LUNES Ť 4 Ť MAYO Ť 2001
Ť El jonronero campechano buscará ser el Rey de los Tumbabardas
La marca de Espino prevalece desde hace 17 años
JOSE GARDUÑO GOMEZ
El pitcher hace su wind-up, lanza la pelota con una velocidad aproximada a los 160 kilómetros por hora. El orgullo de Ciudad del Carmen Campeche, Nelson Barrera, parado en la caja de bateo del lado de los derechos, la mira fijamente, la caza, y luego hace un poderoso swing.
Se oye el clásico pac, seco, sonoro y Doña Blanca, con sus costuras rojas, ha sido conectada... se va... se va... se fue... Libró la barda y se fue para nunca más volver.
Esta historia se ha repetido una y otra vez, y anoche por 453 ocasiones, en el parque Eduardo Vasconcelos de Oaxaca, con la que El Almirante (por aquello de Horacio Nelson, el almirante inglés que ganó las batallas de Abunkir y Trafalgar) igualó la marca del chihuahuense Héctor Espino, de más cuadrangulares conectados en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol, impuesta hace 17 años por este inmortal de la pelota mexicana, cuando el llamado Supermán se retiró y quien en 1997 se nos adelantaría en el viaje sin retorno.
Un banco pagará 25 mil pesos por esa pelota con la que se igualó el récord de 453 palos de vuelta entera de Barrera, y la misma cantidad entregará al aficionado que capture la del jonrón 454 con la que Nelson se erigirá como el nuevo Rey de los tumbabardas del beisbol mexicano, a quien esa empresa bancaria alentó con la publicidad de "No hay Barrera que no puedas romper".
Antes de arrancar la campaña de la Liga Mexicana, Nelson consciente de que alcanzaría ese récord, pues solamente siete jonrones lo separaban, señaló que su intención era regalar la pelota con la que se empató la marca a doña Carmen Vázquez viuda del extinto jonronero.
Este es la segunda marca de Espino que el rechoncho y fortachón campechano derrumba, pues hace unos cuatro años borró la marca de más carreras producidas que era de mil 573. Barrera empezó la actual campaña con mil 813 e incrementará la cifra hasta que caiga la última hoja del calendario regular de la misma.
Espino, hombre récord del bateo en México, sentó todas sus marcas en 24 temporadas y Barrera, quien cumple 25 años en el circuito veraniego en el que comenzó como antesalista (tercera base) con las franelas de los Diablos Rojos del México, Tecolotes de Nuevo Laredo, Piratas de Campeche y ahora actúa como bateador designado y mánager-jugador de los Guerreros de Oaxaca.
Barrera se inició en la temporada de 1977 con los Diablos Rojos hasta 1980. Jugó dos campañas con los Tecolotes de Nuevo Laredo en 1981 y 1982, y retornó a los Diablos en donde permaneció hasta 1991. De ahí jugaría en su natal Campeche con los Piratas en 1992 y 1993. Después y hasta la fecha está con los Guerreros de Oaxaca, a los que, por cierto, llevó a un gallardete de la Liga Mexicana para sorpresa de tirios y troyanos, en la campaña de 1998.
Cuando su salida de la novena de los luciferes, en la que por muchos años fue el ídolo máximo, lo embargó la desilusión y entonces dijo que la hora del retiro había llegado.
Roberto Mansur, el mandamás de los Diablos Rojos, le dio toda clase de facilidades para que siguiera su brillante carrera en Campeche. Así, alentado también por los récords que podría superar, se mantuvo en el circuito veraniego contra viento y marea.
La hora estelar ha llegado para él, ahora a los 43 años de edad entra por la puerta grande al gran libro de los récords como el nuevo Rey de los tumbabardas en México.
Pero, claro, siempre hay algunas inconformidades y, por ejemplo, otro de los máximos jonroneros mexicanos, Andrés Mora, quien fue desplazado por Nelson Barrera a la tercera posición de todos los tiempos con 410, declaró recientemente que no reconocería las marcas del campechano porque éste utilizó en algunas ocasiones bates arreglados con corcho.
Mora, de Río Bravo, Coahuila, fue fugazmente coequipero de Barrera con los Tecolotes de Nuevo Laredo a finales de la campaña de 1982.
Celos, nostalgia, sentimentalismo. Vaya usted a saber, lo cierto es que para la pelota mexicana Nelson Barrera viene a ser algo así como Hank Aaron en la estadunidense, cuando este moreno rompió el récord de jonrones del legendario y bienquerido Babe Ruth en las Grandes Ligas, el Gran Bambino, a cuyos cuadrangulares se les designó para siempre como bambinazos.
Aarón es el máximo jonronero en las Mayores con 755 cuadrangulares contra 714 de Ruth. Aquel lo logró en 23 campañas con 12 mil 364 veces al bate y Ruth lo hizo en 22 campañas con 8 mil 399 apariciones en el plato.
Espino consiguió su marca en 24 temporadas en 2 mil 388 juegos con 8 mil 205 veces al bate, mientras que Barrera lo hace en 25 temporadas, es decir, casi un año más.