VIERNES Ť 11 Ť MAYO Ť 2001

Ť El foro indígena propone un boicot en 2002 al Año Internacional del Ecoturismo

La Conferencia del Milenio pide liberar a los campesinos Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera

Ť Fue proyectado un video sobre la lucha de ambos ecologistas por los bosques de Guerrero

ROSA ROJAS ENVIADA

Panamá, 10 de mayo. Un boicot al Año Internacional del Ecoturismo, proclamado por la ONU para 2002, se propuso durante la Conferencia del Milenio de los Pueblos Indígenas, por considerar que éste proporciona a los gobiernos una fachada para usar cuestiones políticamente correctas, como las áreas naturales protegidas, para negar los derechos y títulos indígenas sobre sus territorios.

Por otra parte, se alertó sobre el peligro que corren los pueblos indios de que sea el Consejo Económico y Social o la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, los que acaben designando a los ocho representantes indígenas ante el Foro Permanente sobre Temas Indígenas, si éstos no organizan consultas regionales para decidir por ellos mismos a sus representantes.

Los participantes en la conferencia firmaron además una carta en apoyo a la libertad de los campesinos ecologistas mexicanos Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, presos por defender sus bosques en el estado de Guerrero, cuyo caso conocieron mediante un video.

Durante un taller sobre turismo y derechos indígenas, el documento difundido sobre el tema -elaborado por el Centro Internacional de Apoyo al Turismo Sustentable, de Canadá- propone rechazar y desacreditar el Año Internacional del Ecoturismo de la ONU, ya que si bien el organismo internacional sostiene que éste ayudará a los gobiernos y al sector privado a utilizar el turismo como una herramienta para el desarrollo sustentable y la conservación de los recursos naturales y culturales, la realidad es que simplemente promueve el ecoturismo como un altamente lucrativo nicho de mercado, facilitando la comercialización industrial de las culturas indígenas y la riqueza de la biodiversidad de sus territorios. Además, los pueblos indígenas recibirán serios impactos por el incremento del turismo que se espera genere dicho programa.

Imagen divulgada y realidad

Añade el documento que, en junio próximo, la ONU y el gobierno de Alemania patrocinarán un taller para coordinar el desarrollo de lineamientos internacionales relativos al turismo y la biodiversidad, con especial énfasis en ecosistemas y áreas vulnerables. Los resultados de ese taller serán enviados a la Cumbre Río, a realizarse en 2002, pero los pueblos indígenas no tienen conocimiento ni voz en ese proceso. Mientras tanto, algunas organizaciones no gubernamentales están financiando el proceso y se han arrogado la voz principal.

Plantea además que la imagen del ecoturismo generada por los gobiernos, conjuntamente con la industria turística, contrasta bruscamente con la realidad en los hechos, y aunque compañías especializadas del ramo difunden que hay algún mínimo reparto de ganancias a las comunidades, significativamente las oportunidades para éstas son la excepción. Indica que de acuerdo con datos del Centro para la Investigación y Desarrollo del Turismo de India, los destinos ecoturísticos pierden sus características especiales en un lapso de sólo 15 años, lo que es una devastadora estadística para los pueblos indios atrapados en una espiral descendente.

Las compañías turísticas frecuentemente hacen a un lado el protocolo de negociar, con los liderazgos indígenas, términos respetuosos de acceso y uso debido a su utilización de pequeños operadores locales como intermediarios, o se enfocan en individuos o familias de una comunidad, y son excepcionales el consentimiento previo informado, las compensaciones por derechos de autor, el justo pago por servicios y las oportunidades de una asociación equitativa, afirma.

Respecto a la elección de representantes indígenas ante el Foro Permanente sobre Temas Indígenas de Naciones Unidas, en las deliberaciones de la conferencia diversas voces llamaron la atención sobre la convocatoria que abrió en febrero la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, para que las organizaciones indígenas presenten candidaturas de quienes habrán de representar a cada una de las regiones: Artico-Europa; Africa; Asia; Norteamérica; Centro-Sudamérica y el Caribe; Pacífico; la antigua Rusia y Europa oriental, y una octava que será rotatoria entre tres regiones: Asia; Africa y Centro-Sudamérica y el Caribe.

Se alertó que esta convocatoria podría llevar a que se envíen cientos de candidaturas por región, lo que al final podría prestarse a una manipulación para que sea la presidencia del Ecosoc o el Alto Comisionado los que finalmente decidan quién representará a cada región. Se indicó que debe haber una previa consulta con las organizaciones de los pueblos indígenas de los diferentes países de una región, para que de ese proceso salgan las candidaturas indígenas. Tales consultas ya se han realizado en Bolivia, Panamá, Australia, Ecuador y Rusia.

Hubo cuestionamientos a la forma en mdf06175 que se determinaron las regiones y su agrupamiento. La respuesta de algunos de los indígenas que han participado en el seguimiento de las negociaciones en la ONU, fue que el Caucus (comité) indígena ya las había aceptado.

Tony Belcourt, de la nación Metis de Canadá, manifestó su preocupación sobre quiénes son y qué representatividad tienen las personas que integran ese Caucus. ''Yo soy un líder electo, represento a una organización que agrupa a miles de personas; en Ginebra veo a un club que representa a burócratas, no veo a personas elegidas, no veo la oportunidad de discutir la política; todos traen agendas de sus gobiernos'', afirmó, indicando que en esta conferencia el trabajo ha estado enfocado al lenguaje que se va a usar en las declaraciones. ''Eso es bueno, pero Ƒdónde está lo que le pasa a la gente, a los que les están quitando su tierra?, Ƒa los que están muriendo?, Ƒqué vamos a hacer con la acción política?'', preguntó.

Diversas voces le respondieron que conocen las limitaciones de la representación de las organizaciones indígenas en Naciones Unidas. ''La ONU va a continuar con esto, con nosotros o sin nosotros; tenemos responsabilidades con la gente que no está aquí, porque no hay financiamiento o no sabe, pero tenemos que vivir con estos límites. El grupo de trabajo sobre pueblos indígenas de la ONU tiene 20 años y no todos los pueblos indígenas han podido participar. Este es un proceso que además refleja la exclusión en que vivimos los pueblos indígenas''.

La carta de apoyo a los campesinos mexicanos Montiel y Cabrera está dirigida a los magistrados del segundo tribunal colegiado de circuito en Chilpancingo, y hace referencia al amparo 117/2001 que la defensa de ambos ecologistas interpuso en el proceso que se les sigue. En la misiva se expone que el proceso judicial instaurado ''ha padecido de continuas violaciones a los derechos humanos, que han redundado en la parcialidad de los juzgadores, al grado de omitir valorar diversas probanzas que dan cuenta de la inocencia de los ambientalistas e incluso rechazar la admisión de otras pruebas contundentes''.

Los juzgadores... ''han basado sus condenas en las declaraciones que se atribuyen a los campesinos ecologistas, otorgándoles el valor de confesiones; sin embargo, no valoraron que dichas declaraciones son consecuencia de que Montiel y Cabrera fueron obligados a firmar papeles de desconocido contenido, mediante tortura física y psicológica, y que a la postre resultaron ser señalamientos autoinculpatorios'', indica.

Añade que tampoco se ha valorado que, conforme a las pruebas aportadas por la defensa, ''es evidente que los ecologistas no contaron con abogado ni persona de confianza en las primeras declaraciones que se les atribuyen como confesiones. De igual forma, de acuerdo con lo declarado por los propios militares el 26 de agosto de 1999, ante preguntas formuladas por la defensa, ellos aceptan haber sometido a interrogatorio a los ecologistas y haberlos mantenido en su poder durante cinco días, además de trasladarlos a las instalaciones del 40 Batallón de Infantería. Las imputaciones referentes a los delitos de siembra de mariguana y de portación de arma de fuego, son inverosímiles -además de lo señalado-, porque nunca se comprobó la existencia del plantío ni de las propias armas, mucho menos que las portaran, pues el Ministerio Público en ningún momento certificó la existencia del armamento en el lugar de los hechos y, por lo tanto, éste no fue puesto a disposición inmediata del mismo.

''Irregularidades esenciales que han sido aceptadas y demostradas por la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos, mediante su recomendación 8/2000, que tiene el carácter de prueba documental pública y por lo tanto valor probatorio pleno y que sin embargo, ha sido omitida en su análisis.

''Una garantía fundamental de toda persona sometida a juicio es la imparcialidad e independencia en la administración de justicia; tenemos confianza en que ustedes analizarán con toda cabalidad y estricto apego al derecho, el amparo interpuesto por Montiel y Cabrera'', concluye el documento.