JUEVES Ť 10 Ť MAYO Ť 2001
Ť Ha sido llamado El padre del cine silencioso; el cine es político, decía
Ettore Scola cumple 70 años; sus películas, calificadas como una obra política de izquierda
AGUSTIN SANCHEZ GONZALEZ ESPECIAL
Quizá la década de los setenta fue su mejor tiempo. En nuestro país conocimos obras geniales como Nos amábamos tanto; Sucios, feos y malos y Un día especial.
Ettore Scola cumple 70 años este 10 de mayo y cabe recordar, entonces uno de los grandes creadores italianos. Nacido en 1931, en Trevico, Italia, comenzó haciendo periodismo humorístico en el diario Marc'Aurelio, mientras estudiaba derecho en la Universidad de Roma.
En 1952, comenzó a participar en guiones y, asociado con Ruggero Maccari, pronto pasó a ser uno de los guionistas más famosos en materia de comedias. Durante muchos años participó como ayudante de dirección con grandes creadores como Dino Risi El estafador (1960); La marcha sobre Roma (1962) y con Antonio Pietrangeli: Adua y sus amigas (1960), La chica de Parma (1963) y Yo la conocía bien (1965).
En 1964 realizó su primera película: Se permettete parliamo di donne (Se permite hablar de mujeres); recientemente se estrenó en México La cena.
La obra de Scola se enmarca en una crítica social no exenta de humor negro, como sucede con Sucios, feos y malos, premiada en Cannes, en 1976, en la categoría de mejor director. Aquí se cuenta la vida en los suburbios de Roma, donde se expresa a los olvidados de la tierra.
La plasticidad de la obra de Ettore Scola se muestra en la cinta, nominada para el Oscar, El baile, (1983) película donde el único lenguaje existente es esa actividad lúdica que mueve a todos los seres humanos. Scola ha sido llamado El padre del cine silencioso.
Su mirar hacia la sociedad ha sido siempre de un compromiso social. Su cine ha sido calificado como una obra política de izquierda. "El cine es político -opina el maestro- por su gran difusión, por su contacto con las masas, porque se dirige a un gran público".
En la cinta Nos amábamos tanto, cuenta la historia de tres amigos que enamoran a la misma mujer y la lección ética que muestra no deja dudas acerca de su posición política.
Lo mismo sucede con una de sus películas más conocidas Un día especial (1977), donde se retrata magistralmente el día que Hitler visita Roma y sucede un encuentro casual entre un escritor homosexual y una ama de casa, donde la fotografía, en blanco y negro, es excepcional, lo mismo que las actuaciones de Marcelo Mastroiani y Sofía Loren.
En 1989 realizó una obra maestra con Qué hora es, donde narra el encuentro de unos desconocidos, a pesar de ser un padre y su hijo adulto, queriendo recuperar el tiempo perdido.
Scola ha sido considerado como un renovador de la comedia italiana. "Pocas veces uno se ríe tan fuerte y llora tan silenciosamente", lo describió un crítico.
A pesar de su conceptualización política, Ettore Scola ha señalado que "Las películas pueden incitar a pensar y a soñar y contribuir a mejorar la vida, pero no cambian nada".
En 1988 se estrenó una gran película que retrataba la destrucción del cine Splendor, obra que fue opacada por una cinta que trataba el mismo tema: Cinema paradiso.
Scola ha dirigido a las grandes luminarias del cine europeo: Marcelo Mastroiani (Qué hora es, 1989), La noche de Varennes; Sofía Loren (Un día especial), Vittorio Gassman, Ugo Tognazzi (El comisario Pepe, 1969); y Gerard Depardieu, entre otros.
Hoy es día de fiesta, celebrar los setenta años de uno de los grandes genios de la cinematografía mundial, ojalá pronto podamos ver una retrospectiva de este gran director.