Ť El cerebro del asalto al tren postal llegó este lunes a Londres tras 31 años de exilio en Brasil
Concluye la fuga más larga de la historia; Ronald Biggs ya está preso
Ť Disminuido físicamente, el ahora ex fugitivo compareció sólo unos minutos ante un tribunal
AFP
Londres, 7 de mayo. Ronald Biggs, uno de los más célebres fugitivos de la historia criminal británica, puso fin este lunes a casi 36 años de fuga, a menudo rocambolesca, de los cuales 31 vivió en un soleado exilio en Brasil. Este lunes el legendario ladrón se entregó a la justicia de su país, que inmediatamente lo envió de nuevo a la cárcel.
Al término de un regreso marcado por un gran despliegue de los medios de información, con la complicidad del diario popular británico The Sun, que fletó un avión privado, Ronnie Biggs, de 71 años, uno de los autores del ataque al tren postal Glasgow-Londres en 1963, volvió a territorio británico poco antes de las 9 horas locales.
Biggs, decaído por tres ataques cerebrales y sin dinero, fue detenido como estaba previsto, unos 20 minutos después de su llegada, por haber "huido ilegalmente". Unos 60 policías lo esperaban en la base de la Royal Air Force de Northolt, al noroeste de Londres.
Tras haber sido sometido a una revisión médica en una comisaría londinense, Ronnie compareció durante algunos minutos ante el tribunal de Hammersmith (oeste de Londres), lo que constituyó su rencuentro con la justicia de su país después de casi 36 años.
En 1964, la justicia británica lo condenó a 30 años de cárcel por su participación en el atraco del siglo. Pero 15 meses más tarde, se fugó de la prisión de Wandsworth (Londres y, tras cambiar de rostro en Francia, mediante una operación de cirugía estética y transitar por España, Australia y la selva sudamericana, se refugió en Brasil en 1970).
El considerado el cerebro del atraco permaneció indocumentado por más de 30 años en Brasil, debido a que nunca se interesó en pedir la ciudadanía; su visado de entrada también ya había caducado, aseguró la vocera del Ministerio de Justicia, Luiza Caneiro.
No obstante, pudo permanecer en la nación sudamericano por el nacimiento de su hijo en esa tierra.
Confía en una indulgencia por parte de los jueces
El lunes por la tarde, el juez Tim Workman no pronunció una nueva inculpación, pero ordenó el ingreso de Biggs en una celda de la cárcel de Belmarsh en el sudeste de Londres, que se hizo efectivo a las 14:36 horas locales.
Teóricamente corre el riesgo de purgar los 28 años que aún "debe" a su país, pero confió a The Sun que contaba con cierta indulgencia de los jueces, debido a su pésimo estado de salud.
Durante una comparecencia de algunos minutos, el ex play boy dio la imagen de un viejo hombre venido a menos por tres ataques cerebrales, que lo dejaron prácticamente sin poder expresarse.
Así, respondió mediante sonidos apenas perceptibles a las preguntas del juez, que lo interrogó sobre su identidad. Un médico de la policía tuvo que limpiarle el mentón, mojado de saliva, en varias ocasiones.
Vestido con una camiseta de The Sun y calzando un sombrero de vaquero, el fugitivo embarcó el domingo por la noche a bordo del lujoso avión Falcon, acompañado por un equipo del tabloide, su hijo Michael, y su ex cómplice, Bruce Reynolds.
Este último fue condenado a 25 años de prisión, de los que purgó 10 antes de ser liberado.
A The Sun, que organizó su regreso, Biggs confió que decidió poner fin a su exilio porque quería acabar su vida en su país y no ser más una carga para su hijo. Según informaciones publicadas por la prensa, gastó toda su parte del "botín", estimada en unas 147 mil libras (unos 212 mil dólares), y carece de medios para pagar los tratamientos médicos.
Cualesquiera que sean los motivos, la espectacular rendición de Biggs suscitó animados debates en Gran Bretaña: sobre la suerte que le espera, pero también sobre los métodos utilizados por The Sun para obtener su repatriación, y de paso una "primicia".
The Sun habría ofrecido 500 mil dólares por la exclusiva
Varios medios de comunicación afirmaron que el tabloide entregó unas 44 mil libras (unos 63 mil dólares) a allegados de Biggs, violando las normas de buena conducta dictadas por el organismo encargado de velar por el respeto de la deontología de la prensa (Pres Complaints Commission).
Esta última anunció este lunes la apertura de una investigación sobre el papel desempeñado por The Sun, que curiosamente titulaba este lunes en portada: "Lo tenemos: después de 13,068 días de fuga, hemos devuelto Biggs a la justicia de su país".
Sobre este punto, el diario Estado de Sao Paulo divulgó en su edición del lunes que el periódico británico The Sun habría pagado al menos 500 mil dólares por la exclusiva de devolver a Gran Bretaña y entrevistar al legendario asaltante del tren postal.
"The Sun le habría pagado (a Biggs) más de 500 mil dólares para tener la exclusiva de las entrevistas y el derecho de acompañarlo hasta Gran Bretaña", afirmó el diario Estado.
El rotativo brasileño informó que obtuvo esa información del abogado brasileño del asaltante, Wellington Moussinho Lins dos Santos, quien ya el sábado en declaraciones ante la prensa se había mostrado sorprendido de la decisión de Biggs de regresar a Gran Bretaña.
El defensor también había afirmado que si no era comprobado que salía por su propia voluntad, podría denunciar "secuestro".
Contactado el lunes por la Afp, Wellington declaró no saber cuánto había ofrecido el tabloide a Biggs.