Ť Convocan a un foro social para frenar la aplicación del IVA

Se oponen sindicalistas independientes a la nueva hacienda pública redistributiva

Ť Rechazan que se graven alimentos, medicinas, prestaciones, libros y colegiaturas

Ť Coinciden en el Zócalo capitalino con el SME y contingentes del sector oficial

FABIOLA MARTINEZ Y GEORGINA SALDIERNA

El sindicalismo independiente colmó ayer la Plaza de la Constitución con una sola e indeclinable consigna: "no a la reforma fiscal del presidente Vicente Fox". De nada sirvieron las recomendaciones del secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, para evitar la "ruptura", y los intentos realizados la víspera con la pretensión de suavizar la tónica de la celebración: decenas de miles se congregaron en el Zócalo capitalino para rechazar el pago de más impuestos.

Por primera vez desde la ruptura con el Congreso del Trabajo (CT), en 1995, las organizaciones disidentes coincidieron con el sector obrero priísta en el rechazo a la reforma fiscal, y como alternativa llamaron a la realización de un "foro social" para frenar el gravamen del impuesto al valor agregado (IVA) en alimentos, medicinas, prestaciones, libros y colegiaturas.

"Se trata de un acercamiento coyuntural con el Congreso del Trabajo porque nuestras diferencias siguen siendo enormes, pero en esta etapa, claro que nos unimos y si es necesario iremos hasta la huelga general", advirtió Agustín Rodríguez, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) y miembro de la presidencia colegiada de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).

En la conmemoración del Día del Trabajo ayer el contingente se duplicó en comparación con la asistencia de años anteriores. Miles de personas rondaron el Zócalo capitalino en un ambiente festivo, aunque un tanto desorganizado, en el que apenas se escucharon los discursos de los líderes sindicales debido al duelo de los potentes equipos de sonido que manejaban, por un lado, las huestes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y en el otro extremo del Zócalo, los de la UNT.

Casi al término del desfile-mitin del sindicalismo independiente, un grupo de trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Social coronó la protesta con dos enormes monigotes que representaban las figuras del "Monje Carlos Abascal Carranza" y de Vicente Fox.

Nuevas consignas, viejos reclamos

En esta ocasión los trabajadores cambiaron el blanco de sus ataques, y si antes se escuchaban consignas contra los gobiernos priístas, ahora los reclamos se enderezaron contra la administración foxista y su política económica.

"¡Malditos aquellos que con su palabra defienden al pueblo pero en sus hechos lo traicionan", rezaba una manta de empleados públicos, y otra, de los electricistas de Luz y Fuerza del Centro, destacaba: "en contra de la reforma fiscal, ni un paso atrás".

A su paso por las calles que desembocan en la Plaza de la Constitución ?Francisco I. Madero, 16 de Septiembre y 5 de Mayo?, los sindicalistas disidentes no cesaron de corear viejas y nuevas consignas. Así, el "se ve, se siente, el SME está presente", se entrelazó con otra de reciente cuño dirigida contra el secretario del Trabajo.

Casi en los últimos contingentes sobresalía un muñeco con el rostro del secretario del Trabajo, elaborado con cartón, del que colgaba un vestuario negro de "monje", manos entrelazadas en señal de plegaria y una aureola con el símbolo nazi, "por lo de su postura fascista" ante los libros. "Duro contra él", gritaban los empleados de la subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y todos los que pasaban a su lado.

Abajo de este muñeco, empleados de laSedeso colocaron un pequeño figurín con la imagen de Fox del que colgaba una manta con la leyenda: "Virgen de Guadalupe, hazme gringo".

Justo frente a Palacio Nacional, ambas caricaturas fueron quemadas en medio de la algarabía de los contingentes que permanecían en la plaza.

Irreverentes, los trabajadores colmaron el Zócalo

A partir de las 10 de la mañana, los sindicalistas independientes avanzaron hacia el primer cuadro de la ciudad de México formando tres columnas. Una entró por la avenida Madero, otra por 5 de Mayo y la tercera por 16 de Septiembre.

Ahí marchaban trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, el contingente más grande; del Instituto Mexicano del Seguro Social, de Teléfonos de México, empleados de la UNAM, de la industria nuclear, jornaleros agrícolas y jubilados.

También asistieron pilotos, sobrecargos, tranviarios, técnicos y manuales de la industria cinematográfica, personal de tierra del sector aéreo, miembros del Frente Auténtico del Trabajo, del sindicato de la automotriz Volkswagen y de Dina, y del Monte de Piedad, entre muchos otros. Cientos de empleados del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, del Instituto Mexicano del Petróleo y, en general, del sector oficial, prefirieron unirse esta vez con los independientes.

Los recorridos fueron los tradicionales: del Monumento de la Revolución y del Eje Central al Zócalo capitalino. Luego, una ronda frente a los líderes que, como en los viejos tiempos, saludaban desde el templete a sus huestes.

Uno de los más sonrientes fue Francisco Hernández Juárez, dirigente de los telefonistas desde hace 25 años, a quien sus compañeros de la sección Tezozómoc lo colocaron al nivel de "subcomandante Pancho", leyenda impresa en sus playeras blancas.

Desde esos momentos se percibía la postura que más tarde, en el Museo Nacional de Antropología, llevarían los dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores ante el jefe del Ejecutivo federal, Vicente Fox: "A estas alturas no podemos modificar nuestra actitud de rechazo a la reforma fiscal", sostuvo el líder de los telefonistas.

Por su parte, Alejandra Barrales, dirigente de los sobrecargos de aviación, dijo que la movilización conjunta de la UNT y el CT contra el IVA fue una gran oportunidad para impulsar luchas conjuntas de todo el movimiento obrero.

Por su lado, Rosendo Flores, secretario general del SME, cuestionó el "cambio" que prometió el jefe del Ejecutivo, luego de señalar que la esencia de la política económica no se ha modificado. "Desde el mundo del trabajo podemos demostrar que el camino sigue los pasos y las enseñanzas del neoliberalismo, aplicado e implantado en la nueva fase del capitalismo, donde coexisten la demagogia y el discurso alentador, el juego pleno de la publicidad y la sumisión ante los programas expansionistas del imperialismo", agregó.

Al medio día, antes de que llegaran al Zócalo los contingentes del Movimiento Proletario Independiente y del Frente Popular Francisco Villa, un grupo de jóvenes que se hacen llamar "anarquistas", rompió cristales de comercios, restaurantes y bancos ubicados en la avenida Madero, particularmente de empresas transnacionales.

"¡No al eriquesimiento de unos y pobres para todos (sic)!", señalaban las pintas que hicieron minutos antes de ser repelidos y detenidos por la policía.