MARTES Ť 8 Ť MAYO Ť 2001
Ť El país vecino sólo tendrá acceso a petróleo barato unos cuantos años, dice el especialista
Rojas Nieto: la inminente crisis energética en EU traerá terribles consecuencias para México
Ť Peligra la recuperación económica de Washington, señala en el foro de La Jornada y Casa Lamm
MARIA RIVERA
Estados Unidos sólo tendrá acceso a petróleo barato por unos cuantos años. Dentro de ocho, o menos, la nación que consume la cuarta parte del total mundial tendrá que pagarlo a un precio más alto, lo que podría repercutir severamente en su recuperación económica, desencadenando una crisis mucho más profunda que la actual, afirma el analista en temas energéticos José Antonio Rojas Nieto. ''Las consecuencias que esto puede tener para México son terribles, pero ineludibles; nuestro territorio está junto a ellos y aquí seguiremos'', señala.
En las próximas semanas se conocerá la revisión de la política energética estadunidense que, de aprobarse, será el documento definitivo del gobierno republicano. Según el diario inglés The Independent, establecería los lineamientos energéticos para al área en todos los sentidos, desde la energía nuclear a la extracción de petróleo en áreas protegidas y el futuro de las sanciones internacionales relacionadas con el hidrocarburo. El encargado del tema es directamente Dick Cheney, al que se considera el vicepresidente más poderoso en la historia del país vecino.
Durante el foro organizado por La Jornada y Casa Lamm, Rojas Nieto señaló cuáles podrían ser los objetivos de este plan: expandir al máximo los oferentes de energía a Estados Unidos; alentar la eficiencia energética; estimular al máximo el comercio internacional de energía; promover los desarrollos tecnológicos y de consumo de energía; modificar el balance de consumo, tanto en términos de combustibles como de sectores, y unificar los instrumentos de política y regulación. ƑQué significa esto para México?, se pregunta. ''Mayor presión, porque nuestro país se encuentra entre los abastos más cercanos y más seguros de energía para Estados Unidos''.
Sobre la situación de demanda energética y de recursos, que une a México con Estados Unidos, el economista plantea en términos coloquiales: ''Aquí se han juntado la necesidad con las ganas de comer''. El país vecino, explica, consume cada día 20 millones de barriles de petróleo diarios, la cuarta parte del consumo mundial. Su producción es de 6 millones y su importación varía entre los 12 y los 14 millones. Al precio actual, Estados Unidos sólo tiene petróleo para ocho años a lo sumo, después, empezará a depender cada vez más de sus importaciones y tendrá que comprarlo más caro.
Pero ahí no terminan sus problemas -continúa el investigador de la UNAM-, porque además tiene una creciente necesidad de gas y electricidad. Por su situación geográfica está expuesto a climas muy extremosos, que lo hace consumir muchos energéticos. En invierno no puede vivir sin calefacción, y en verano hay amplios territorios que necesitan aire acondicionado. Sin contar que para su cultura, el automóvil es imprescindible. Y para acabar de complicar el panorama, su electricidad se genera mayoritariamente por carbón, que es altamente contaminante.
''Por eso trata de retrasar al máximo la firma del Protocolo de Kyoto, que aborda los cambios climáticos en el mundo, porque si bien el carbón produce bióxido de carbono, uno de los principales contaminantes, no tienen otro abastecimiento de gas... de Canadá no pueden obtenerlo, de Alaska, se tardarían mucho, así que por eso también están volviéndose hacia México. En resumen, tiene problemas energéticos muy serios que pueden hacer crisis y ser el preámbulo de una reorganización estructural del mercado del gas y del petróleo'', indica.
Rojas Nieto sostiene que el actual ''enfrenón'' de la economía estadunidense no es tan drástico como se esperaba, y que lo más probable es que después de una transición recuperará su crecimiento. ''ƑPero qué va a pasar cuando se recupere, cosa que implica que no aumenten los insumos y encuentre que el petróleo lo tiene que pagar más caro? Estos elementos nos indican que la economía del país vecino podría enfrentar problemas estructurales más severos''.
Los efectos en México ''son terribles, pero ineludibles'', sostiene. ''Los ingresos fiscales del año pasado fueron de 85 mil millones de dólares, de los cuales 33 mil millones provienen directa o indirectamente del petróleo. El asunto del IVA no resolvería en problema fiscal de fondo, los recursos petroleros van a seguir siendo determinantes. Desgraciadamente no sabemos conseguirlos de otra manera".
El escenario actual -concluye- es de muchas necesidades, pero también de muchas posibilidades. ''ƑNo podremos por primera vez en nuestra historia ponernos a discutir, con el tiempo que necesitemos, no sólo sobre los energéticos sino también de inversiones, tasas de interés o reforma fiscal? Estos no son problemas de especialistas ni de políticos, sino de toda la sociedad. La actual coyuntura ha creado las condiciones para discutir esto. No podemos aislarnos de Estados Unidos, cierto ƑEntonces, qué vamos a hacer?''.