Ť Reducir la demanda de estupefacientes, prioridad de mi gobierno, dice Bush
John Walters, nuevo zar antidrogas estadunidense
Ť Admite el presidente que cinco millones de personas consumen drogas ilícitas en EU
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 10 de mayo. El presidente George W. Bush nombró hoy como zar antidrogas de la Casa Blanca a un político que favorece la estrategia de reducir la oferta de droga a través de la interdicción internacional y, aparentemente para neutralizar las crecientes críticas contra este énfasis, declaró que la reducción de la demanda de estupefacientes ilícitos, será la prioridad de su estrategia para el combate antinarcóticos.
El nombramiento de John Walters, promotor de la "línea dura" de reducción de la oferta y esfuerzos de seguridad pública en el exterior para controlar el ingreso de drogas a este país, se dio a conocer un día después de la designación de otro ultra conservador, el representante Asa Hutchinson, como jefe de la DEA.
Críticos de estos nombramientos sostienen que las estrategias de mano dura basadas en la reducción de la oferta internacional, interdicción y más recursos para la policía y prisiones, han fracasado. Ethan Nadelmann, director ejecutivo del Lindesmith Center, organización que favorece la reforma de las políticas antidrogas, señaló hoy que aunque el presupuesto del país para enfrentar el problema se ha triplicado en la última década, y de que hay medio millón de reos en las cárceles por delitos vinculados con la droga, éstas "son más baratas, más puras y más disponibles que nunca en Estados Unidos". Los nombramientos, dijo, parecen indicar que sólo habrá más de lo mismo.
Al anunciar el nombramiento de Walters, Bush subrayó que Washington continuará enfocándose en la reducción de oferta en el exterior antes de que las drogas ingresen al país. "Mi gobierno continuará trabajando con naciones para erradicar las drogas en su origen y para fortalecer nuestras fronteras a fin de detener el flujo a Estados Unidos", declaró el presidente en una ceremonia para dar a conocer al próximo zar antinarcóticos. "Esto hará una prioridad el tener una cooperación cercana con México".
Pero Bush, en comentarios aparentemente hechos a fin de responder a los críticos de estos nombramientos, agregó: "La forma más efectiva para reducir la oferta de drogas en Estados Unidos es reducir la demanda". Aseveró que durante los últimos ocho años el periodo de la presidencia de Bill Clinton, el número de estudiantes de último año de preparatoria que usaba drogas se incrementó. "De hoy en adelante, el gobierno federal realizará un esfuerzo pleno para reducir el uso de drogas ilícitas", advirtió.
Bush informó que existen 5 millones de drogadictos en el país, pero que dos tercios de éstos no reciben ningún tratamiento contra su abuso, y ordenó a su gabinete iniciar de inmediato un esfuerzo para mejorar los programas de tratamiento de drogas a nivel comunitario y en las cárceles, y prometió otorgar otros 1.6 mil millones de dólares para financiar esta campaña. "Este gobierno enfocará una atención sin precedente sobre el lado de la demanda", dijo Bush.
No obstante, el jefe de prensa de la Casa Blanca, Ari Fleischer reconoció que el presupuesto federal antinarcóticos de 19 mil millones este año, dedica cinco veces más fondos a la interdicción que al tratamiento. "Bueno, si alguien desea sugerir que suspendamos los esfuerzos de interdicción, el presidente no apoya eso", afirmó. "Incrementará los esfuerzos de prevención, los de educación y los de tratamiento".
El presidente estadunidense dijo hoy que el uso de drogas ilícitas le cuesta al país más de 100 mil millones de dólares al año, pero rechazó enfático cualquier opción ligada a su legalización. Algunos amigos cercanos a la familia Bush, entre ellos conservadores como el ex secretario de Estado George Shulz, han declarado que la legalización y el control de la oferta de las drogas podría ser un mecanismo más efectivo para controlar el problema y sus consecuencias criminales. Esta postura ha sido apoyada también por el famoso economista conservador Milton Friedman, el actual gobernador republicano de Nuevo México y varios legisladores estatales que han promovido medidas para despenalizar la droga.
Pero Bush declaró su desacuerdo. "La legalización de drogas sería una catástrofe social... El uso de drogas y la adicción se elevaría. Los hospitales se llenarían con muchas más emergencias por droga. El abuso de menores se incrementaría. El costo de tratamiento y de bienestar social se elevaría".
El nombramiento de Walters fue recibido con beneplácito por algunos políticos conservadores, pero también provocó criticas. "Walters representa la propuesta de que la política antinarcóticos no tiene nada que ver con los hechos, la ciencia o la salud pública", declaró Ethan Nadelmann del Lindesmith Center. "Para él, todo se trata de castigo". Señaló que la selección de Walters mina el propio interés declarado por Bush a favor del tratamiento y recordó que el ex zar antidrogas Barry McCaffrey criticó a Walters por estar muy "enfocado en la interdicción".