Ť Hasta ahora solo hay retórica, afirman analistas
El libre comercio, pieza central de la política de EU hacia América: Bush
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 7 de mayo. El presidente George W. Bush y cuatro de sus secretarios de gabinete afirmaron, en discursos por separado pero ante el mismo foro, que la expansión del libre comercio es la pieza central de una ''nueva'' política estadunidense que busca consolidar la ''democracia'' y la prosperidad en las Américas, pero para muchos que escuchaban estas palabras, tres meses después que se instaló el nuevo gobierno, la política hacia América Latina todavía no es más que retórica.
''El comercio abierto no sólo es una oportunidad económica, es un imperativo moral'', declaró Bush ante líderes del sector privado en la reunión anual del Consejo de las Américas.
''Cuando negociamos mercados abiertos estamos ofreciendo esperanza para los pobres del mundo. Y cuando promovemos el comercio abierto estamos promoviendo la libertad política'', sostuvo.
La prueba de esto para Bush, como para el secretario de Estado, Colin Powell, y el representante de Comercio, Robert Zoellick, es México. De hecho, mientras en el pasado México a veces ha sido uno de los principales problemas para el sector privado interesado en las Américas, este año fue tal vez el más elogiado.
''¿Dañó el TLC a la democracia en México?'', preguntó Powell en su discurso ante el foro. ''No. Hoy día México tiene a un presidente electo desde la oposición, el primero en 70 años. Tiene sindicatos más libres, una prensa más libre y un número creciente de organizaciones no gubernamentales activas. El presidente Fox está cuestionando todos los viejos modelos y enfrentando directamente la violencia, la justicia, el crimen y la corrupción. Y merece y recibe nuestro pleno apoyo''.
Bush informó a los líderes empresariales del Consejo de las Américas que esta semana solicitará de manera formal que el Congreso apruebe una nueva autorización de negociaciones comerciales --anteriormente conocido como fast track, o vía rápida-- que es esencial para negociar el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Señaló que los esfuerzos para ampliar el libre comercio se han estancado desde que la Presidencia dejó de contar con el fast track a mediados de los noventa y solicitó que los líderes empresariales apoyen este esfuerzo. ''Estoy contando con la ayuda del Consejo (de las Américas) para recuperar la sanidad ante el Congreso de Estados Unidos'', declaró Bush.
Pero la habilidad del presidente para obtener la autoridad para negociar nuevos acuerdos comerciales aún está en duda, y 61 del total de 100 senadores enviaron hoy una carta a Bush en la que declararon que se opondrán a cualquier aprobación de la autoridad, a menos de que la Casa Blanca incluya protecciones en torno a las leyes anti-dumping, que permitan a Estados Unidos imponer aranceles sobre productos importados que se venden a precios artificialmente bajos. Sin embargo, varios países latinoamericanos se quejan de que estas leyes son en verdad formas de proteccionismo.
''Creo que están arrancando y estoy contenta de que el embajador Zoellick está en ese puesto'', comentó hoy la ex representante de Comercio de Estados Unidos, Carla Hills, en entrevista, al referirse al esfuerzo de la Casa Blanca para promover las nuevas rondas de negociaciones del libre comercio.
Pero otros estaban menos optimistas y un empresario que participó en este foro comentó a La Jornada: ''tendremos que ver si la retórica es seguida de acciones''.
Nadie espera que el Congreso actúe rápidamente en torno a la aprobación de la autoridad para negociar nuevos acuerdos de libre comercio. Zoellick declaró hoy que espera obtener esta aprobación legislativa antes de fin de año, pero algunos líderes empresariales expresaron dudas sobre si esto será posible. Otro participante en la reunión comentó: ''si desean la autoridad de negociación comercial tendrán que gastar capital político y simplemente aún no tenemos ninguna indicación de eso''.
''Esta administración todavía no tiene una política hacia América Latina'', afirmó un asesor legislativo republicano quien ha sido asesor del gobierno de Bush. Varios líderes empresariales estaban de acuerdo. ''Aún no he visto una'', comentó uno de ellos.
Parte del problema es que el gobierno de Bush no ha conformado un equipo completo para manejar su política hacia este hemisferio, a pesar de la insistencia en que esto es una prioridad. La Casa Blanca filtró versiones de que el cubano-americano conservador Otto Reich será nombrado como secretario asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, y La Jornada se ha enterado de que Roger Noriega, un asesor del senador Jesse Helms, será nombrado como embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos. Pero ninguno de estos dos nombramientos se ha presentado formalmente, y tampoco parece haber rumores sobre quién ocupará los principales puestos relacionados con las Américas en el Pentágono.
No obstante, algunas personas decidieron ver el desfile del gobierno de Bush ante este foro como señal positiva. ''Toda esta retórica es, por lo menos, un primer paso para demostrar al Congreso que les importa todo esto'', insistió un analista privado que asesora a empresas que operan en América Latina. ''Eso, por sí solo, es un paso importante''.