LUNES Ť 30 Ť ABRIL Ť 2001

En el mundo

Ť Lumbrera Chico

Pocas, muy pocas veces ya, el cine contemporáneo aborda temas relacionados con la fiesta brava. Este no es tampoco el caso de La lengua de las mariposas, la deliciosa cinta del realizador ibérico José Luis Cuerda, que el pasado viernes fue estrenada en unas cuantas salas de esta ciudad.

Basada en tres relatos de Manuel Vincens, la película evoca la infancia de Montxo, un niño precoz, asmático, seductor y entrañable, que asiste por primera vez a la escuela de un pueblo gallego en vísperas de la guerra civil y traba contacto con un viejo maestro socialista empeñado en educar a sus pupilos en el pensamiento científico, la libertad de espíritu, el amor a la república y el rechazo al oscurantismo de la Iglesia española.

Así, la pareja, interpretada extraordinariamente por el veteranísimo Fernando Fernán Gómez (en el papel del maestro don Gregorio) y el infante Manuel Lozano (Montxo), nos brinda un fresco de las feroces pero soterradas pugnas ideológicas que tienen lugar en ese microcosmos de Galicia, durante los últimos meses del gobierno de don Manuel Azaña.

"Parece ser que (los anarquistas) están quemando iglesias en Barcelona", dice de pronto una de las vecinas del villorrio, en una de las leves notaciones históricas y políticas que de la manera más sutil pintan la atmósfera de preguerra.

Montxo es hijo de un sastre republicano y de una buena mujer fanatizada por su herencia católica, y tiene un hermano, algunos años mayor, empecinado en aprender a tocar el saxofón para incorporarse a la Orquesta Azul, orgullo de la comarca en aquellos tiempos. En reiteradas escenas, vemos al hermano de Montxo practicando con su instrumento frente al atril de la partitura, y la pieza que el pobre muchacho toca y retoca, con una escasez de talento inversamente proporcional a su tenacidad, es el conocido pasodoble En el mundo, que los taurinos mexicanos, y sobre todo los del Distrito Federal, se saben de memoria porque forma parte del repertorio estable de la banda de la Monumental Plaza Muerta (antes Plaza México).

Domingo a domingo, a lo largo por lo menos de los últimos 45 años, los aires de En el mundo han enjoyado el aroma a puro y cerveza característico del embudo de Insurgentes, deleitando a los oyentes más atentos con el maravilloso solo de saxofón que por momentos se antoja una suerte de variación sobre el mismo tema, inspirada en el solo de trompeta de otro pasodoble de alcurnia, el de La virgen de la Macarena, que la citada banda ejecuta, con puntualidad ritual, cinco minutos antes del paseíllo, amenizado siempre en la Plaza Muerta con la música de Cielo andaluz, que no se oye por cierto en ningún otro coso de la geografía taurina mexicana.

Los nostálgicos recordarán, sin duda, que En el mundo fue, por años, el tema sello del programa televisivo de Carlos Fernández Valdemoro, o Pepe Alameda, Las mejores faenas. Pero hágase un favor usted mismo: vea La lengua de las mariposas, antes que el foxismo la descubra y la quite.

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