JUEVES Ť 10 Ť MAYO Ť 2001

Son 200 los habitantes de San Juan Maninaltepec, Oaxaca

Con cercas tratan de expulsar a comunidad zapoteca

VICTOR RUIZ CORRESPONSAL

Oaxaca, Oax., 9 de mayo. La valla de los Díaz Grijalva, nueve descendientes de Raúl Díaz Manzano, es apenas la consecuencia de un cacicazgo que ha intentado apoderarse de las tierras y mantener el control político y económico de la localidad, ubicada entre las regiones mixe y chinanteca, según los indígenas zapotecas afectados.

Los integrantes de dicha familia: Nemesio, Bulmaro, Raúl, Humberto y Moisés Díaz Grijalva, así como Javier Díaz Ramos, Moisés Días Yescas, Jorge González Díaz y César González Díaz, sostienen que son propietarios legítimos de mil 900 hectáreas, luego de que el señor Raúl Díaz Manzano, propietario del rancho Maninaltepec o La Ermita, en 1980 "hizo una donación a título gratuito de una superficie aproximada de mil 500 hectáreas a 20 campesinos que habían sido sus trabajadores". Por lo que aseguran que las tierras no son comunales.

Pero los pobladores de Maninaltepec sostienen que los Díaz Grijalva son invasores y debido a ello, un hombre de cada tres familias se ha visto obligado a emplearse en otras tierras; otros han emigrado a la ciudad de Oaxaca como albañiles; unos más hacia el norte del país en época de pizca o cosecha de tomate y otros hacia Estados Unidos, específicamente Carolina del Norte, en donde se desempeñan como cocineros en restaurantes o peones en aserraderos.

Este conflicto se agudizó el 28 de octubre pasado cuando la comunidad, en ejercicio del sistema de elección por usos y costumbres, escogió a sus autoridades para el periodo 2001-2003, de tal modo que Ildelfonso Santiago resultó electo agente municipal y Pedro Chávez Castro su suplente; asimismo, nombró secretario a Efrén Martínez González y tesorero a Aquilino Díaz Dionisio, mientras que a Marcelino Estrada Castro y Félix Manzano Hernández como primer y segundo topiles.

Como es costumbre, el 2 de enero, día en que debían tomar posesión de sus cargos, fueron a la presidencia municipal para que les ratificara el nombramiento, sin el cual no tiene validez constitucional, sin embargo, el alcalde de Santiago Choapam, de donde depende La Ermita, Hipólito González Bautista, no quiso dar el reconocimiento, pues les puso como condición que se integrara a la autoridad uno de los Díaz Grijalva.

Ante la actitud del alcalde, los representantes de la comunidad acudieron ante el delegado de gobierno en Ayutla, cuya jurisdicción comprende Santiago -Choapam- y ante el subsecretario de Desarrollo Municipal del gobierno del estado, Joaquín Rodríguez Palacios, para buscar una solución.

Las autoridades municipales no solo se niegan a reconocer a las autoridades electas, sino que exigen a los comuneros la entrega del sello de Maninaltepec, que le otorga personalidad jurídica a la agencia, indica un informe de la Misión Civil de Observación y Diagnóstico que visitó la comunidad los días 20 y 21 de abril con el fin de documentar la violación a los derechos humanos mencionados.

En dicha misión asistieron organizaciones no gubernamentales como el Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto, La Red Oaxaqueña de Derechos Humanos, el Movimiento Ciudadano por la Democracia y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, quienes dieron a conocer estos hechos a Amnistía Internacional y otros organismos internacionales con el objetivo de garantizar la protección de la comunidad.

Detrás de la violación a la libre determinación de este pueblo, dijeron, se encuentra la disputa por la tierra entre el título primordial de la comunidad La Ermita Maninaltepec, de 4 mil 400 hectáreas, y el título de pequeña propiedad perteneciente a los Díaz Grijalva.

El cacicazgo

Testimonios recabados por la misión indican que el cacicazgo en San Juan Maninaltepec data de 1913, año del arribo de la familia Díaz Grijalva que, proveniente de Villa Hidalgo, Yalalag, se asentó en diez hectáreas que fueron manifestadas en 1914. Por su parte, los comuneros son descendientes de San Juan Roavela, pueblo existente desde 1718.

A partir de la llegada de los Díaz Grijalva, "la comunidad fue regida bajo un sistema de explotación que, de acuerdo a los habitantes de San Juan Maninaltepec, se basaba en la servidumbre, la esclavitud y el despojo", según el testimonio del indígena Apolinar Díaz Yescas.

"Muchos habitantes se fueron porque les quitaron sus tierras, otros se sometieron a ser sirvientes con un sueldo muy bajo, malos tratos, obligándolos a trabajar forzosamente bajo sus órdenes", dijo.

Otro indígena declaró que los Díaz Grijalva "sólo se aprovechan de los pobres, viven de los pobres y del sudor de los pobres, a quienes los ven como animales. Les duele más que se muera su bestia que matar a un campesino. Ya hay muchos compañeros que se fueron de aquí y están en San Cristóbal, Veracruz.".

El cacicazgo de los Díaz Grijalva duró hasta 1986 cuando la comunidad interpuso una denuncia debido a los sembradíos de marihuana que tenían los pequeños propietarios. El 13 de octubre de ese año el Ejército Mexicano certificó la existencia de diez hectáreas sembradas de la yerba y los Díaz Grijalva desaparecieron algún tiempo.

Ese mismo año, la comunidad logró restituir el procedimiento agrario a su favor de acuerdo al expediente 77/96, siendo que en épocas anteriores un magistrado del Tribunal Unitario Agrario de Tuxtepec había resuelto en favor de los Díaz Grijalva, se lee en el informe de la Misión de Observación.

Sin embargo, en 1999 regresaron y en junio de ese año comenzaron a despojar nuevamente a las personas de la comunidad de sus terrenos mediante el tendido del alambrado en alrededor de 300 hectáreas. A finales de febrero de este año comenzaron a cercar otras 400 hectáreas, cuando los comuneros ya habían sembrado sus tierras por lo que perdieron toda su cosecha y los frutos de los árboles que habían plantado.

Durante el recorrido de la Misión Civil, los comuneros señalaron que el objetivo de los Díaz Grijalva es desplazar a la comunidad a Loma Carricillo, una localidad en la montaña que no cuenta con ningún servicio y que se encuentra a más de tres horas a pie.

La versión de los Díaz Grijalva

Ante la prensa, sin embargo, los integrantes de la familia Díaz Grijalva leyeron un documento en el que manifiestan que son sucesores legítimos del rancho Maninaltepec, ubicado en el municipio de Santiago Choapan, "propiedad que se compone de aproximadamente 3 mil 200 hectáreas", cuyo propietario fue Raúl Díaz Manzano fallecido en el año de 1981.

Este rancho, dijeron, lo heredó de su madre Francisca Manzano Díaz, "quien a su vez lo adquirió por herencia de su padre José Manzano, quien por diversas escrituras lo adquirió de Nicolás Díaz, y este a su vez lo adquirió en el año de 1896, 1913 y 1914, desprendiéndose de dichos títulos, que esas tierras estaban ubicadas en la jurisdicción municipal de Santiago Jalahui.

"De tal manera que la propiedad del rancho La Ermita o Maninaltepec hace más de cien años que está sujeta al régimen de propiedad sin interrupción por sus propietarios hasta la actualidad y no como lo relacionan los citados presuntos comuneros de San Juan Maninaltepec".

En su escrito recuerdan que en el año de 1983, dos años después de que murió Raúl Díaz Manzano, "dichos campesinos, sedicentes comuneros de San Juan Roavela, solicitaron a la Secretaría de la Reforma Agraria el reconocimiento y titulación de sus Bienes Comunales y señalaron precisamente las tierras con las que fueron beneficiados con la donación y las que se había reservado como propiedad particular el finado Raúl Díaz Manzano"

Mientras tanto, el avance del cerco de alambre -como un gusano- devora montañas, ríos, hombres y la provincia toda.