JUEVES Ť 3 Ť MAYO Ť 2001
Ť Los primeros mantienen su inconformidad con la relección "ilegal" de su líder
Protestan, por separado, trabajadores del gobierno local y de la delegación Iztapalapa
Ť Los empleados de la demarcación exigen que se les restituya el pago de horas extra
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Mientras trabajadores de Iztapalapa se manifestaron en demanda de que se les restituyan las horas extra y las guardias y bloquearon las oficinas del gobierno capitalino, integrantes del Sindicato Unico de Trabajadores del GDF cerraron la calle Antonio Caso y expresaron su inconformidad hacia el líder de esta organización, Alfonso Rojo, quien se religiera en el cargo.
Frente a estas dos manifestaciones, el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, dijo, por una parte, que seguirán otorgándose horas extra, siempre y cuando se trabajen, y por otro lado, resaltó que no interferirá en la vida interna del SUTGDF y acatará lo que determine el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, que está conociendo del caso. "Lo que es un hecho es que no estamos pensando en afectar a los empleados de esta administración".
Desde temprano, decenas de trabajadores de la delegación Iztapalapa se trasladaron a las oficinas de López Obrador y durante la reunión del gabinete de gobierno y seguridad exigieron a grito abierto que se eliminara el oficio que prohíbe el pago de los mencionados beneficios.
La protesta se prolongó hasta las 21 horas, lapso durante el cual bloquearon por intervalos los accesos del viejo y del nuevo edificios del gobierno local. Autoridades laborales atendieron a los quejosos, sin embargo no hubo un compromiso definitivo sobre la exigencia de los trabajadores de aquella demarcación, quienes incluso exigieron la renuncia del jefe delegacional, René Arce Islas.
Por otro lado, a las puertas de las oficinas del SUTGDF, unos 200 trabajadores bloquearon Antonio Caso y lanzaron consignas contra Alfonso Rojo, porque el congreso en el que fue relecto "fue a todas luces ilegal".
José Medel, Emilio Fernández Allende y Carlos González, quienes buscaron la dirigencia del gremio, encabezaron la protesta y exigieron la renuncia de Alfonso Rojo, por considerar que durante su gestión ha habido un retroceso en la vida sindical.
Integrantes de las diversas secciones sindicales pidieron que se realicen auditorías a la gestión de Rojo Guerrero, a quien también acusaron de "espurio".
Fernández Allende externó que no se debe permitir que se imponga a un líder que lo único que ha hecho es enriquecerse con las cuotas de los trabajadores.
Varios de los líderes del SUTGDF que apoyan a Rojo Guerrero fueron agredidos verbalmente cuando arribaban a sus oficinas, por lo que debieron entrar de manera atropellada y no salieron hasta que se disipó el mitin.
Al hablar del problema en Iztapalapa, López Obrador dijo que sí habrá pago de horas extra, pero sólo las que se trabajen. Destacó que se busca transferir las prestaciones no definidas o extralegales al salario de los trabajadores, para garantizar que haya más equidad.
Respecto a la situación en el SUTGDF, dijo: "vamos a actuar de conformidad con la ley (...) este asunto ya está en el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, y éste va a decir si procede la elección o no. Nosotros no podemos reconocer a ninguna dirigencia hasta que lo resuelva ese tribunal".