Ť El día 10 se cumplen 20 años de su elección presidencial
Mitterrand permitió la tortura en Argelia, cuando fue ministro de Justicia
AFP
Paris, 7 de mayo. Francois Mitterrand permitió la tortura en Argelia, siendo ministro de Justicia de Francia en 1956, reveló uno de sus ex consejeros, Jacques Attali, en vísperas de la celebración, el jueves 10 de mayo, del vigésimo aniversario de su elección a la presidencia francesa, en 1981.
Dichas celebraciones son pretextos para examinar el papel desempeñado en la vida de los franceses por este hombre, presidente de 1981 a 1995, seductor y sagaz político socialista, fallecido de un cáncer en la próstata en enero de 1996.
Attali indicó, en una entrevista concedida el domingo a uno de los canales privados de la televisión francesa, que "Francois Mitterrand reconoció ante mí que cometió un error en Argelia cuando, como ministro de Justicia, propuso la ley que en marzo de 1956 dio todos los poderes a los militares en materia de justicia".
Además, en un polémico libro publicado esta semana por un general francés, Paul Aussaresses, en el que se justifica la tortura en Argelia, este militar estimó que "al pedirle a los militares que restablecieran el orden en Argel, las autoridades civiles habían admitido implícitamente el principio de las ejecuciones inmediatas".
El legado histórico de Francois Mitterrand, que ahora es también el nombre de la faraónica biblioteca nacional y de una terminal de trenes urbanos, se ha visto empañado por revelaciones como las de Attali, entre otras.
Este presidente, intelectual amigo de Gabriel García Márquez y de Marguerite Duras, cuidaba su imagen de humanista, pero ya desde la publicación, en septiembre de 1994, de un libro sobre su juventud, se sabía de su controvertida participación en el gobierno pronazi de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial.
Uno de sus hijos, Jean Christophe Mitterrand, a quien nombró consejero para Africa, estuvo preso en diciembre del año pasado durante varias semanas, y sigue siendo investigado por la justicia, acusado de haber ayudado a organizar un tráfico ilegal de armas hacia Angola.
El proceso por corrupción, a comienzos del año, de quien fue ministro de Relaciones Exteriores y amigo íntimo de Miterrand, Roland Dumas, también cayó mal entre quienes admiran al presidente que abolió la pena de muerte en Francia, que impulsó reformas sociales (39 horas de trabajo semanales, jubilación a los 60 años) y firmó el Tratado de Maastricht sobre la Unión Europea (UE).
No obstante, según un sondeo aplicado en octubre de 2000, uno de cada dos franceses (50 por ciento) considera positivo el balance de Francois Miterrand y 38 por ciento lo juzga negativo.
Durante el gobierno de Mitterrand estallaron algunos casos que lo rozaron, pero sin implicarlo directamente: fabricación de falsas pruebas contra presuntos terroristas irlandeses en 1982, atentado de los servicios franceses contra el navío ecologista Rainbow Warrior, en 1985, y espionaje telefónico desde el Palacio del Elíseo.
"Históricamente hablando, Mitterrand es mucho menos interesante que (el general Charles) de Gaulle, pero desde un punto de vista sociológico es más fascinante (...) Miterrand, un político astuto, refleja las múltiples facetas de Francia", declaró el escritor y periodista Jean Lacouture, biográfo de ambos.
Mitterrand quiso marcar los 14 años que pasó en el poder con la construcción de monumentales obras arquitectónicas en París como el Arco de la Defensa, la remodelación del Museo del Louvre y la ya citada biblioteca nacional.
Un libro publicado con motivo del vigésimo aniversario de su elección, escrito por los periodistas Vicent Giret y Bernard Pellegrin, reseña los cambios que se produjeron no sólo en Francia sino en su izquierda política.
"El pensamiento de tendencia marxista que imperaba en la mayoría de izquierda de esa época se derrumbó mucho antes que el muro de Berlín", según los autores.
En lo que el diario Le Monde describe como una "celebración minimalista", el vigésimo aniversario de la elección de Miterrand dará lugar el jueves a un espectáculo musical en la plaza de la Bastilla, donde se festejó la victoria de la izquierda en 1981.
El actual primer ministro socialista, Lionel Jospin, participará, también el jueves, en un coloquio en la Asamblea Nacional, organizado por el Instituto Francois Mitterrand, sobre el tema "¿La política puede cambiar la vida?".