VIERNES Ť 11 Ť MAYO Ť 2001
Ť Pese al revés en Sudáfrica, persisten acoso legal, sanciones y cabildeos para cerrar tratos
Laboratorios intensifican campaña contra genéricos
Las grandes compañías farmacéuticas que tratan de obstaculizar la venta de medicamentos genéricos contra el sida tuvieron un tropiezo en Sudáfrica, pero no han perdido la batalla; es más, ya preparan su estrategia para influir en organismos internacionales creados para combatir la pandemia.
Según información de Corporate Crime Reporter, Multinational Monitor y Essential Action, medios de organizaciones no gubernamentales que vigilan a grandes corporaciones, la demanda legal que grandes laboratorios interpusieron contra fabricantes de medicamentos genéricos en Sudáfrica le costó a los primeros el repudio de la opinión pública mundial, pero ello no ha hecho ceder las campañas de propaganda, las amenazas legales, las sanciones ni el cabildeo con gobiernos de países en desarrollo para cerrar tratos.
En junio, la Organización de Naciones Unidas tendrá una reunión en la que analizará la creación de un fondo mundial contra el sida y otras enfermedades. Un mes después, representantes de las naciones más poderosas del planeta, agrupadas en el Grupo de los Siete (G-7), se reunirán en Italia para definir estructura y funciones del nuevo organismo.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha señalado que este fideicomiso internacional requerirá entre 7 mil y 10 mil millones de dólares anuales y se espera que en breve Estados Unidos se comprometa a dar 200 millones de dólares.
Un posible punto de partida es un fondo creado por el Congreso de Estados Unidos con una aportación inicial de 20 millones de dólares y manejado por el Banco Mundial; sin embargo, esta organización no ha captado suficientes donativos para despegar.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha planteado que el cuerpo directivo del fondo esté integrado por un consejo de donantes con participación de algunos países receptores. Los donantes no serían sólo gobiernos, sino también fundaciones y corporaciones privadas.
De acuerdo con la propuesta del Departamento del Tesoro, las compañías farmacéuticas sólo tendrían que pagar 5 millones de dólares para tener derecho a un lugar en el consejo del nuevo fondo.
Para las ONG esto resulta "un ultraje" y generará un conflicto de intereses al dar poder de influencia y decisión a los laboratorios, los cuales, según los activistas, tienen parte de la responsabilidad de la pandemia, pues a pesar de estar conscientes de que el sida sólo puede combatirse con una reducción sustancial de los precios de las medicinas, no sólo se oponen a ello, sino que tendrán más fuerza para boicotear a las empresas que elaboran medicamentos genéricos.
Señalan que si las trasnacionales realmente desean contribuir a solucionar el problema pueden empezar por ofrecer patentes y licencias de medicamentos a la Organización Mundial de la Salud, a fin de que fabricantes de genéricos puedan elaborarlos a precios hasta 95 por ciento más bajos y distribuirlos en los países pobres. DAVID ZUÑIGA