MIERCOLES Ť 2 Ť MAYO Ť 2001

Ť EU se adueñará de todo y Latinoamérica le suministrará mano de obra barata, dice

Plebiscito para el ALCA, insiste Fidel Castro

Ť En Brasil celebran el Día del Trabajo más con música que con exigencias laborales

Ť Sindicatos partidarios y opositores al presidente Hugo Chávez marchan en Venezuela

AFP, AP, REUTERS, DPA Y PL

La Habana, 1o. de mayo. Parodiando al presidente estadunidense, George W. Bush, en un desfile de enormes muñecos por la Plaza de la Revolución de La Habana, millones de personas en toda Cuba participaron hoy en una de las mayores manifestaciones por el Día del Trabajo del mundo, al tiempo que miles de trabajadores y desocupados protestaron contra la globalización, el creciente desempleo y el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en varias capitales de América Latina. fidel40

Precisamente, el presidente cubano Fidel Castro lanzó una campaña contra el ALCA, al exhortar a los pueblos latinoamericanos a exigir un plebiscito sobre el ingreso de sus países a esa área, cuya creación está prevista para el 2005.

"Evitemos la anexión (...) que ningún gobierno pueda vender una nación a espaldas del pueblo. No puede haber anexión si hay plebiscito", dijo el líder cubano, quien lució su tradicional uniforme verde olivo combinado con zapatos tenis, antes de iniciar lo que llamó la primera marcha latinoamericana de protesta contra ese proyecto, frente a la oficina de intereses de Washington en La Habana.

Mientras la multitud gritaba consignas como "Yanquis abajo, el ALCA pa'l carajo", y "Fidel, seguro, a los yanquis dales duro", el mandatario advertía que el ALCA "no es para aislar a Cuba, sino para liquidar la soberanía, impedir la integración y devorar los recursos" de América Latina.

"Es absolutamente seguro que las monedas nacionales desaparecerán" y desde los bancos a las telecomunicaciones, pasando por hoteles, centros de investigación y pequeños comercios, serán propiedad de Estados Unidos, mientras que los países del hemisferio tendrían el "triste papel de suministradores de materia prima y mano de obra baratas", convirtiéndose en "enormes zonas francas", pronosticó Castro, quien propuso la consigna "Anexión no, plebiscito sí".

El acto central en la habanera Plaza de la Revolución concluyó con una inusual escena: un locutor invitó a la multitud a ver el "desfile de los pigmeos", con grandes muñecos que representaban a los gobernantes de Estados Unidos, Argentina, Canadá, Uruguay, Guatemala, Costa Rica y la República Checa, cuyos delegados condenaron a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU el mes pasado.

Durante la celebración, la mayor de varias que se celebraron en toda la isla, los asistentes entonaron el himno comunista La Internacional.

Celebraciones

En Brasil, las dos principales centrales sindicales, Fuerza Sindical, de centroderecha, y la Central Unica de Trabajadores, conmemoraron el día más con música que con reivindicaciones.

Las mayores concentraciones se realizaron en Sao Paulo, la capital económica del país. Allí, más de un millón de personas asistieron al acto de Fuerza Sindical, atraídas por un espectáculo con más de 40 cantantes populares durante el cual se sortearon 10 vehículos y cinco departamentos, y que costó casi un millón de dólares, financiado por empresas privadas.

Aunque también organizó un show, aunque mucho más modesto y al que asistieron unas 200 mil personas, la CUT centró su acto en protestas contra la corrupción en el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso, la globalización y el ALCA, y también en exigencias de mejoras salariales y más empleo, en momentos en que la tasa de desocupación en Sao Paulo es de más de 17 por ciento.
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En Venezuela, partidarios y opositores del presidente Hugo Chávez realizaron sendas marchas rivales en extremos opuestos de Caracas, y en cada una de ellas participaron unas 15 mil personas. El incipiente Frente Bolivariano de Trabajadores, que respalda a Chávez, gritó consignas contra la tradicional Confederación General de Trabajadores, afiliada a partidos de oposición y cuyas autoridades deberán someterse por primera vez a elecciones directas en la segunda mitad del año.

Con marchas en todo el país contra el alto índice de desempleo, de casi 19 por  ciento, y la violencia contra dirigentes obreros, que en lo que va de este año cobró la vida de 35 sindicalistas, los trabajadores colombianos celebraron el Día del Trabajo. Las marchas también protestaron contra las políticas sociales y económicas del gobierno, que prepara un severo plan de recorte de empleados públicos para cumplir con los compromisos del Fondo Monetario Internacional.

Ese organismo financiero fue criticado por las centrales sindicales paraguayas, que se manifestaron este martes frente a la sede del Congreso: "El FMI sólo busca endeudar cada vez más al país y mantener en la pobreza a la población", dijo un líder de la Central Nacional de Trabajadores, una de las cinco centrales del país.

El desempleo fue el centro de un acto de la Central Unitaria de Trabajadores chilena, que reunió a miles de personas en Santiago para exigir fuentes de trabajo.

En Ecuador, unos 15 mil trabajadores rechazaron la política económica neoliberal del presidente Gustavo Noboa y exigieron mejoras en las condiciones de trabajo, además de rechazar el Plan Colombia, diseñado para el vecino país pero que, argumentaron, afecta las zonas fronterizas ecuatorianas. También exigieron la salida de los militares estadunidenses de la base aérea de Manta, en la costa del país: "No queremos, no nos da la gana, ser colonia norteamericana", fue una de las consignas.

Unos 30 mil guatemaltecos, según los organizadores, marcharon por la capital, exigiendo mejores condiciones laborales, en rechazo a la libre circulación del dólar, y una anunciada alza de impuestos, en la más grande movilización sindical de los últimos años.

Otra multitud similar, de sindicalistas y ex guerrilleros, protestaron en Sal Salvador contra la dolarización económica impuesta desde enero pasado, y contra los planes de privatización del gobierno.

Encabezados por un monstruo de tres cabezas que simbolizaba el neoliberalismo, el ALCA y la globalización, unos 6 mil trabajadores marcharon en la capital de Panamá, al tiempo que en Tegucigalpa miles de hondureños fustigaron el modelo neoliberal que adoptó el país en 1990, asegurando que acentuó la pobreza que acosa a 80 por ciento de los 6.5 millones de habitantes del país centroamericano.

Y en Costa Rica, unas 2 mil personas recorrieron el centro de San José, también protestando contra la privatización y el ALCA, incluyendo a decenas de policías que con sus rostros cubiertos denunciaron atropellos a sus derechos laborales  .