Lunes en la Ciencia, 30 de abril del 2001
Antonio Sánchez Ibarra, Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia 2000 "Se me antoja como premisa inicial marcar el amor hacia el conocimiento como el elemento sustancial que propicia el compartirlo. Pero el compartirlo no como una clase formal, sino como una pasión, una experiencia, una serie de vivencias, una aventura, una herencia que cargamos sobre nuestros hombros y que es el producto de la especie humana, en la figura tanto de famosos científicos como de muchos anónimos que contribuyen a acrecentar el saber constantemente.Tal sustancia ya hace diferentes las cosas". Palabras de nuestro colaborador Antonio Sánchez Ibarra, al recibir hace unos días, de manos del subsecretario de Educación Superior e Investigación Tecnológica de la SEP, Julio Rubio Oca, el Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia 2000, concedido anualmente por la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica AC (Somedicyt) en reconocimiento a los 30 años que el astrónomo sonorense ha dedicado a su tarea de divulgador. En opinión del matemático José Antonio Rivaud -integrante del jurado que concedió dicho premio y que él mismo recibió en 1999- el Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia "es un premio mucho más importante en una país como México, debido a la gran necesidad de recibir estímulos para desarrollar una actividad tan desprotegida en nuestra nación, donde poca gente se dedica a ello; no es una actividad a la que se le otorgue un reconocimiento profesional importante y también hay pocos espacios para llevarla a cabo" . Añade que este reconocimiento "es un llamado de atención a las autoridades que toman decisiones en materia de cultura y ciencia, de la importancia de esta actividad. Sobre todo para dirigir políticas de apoyo a la divulgación de la ciencia". Antonio Sánchez Ibarra recuerda que cuando a los 11 años de edad inició de manera autodidacta sus estudios de astronomía en 1966, uno de sus mayores problemas fue encontrar información accesible para su nivel: los libros eran escasos y allegarse artículos sobre astronomía que no fueran tendenciosos o amarillistas era como encontrar una aguja en un pajar. El problema se resolvió cuando años después Sánchez Ibarra, al tener dominio del idioma inglés y por la cercanía con Tucson --la capital astronómica del mundo--, tuvo a su disposición material de sobra que le permitió continuar con sus estudios de manera autodidacta, por más de 16 años. Cuando se le pregunta por los efectos o resultados de sus artículos y columnas en periódicos, su programa de radio semanal o de sus charlas ante diversos auditorios, responde con dos ejemplos aleccionadores: "de una charla en Cananea, surgió la pregunta de una asistente, ama de casa, de cómo podía ser astrónoma y actualmente ella opera el telescopio del Observatorio de Cananea. En otra charla con motivo del eclipse del Sol de 1991, una joven empleada de una institución bancaria preguntó si podía ser astrónoma y actualmente está finalizando su doctorado". La designación de Antonio Sánchez, nos señala Jose Antonio Rivaud, se debe a que "su trayectoria en la divulgación es muy añeja. Prácticamente podemos decir que fue un pionero en su terruño. Hizo una labor muy solitaria, pero muy tesonera, además que de muy buena calidad". El matemático reconoce que "no fue una decisión fácil, ya que los otros candidatos eran de gran nivel y trayectoria. Sin embargo, se procura que el premio sirva como un estímulo donde más se requiere. El hecho de que la mayoría de la actividad de Sánchez Ibarra se haya desarrollado en Sonora no va en demerito de su trascendencia, por el contrario, la consolida. El doctor Sánchez tiene una trayectoria académica muy importante, que desarrolló de manera paralela a su labor de divulgador. Su trabajo es un ejemplo a seguir". Antonio Sánchez Ibarra (Nogales, Sonora, 1955) actualmente es responsable del área de Astronomía del Centro de Investigación en Física, Universidad de Sonora (Unison), ubicada en Hermosillo, donde es investigador titular en la Estación de Obervación Solar (EOS). Durante la ceremonia de premiación anunció con gran orgullo que "mis compañeros y equipo de la universidad, desde el desierto de Sonora lanzaremos el próximo miércoles 2 de mayo, a las 13 hrs. por el cyber-espacio en vivo, la primera luz e imagen del primero de cuatro telescopios del nuevo Observatorio Astronómico Solar-Estelar Carl Sagan, cuya misión, además de científica, será la de ser un espacio constante de aprendizaje en Astronomía para cualquier persona, sin distinción de sexo ni edad, que lo desee. Un observatorio para todos". (Patricia Vega y Mirna Servín) |