JUEVES Ť 10 Ť MAYO Ť 2001

Ť Grupo Reto entregó a pacientes prótesis donadas por organismos estadunidenses

Casi 8 de cada 100 mexicanas, proclives al cáncer mamario

CAROLINA GOMEZ MENA

En México casi ocho de cada 100 mujeres padecen cáncer mamario en alguna etapa de su vida, y en la mayoría de los casos deben ser sometidas a una mastectomía radical, es decir, la extirpación quirúrgica del seno, lo que provoca un impacto físico y emocional en las afectadas que puede hacerles "perder el gusto por la vida" y las enfrenta a una realidad "difícil de superar".

Por ello, la donación de 650 prótesis de silicón, 450 brassieres, 100 sombreros y turbantes y 25 pelucas (para quienes pierden el cabello por la quimioterapia) al grupo de apoyo Recuperación Total (Reto) significó para las beneficiadas "un regalo de Reyes" con el que podrán sentirse "completas y normales".

Fue así como en la víspera del Día de las Madres culminaron meses de esfuerzos de grupo Reto, Underthings, Sistema de Salud Bautista de San Antonio, Texas y Camp Healthcare, con el que dieron una nueva perspectiva de vida a pacientes mexicanas de escasos recursos sometidas recientemente a mastectomía.

Al respecto la presidenta de Reto, Carmen Riveroll, manifestó en entrevista al término de la ceremonia de entrega que la donación, además de ser un acto solidario, es un ahorro significativo para las beneficiadas, ya que además de que este tipo de prótesis no se produce en México, cada una cuesta casi 3 mil pesos, suma "prácticamente imposible de conseguir para muchas".

Destacó que el que una mujer deba vivir sin un seno incide en su desarrollo emocional y va en demérito de su salud, pues la diferencia de peso entre uno y otro lado del tórax por la carencia de una mama provoca daños en la columna y en el ámbito estético "ya se sienten mutiladas e incompletas".

La sesión de entrega y posterior postura de las prótesis fue muy emotiva; "ellas lloraban, porque al mirarse en el espejo otra vez se sienten como antes de la operación".

Todas las afiliadas de Reto "estamos operadas de cáncer de seno", así como 90 por ciento del personal administrativo, pues la finalidad es apoyar con base en la experiencia a quienes recientemente han enfrentado la cirugía o están en quimioterapia. "Somos una gran familia", indicó Riveroll, quien también vivió la extirpación.

Teresa Cerón, una de las beneficiarias, sometida a cirugía radical hace cuatro años, señaló: "verse bien otra vez, poder elevar el busto me permitirá no sentir la enfermedad". No pudo evitar hacer la comparación entre los sentimientos que experimentó cuando se colocó ayer por la mañana la prótesis y cuando despertó de la operación sin uno de sus senos. "Ese día la tristeza fue terrible, en cambio ahora estoy satisfecha, completa".

María Eugenia Sosa García, otra operada, relató que su cirugía arrasó hasta con parte de la axila. "De los 52 ganglios, en 60 por ciento tenía lesiones, por eso no sólo me quitaron el seno, sino también parte de la porción baja de la axila, por eso la prótesis que recibí también cubrirá toda la zona extirpada, es una de las llamadas bilaterales".

Sosa García cuenta que, aunque tenía antecedentes familiares directos de cáncer ma- mario, nunca imaginó que padecería el mal, y fue por ello que, después de un golpe en la mama y detectar "una bolita" al palparla tardó un mes en aceptar que podría ser cáncer. "Cuando me dieron el diagnóstico pensé en suicidarme al sólo recordar cómo murió mi madre y es que no le tengo miedo a morir, si no a mal morir, como le ocurrió a ella".

Celebró la obtención de su prótesis, porque a la que tenía ya la había reparado más de una vez con cinta canela, pues el silicón "ya se escapaba" por varios puntos. "Estaba muy deteriorada por nueve años de uso".

Por su parte, Daniel Tablada, director de relaciones internacionales del Sistema de Salud Bautista de San Antonio, Texas, subrayó la importancia de la prevención, por lo que exhortó a todas las mujeres a efectuarse periódicamente exámenes manuales a fin de evitar una cirugía radical.

Riveroll informó que la propuesta es que Reto reciba dos veces al año donaciones similares por parte de estos organismos estadunidenses, que también prevén donar un mastógrafo. Cada prótesis costó 300 dólares, los sostenes para contener la prótesis 45 dólares, y las pelucas y turbantes cerca de 40 dólares por unidad.