MARTES Ť 8 Ť MAYO Ť 2001

Ť Hallan 50 almacenes de contrabando y un laboratorio para procesar 5.5 millones de CD piratas

Trifulca en Guadalajara por decomiso de presunta fayuca deja 22 heridos

Ť Diez horas de refriega Ť Auditan oficina aduanal del Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo

 DE LA CORRESPONSALIA Y NOTIMEX

Guadalajara, Jal., 7 de mayo. Un enfrentamiento entre vendedores y agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) dejó hoy un saldo de 22 lesionados y nueve detenidos. La trifulca ocurrió cuando los uniformados cateaban bodegas y decomisaban mercancía presuntamente de contrabando. Un reporte policial indica que se localizó medio centenar de bodegas de mercancía introducida ilegalmente al país y un laboratorio con capacidad para reproducir hasta 5.5. millones de discos compactos al año.

aeropuerto1Horas antes, unos 200 agentes de la PFP y del Ejército Mexicano iniciaron también una diligencia en la aduana del Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo, oficina de la que hoy se hizo cargo como administrador Héctor Castro Herrera, en sustitución de José Luis Espinosa de los Monteros, quien renunció la semana pasada después de que la SHCP anunció la destitución de 43 funcionarios en todo el país por presuntos actos de corrupción.

Cerca de la una de la tarde, unos 800 agentes de la PFP, además de la Policía Fiscal dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), acordonaron unas ocho manzanas de las zonas San Juan de Dios y del Buen Vestir, conocidas como mercados La Libertad y Medrano, respectivamente, para buscar mercancía presuntamente de contrabando.

Los empleados y agentes pretendían sacar la mercancía de 24 bodegas de la primera plaza. Durante varias horas, los comerciantes sólo insultaron y presionaron a los policías para evitar la acción.

Sin embargo, cuando ya habían llenado y retirado del lugar cuatro camiones con artículos, los vendedores repelieron la acción con botellas, palos y hasta sartenes, con saldo de 22 lesionados, entre ellos dos policías, uno por un botellazo.

Los agentes se apostaron en la banqueta de la avenida Javier Mina desde donde lanzaron gases lacrimógenos contra la multitud.

El enfrentamiento se prolongó por más de diez horas, lo que ocasionó el cierre de las calles de Javier Mina, José María Mercado y avenida Obregón.

Los comerciantes se quejaron de que frecuentemente les decomisan la mercancía y ya no pueden recuperarla. El contrabando de mercancía no inicia en el mercado, "el verdadero problema no esta aquí, está en la frontera", dijeron los afectados a una estación de radio.

En el mismo operativo, los policías intentaron catear locales del mercado Medrano, pero los comerciantes tuvieron tiempo de cerrar sus locales y guardar sus productos.

Las autoridades registraron la casa 168 de la calle Motolinía y en la zona de La Minerva detectaron un laboratorio clandestino de discos compactos donde trabajaban con más de 90 quemadores (reproductores) y hasta equipo para la elaboración de 5.5 millones y medio de unidades al año.

En ambos mercados se detectaron medio centenar de bodegas con mercancía ilegal, dijo por la noche un informe de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

Auditan oficina aduanal

Cuatro horas antes, unos 200 agentes de la PFP y del Ejército acordonaron la oficina de aduana del Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo, en apoyo a empleados de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam) y de la Contraloría Interna del Servicio de Administración Tributaria de la SHCP que realizaron una auditoría para detectar personal de la dependencia involucrado en ilícitos.

"Estamos atendiendo una visita de auditoría administrativa", dijo el encargado provisional de la Administración General de la Aduana, Héctor Castro Herrera, en una breve reunión con la prensa.

Mientras el personal la Secodam y los agentes de la PFP apilaban cajas y papeles sobre la mesa de juntas, Castro Herrera indicó que las instalaciones aduanales del aeropuerto, localizado a 15 kilómetros al sureste de esta ciudad sobre la carretera Guadalajara-Chapala, fueron virtualmente ocupadas por al menos un centenar de efectivos de la PFP que si bien se veían desarmados se hacían acompañar por perros entrenados.

"La auditoría se lleva a cabo por 15 expertos de la Secodam y la policía está aquí para vigilar que se cumplan las disposiciones y procedimientos legales, pero la actividad en el aeropuerto no se ha suspendido", indicó.

Aseguró que el aeropuerto, en el que se llevan a cabo unas mil 600 operaciones de revisión aduanal diarias, se mantendrá operando sin contratiempos durante la auditoría que, dijo, "no sé cuándo concluirá".

La mayoría de los efectivos de la PFP se colocaron cerca de las instalaciones de la aduana, localizada a unos 100 metros del edificio principal destinado al servicio de pasajeros del aeropuerto.

La movilización policial que inició poco después de las 8 horas fue casi desapercibida para los cientos de pasajeros nacionales e internacionales que arribaban o pretendían viajar y tampoco ocasionó bloqueos o problemas de tráfico vehicular.

Durante el operativo se aseguró y desarmó al personal de la Unidad de Apoyo a las instalaciones fiscales y aduaneras por elementos de la PFP. Las armas quedaron a disposición de la 15 Zona Militar, mientras que los empleados son investigados y rinden declaración ante los auditores.

Entre los actos de corrupción figuran presuntas operaciones ilícitas en una empresa cuyo giro es la compra-venta de oro y joyería fina para su comercialización, donde se presume que los empleados de la compañía operan coludidos con personal adscrito a la aduana tapatía.

Documentación

Poco después del despliegue en la oficina aduanal, media docena de tractocamiones con grandes contenedores se estacionaron frente a la zona entrada principal de la zona aduanal junto con automóviles y vehículos con el logotipo de la Secodam.

Los efectivos policiales impidieron inicialmente el ingreso de periodistas a la zona aduanal hasta unas tres horas después para una corta entrevista de prensa con Castro Herrera.

En las oficinas de la aduana Castro Herrera estaba acompañado por dos secretarias y vigilaba los movimientos de los auditores que solicitaban la documentación que les era entregada en cajas y libros fiscales.

Al parecer esta auditoría podría incluir a la aduana del aeropuerto de Puerto Vallarta, uno de los recintos fiscales con más movimiento en el Pacífico mexicano.