MIERCOLES Ť 9 Ť MAYO Ť 2001

Ť El programa de la periodista cumple 23 años de emisiones por Canal Once

Aquí nos tocó vivir, testigo de cambios y muchas pérdidas en el DF: Pacheco

Ť Se apresta, con el aval de los televidentes, a poner más atención en el Centro Histórico

Ť ''Comprendo y celebro el celo de las autoridades, pero entiendo más la necesidad y la pobreza''

RENATO RAVELO

Aquí nos tocó vivir, el programa de Cristina Pacheco, ha registrado ''a lo largo de estos 23 años el surgimiento de una ciudad, ha sido testigo de formas de organización o reorganización, pero también de muchas pérdidas''. Por eso a partir de ahora, luego del aval que los televidentes le dieran en la consulta de Canal Once, el programa semanal pondrá más atención en el Centro Histórico.

Para las entrevistas Cristina Pacheco se prepara, se documenta, se especializa en el tema que traerá el invitado que lo acompañará. Para Aquí nos tocó vivir cuando sale todos los jueves a grabación tiene una especie de ''despreparación'' (palabra que rechaza), que consiste en sensibilizarse al máximo, evitar los prejuicios, correr el riesgo de sentir y dejar de ser periodista, incluso.

De la realidad a la ficción

Pacheco transita entre la realidad y la ficción. Sus historias son reales, se basan en la experiencia, pero ella busca ese toque especial, humano. Las vive con fe de torbellino. En un momento de la conversación reconoce que el entrevistador es un seductor, que emprende ''una guerra florida con la otra persona'', y después afirma de manera tajante del ambulantaje: ''No se puede ser tan drástico en el tema, las plazas tal y como se han diseñado no han funcionado, intimidan al comprador. Me encantaría que el Centro (Histórico) estuviera limpio de ambulantes, pero yo misma si ahora como tanta gente me quedara sin trabajo, me convertiría en ambulante''.pacheco-cristina.2

Pacheco es desconfiada y reveladora, voz polémica y en ocasiones de una firmeza dulce, experta entrevistadora juzga con cuidado cada pregunta. La entrevista es acerca de las dos décadas del programa de televisión, que se ha hecho un género en sí.

La estrategia anterior, cuando le entregaron el Premio Fernando Benítez en la Feria del Libro de Guadalajara, consistió en seguirla durante uno de sus días de grabación. Ahora, a la salida de su programa de radio, ella dispara primero:

''Déjame empezar diciéndote tal vez una de las preguntas que tal vez me quisieras hacer, Ƒqué va a pasar con Aquí nos tocó vivir a partir de ahora? Visité el Centro Histórico, hice un recorrido por la noche y me encontré con algo alarmante: el deterioro impresionante, la cantidad de basura. Pensé que tenía que duplicar mi esfuerzo por rescatar sitios y centros de vida allí. Muchas cosas se están perdiendo. Este programa a lo largo de los años ha visto surgir una ciudad pero también hemos visto muchas pérdidas de la urbe. De tal manera que algunos de los sitios por los que transitamos ahora sólo quedan en el cine, la literatura y en este programa.''

Muchas voces en la urbe

-Vas a abocarte al Centro...

-No abocarme, voy a orientarme lo más posible. No puedo exclusivamente porque hay muchas voces en la ciudad.

-En 23 años muchos sitios, Ƒexiste algún ciclo de visita, cuál es el más visitado?

-Creo que el Centro, justamente.

-ƑPero existe algún sitio del Centro?

-La Merced, la calle de Corregidora, Donceles, Cinco de Mayo, pero en realidad es muy difícil volver a un mismo sitio porque la ciudad es enorme. Tengo tres álbumes con sugerencias de las personas, de sitios a donde ir y no me alcanza el tiempo.

-ƑEres consciente del momento en que pasas de la entrevista a la conversación?

-Para mí una entrevista es una conversación orientada, que tiene una especie de amplificador y un interés de que participen otras personas, que a través de ella otras personas se enteren de lo que piensa, de lo que sucede a un grupo de personas. Sería incapaz de grabar y dar a conocer una conversación privada.

-Pero no es lo mismo con el programa de entrevistas que Aquí...

-Por supuesto, porque una cosa es salir en busca de una voz y otra esperarla. En Conversando... me preparo de una manera deliberada, porque hay elementos predecibles, constantes, aunque desde luego es totalmente espontánea la conversación. En Aquí... yo no conozco, nunca de antemano, a las personas. Sé cuál es el tema que voy a tratar, pero no sé cómo.

-ƑTe despreparas?

-No me despreparo, sé a lo que voy. Si voy a un asunto de vivienda sé qué es el tema, pero no sé cómo porque ignoro cómo son las personas con las que voy a tratar.

-Me refiero a que en el curso del trabajo aunque vayas por algo puedes encontrar otra cosa y varías el rumbo...

-Ah, eso sí. Eso es una cosa fascinante, la posibilidad de que entren otras voces. El programa no está cerrado, no es que me desprepare sino que me abro. Esa cosa intuitiva, saber que estoy ahí para lo que la calle me brinde, para lo que la ciudadanía me diga. Voy con una idea, pero si ellos desean otra la asumo cuando considero que es importante.

Difíciles, todos los programas

-Platícame del equipo.

-Roberto Arroyo me ha hecho el favor de acompañarme prácticamente estos 23 años. Está David Segovia, mi camarógrafo desde hace más de 10 años. En su forma de mirar a través de la cámara he encontrado un complemento muy importante en mi forma de hacer periodismo. Están Martha Cruz, Marco Antonio Ruiz, Narciso Calderón, Juan Izquierdo y Ernesto Fragoso. Todo el equipo es muy importante, tiene que haber un ambiente. En un programa de esta naturaleza con alguien que esté mal no funciona porque necesitas contar con el apoyo de todos para entrar a un mundo desconocido.

Aquí nos toco vivir se podría vender a cable, por ejemplo?

-Eso no lo sé, porque no he hablado al respecto con el director de Canal Once, Julio Di Bella. Aunque muchas personas me han dicho que debería venderlo a estudiantes y sociólogos sobre todo, no he tenido tiempo de pensarlo, supongo que se requiere una inversión.

-Una pregunta cliché: Ƒcuál ha sido el programa más difícil?

-Una respuesta cliché: todos los programas son difíciles. Tengo que desplegar una serie de recursos que son pura improvisación, pero llevo una idea que va floreciendo al encuentro. Tengo que estar preparada para seguir el ritmo de las personas. Hay programas muy difíciles por dolorosos, no he quedado inmune en estos años después de ver muchas cosas que no las he sabido ver, ni las he querido ver con indiferencia ni con ojos profesionales. Las vivo y las veo como historias que me competen.

-Tu programa a veces es una seducción...

-Es que un entrevistador tiene que seducir a su entrevistado. Entiendo la entrevista como una especie de guerra florida. Como una especie de encuentro amoroso, una debe hacer muchas cosas para acercar al entrevistado. Es un juego de seducción, también el entrevistado quiere seducirte.

-La vez pasada estuvimos en Carretones y ya habías ido, a eso me refería con lo de visitas cíclicas...

-Como dos veces antes estuve allí, pero es una circunstancia especial. Me encantaría volver a los lugares con regularidad, pero no me alcanza el tiempo. Es un programa cada semana y son 26 o 27 minutos. A Carretones volví porque admiro mucho que una empresa de esta naturaleza subsista, que se mantenga ese grupo de artesanos.

-ƑNo es común que regreses?

-Es ocasional, pero vuelvo a la zona. Es muy bonito encontrarme en todas partes gente que he entrevistado o visto en las colonias, de alguna manera es un rencuentro con los lugares y eso es muy valioso.

-Volvemos al inicio, Ƒqué sentido le pondrás al reencuentro con el Centro?

-Lanzar una especie de reflector sobre los lugares que sobreviven, que están ahí a pesar de todo. Espero que ese reflector sirva para algo más que mantener o conservar el lugar en el video.

-Guillermo Tovar advierte que las ciudades modernas tienden a ser excéntricas, a lanzar a sus habitantes del centro...

-Sí, pero no destruir. Yo puedo cambiar, una persona puede cambiar a lo largo de la vida, y de eso se trata, pero conserva una columna vertebral. Aquí se trata de un centro con un valor excepcional que el propio Tovar de Teresa lo ha señalado de manera brillante. Además, en ese Centro Histórico hay formas de vida, voces.

Regreso en busca de voces

-Pero también asuntos polémicos, Ƒcuál es tu posición respecto de los ambulantes?

-No puedes ser tan drástico en una sociedad que está tan empobrecida. Me encantaría que todos los ambulantes estuvieran en locales maravillosos y atractivos, pero las plazas como están diseñadas no funcionaron. Son lugares inhóspitos, incómodos para el vendedor por el hacinamiento en esos corredores. Me encantaría pedir que la ciudad estuviera limpia, pero si en este momento me viera desempleada, sin posibilidades de encontrar un trabajo, me lanzaría al comercio ambulante. Ese orden que se quiere poner es para otro tipo de ciudad. Me preocupan tantos encuentros violentos.

-ƑVas a entrarle a esos temas?

-Por supuesto, si regreso al Centro será en busca de la voz de la gente. No es la primera vez que lo hago, tocar el comercio ambulante, y es impresionante lo que he visto: personas afuera de Catedral que me dicen: ''era obrero calificado, me corrieron y como tengo 40 o 45 años no puedo conseguir trabajo, y tengo que ofrecerme de electricista o lo que sea''. Comprendo y celebro el celo de las autoridades, pero entiendo más la necesidad y la pobreza.

-ƑCon qué frecuencia puedes salir de la ciudad?

-En los alrededores hay no uno sino mil Méxicos. No puede ser muy frecuente por el trabajo en radio, en el periódico. Estuve en Veracruz, en Tlacotalpan, pero siempre dejo algo pendiente. Quiero ir a Campeche, tiene una sociedad encantadora que acabo de reencontrar. Me encantaría regresar a Tabasco, a Chiapas, Mérida.

-ƑTe sientes atrapada en tu torbellino?

-No, quiero consumirme en lo que me interesa, en lo que le da sentido a mi vida. Lo otro: estaría aburrida en un cocktail donde hay personas que no me interesen. No estoy atrapada, vivo mi torbellino.