolores intensos, pese al dictamen del médico legista
Ramón Fajardo. Los gastos médicos rebasan los 100 mil pesos
hasta ahora. Acompaño esta denuncia copias de facturas médicas.
Mi madre iba a su trabajo. Tiene una florería en
el panteón de Legaria y sus ingresos son escasos.
Licenciado Bernardo Bátiz, solicitamos su apoyo
como ser humano y como procurador su intervención.
Atentamente:
Yolanda Molina Castro, Hugo Joel Molina Castro y Alfonso
Molina Castro
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