JUEVES Ť 10 Ť MAYO Ť 2001

Ť El general habría victimado a 250 indígenas y ex guerrilleros en los setenta

Investiga la PGR a Acosta Chaparro por desapariciones forzosas y torturas

Ť En la averiguación se agregaron investigaciones acerca de la supuesta existencia de una fosa clandestina en Guerrero Ť El militar combatió a grupos armados, como el de Lucio Cabañas

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

El Ministerio Público Federal (MPF) integra una averiguación previa en la que se señala al general Mario Arturo Acosta Chaparro Escapite como presunto responsable en la comisión del delito de desapariciones forzosas y actos de tortura en contra de indígenas y guerrilleros guerrerenses en los sesenta.

De acuerdo con fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR), el caso se encuentra "en etapa de investigación", y se ha visto fortalecido con testimonios de personas directamente afectadas por Acosta Chaparro, así como con datos proporcionados por diversas organizaciones no gubernamentales.

En esa averiguación previa se han agregado las investigaciones relacionadas con la supuesta existencia de una fosa clandestina en Guerrero, en la que habrían sido enterrados habitantes del municipio de Atoyac de Alvarez.

Las fuentes consultadas señalaron: "aún no se tienen elementos de convicción que permitan establecer, hasta ahora, una responsabilidad del militar denunciado".

La averiguación fue iniciada a raíz de las denuncias formuladas por el Congreso de Guerrero y familiares de presuntos desaparecidos y torturados.

El general Acosta Chaparro Escapite integró en los setenta la Brigada Blanca, formada por policías y militares para combatir la guerrilla de Guerrero. En 1974 rescató al entonces gobernador Rubén Figueroa Figueroa, secuestrado por Lucio Cabañas.

Considerado un experto en combate a guerrillas, el general se encuentra recluido en la prisión del Campo Militar número 1 desde el año pasado, acusado de delitos contra la salud y colaboración con el cártel de Juárez.

La fosa clandestina

 

El 1o. de septiembre de 2000, Octaviano Santiago Dionisio, entonces coordinador de la fracción parlamentaria del PRD en el Congreso guerrerense, denunció que fue torturado por Acosta Chaparro Escapite.

Según cifras de la PGR, hechas con base en las denuncias de guerrerenes, hubo más de 250 desaparecidos durante los combates del Ejército Mexicano contra la guerrilla.

El 26 de abril de este año, la delegación de la PGR en Guerrero recibió una denuncia en la que se solicitaba investigar la presunta existencia de un cementerio clandestino localizado en la Sierra de Atoyac, donde supuestamente se descubrieron varias osamentas que pudieran pertenecer a campesinos masacrados por militares.

La fosa habría sido detectada por integrantes de la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos (Afadem), en la ruta de Mexcaltepec a Pie de la Cuesta, en la parte media de la sierra, cerca de la comunidad de San Juan de las Flores, de acuerdo con reportes periodísticos.

Las publicaciones destacan que los denunciantes indicaron a la PGR que en los setenta, "como nuestra casa se quedó sola, el Ejército instaló ahí un cuartel donde realizaban todo tipo de actividades relacionadas con sus objetivos. Hay testimonios de la población en el sentido de que en este lugar se torturaba a las personas.

"En mayo de este año, cuando comenzamos a excavar en la parte trasera de la casa para hacer una fosa séptica, encontramos unos huesos que al parecer son de seres humanos".

El 27 de abril la delegación de la PGR en Guerrero dio a conocer que desde seis meses atrás lleva a cabo investigaciones relacionadas con desapariciones cometidas por militares en los setenta.

Desde esa fecha, el subdelegado Francisco Lara mencionó la existencia de "versiones" acerca de la existencia de un cementerio clandestino en la Sierra de Atoyac.

Ayer, miércoles, el subprocurador Gilberto Higuera Bernal aseguró que ya hay un grupo de agentes del Ministerio Público trabajando en el caso.

El funcionario de la PGR dijo que existe una denuncia sobre este particular, y dio instrucciones para que esos señalamientos sean investigados "junto con algunas otras denuncias que previamente se han hecho en ese sentido".

Se negó a confirmar la existencia de esa fosa clandestina, pero señaló que "existe la denuncia y se está averiguando".

Cuando se le cuestiono si ya se han hecho peritajes en el lugar, indicó: "se trabaja en eso; podría dar información una vez que tengamos dictámenes periciales concretos que nos aseguren que la información que demos es real".

--¿Pero hay restos de cadáveres y osamentas?

--Bueno, eso es lo que se tiene que acreditar pericialmente.

--¿Cuándo se podría comprobar que efectivamente son restos humanos?

--En pocos días; seguramente tendremos una información fidedigna de los restos que se pudieran encontrar, además, se tendría que hacer una búsqueda minuciosa y total.

--¿Qué personal está trabajando?

--Tenemos tres agentes del Ministerio Público en ese caso, desde que se presentó la demanda.

--¿En qué lugar se encuentra este presunto cementerio clandestino?

--La búsqueda para nosotros no ha concluido, es decir, es un proceso que se toma de la noticia original. Pero no puede entenderse que la información que se tiene de origen es completa, única o verdadera, sino que se toma sólo como referencia. Ya informaremos en su oportunidad de lo que se localice y la naturaleza e identidad de estos restos.

--Pero, ¿dónde está?

--En el estado de Guerrero. Esta es un búsqueda que tiene que ver con una investigación, y debo decirles que no se trata solamente de una denuncia. Hemos tenido otros precedentes y tenemos que dar una información más responsable.