Ť Homenaje de la Universidad de las Américas y del gobierno de Puebla al escultor
El mercantilismo amenaza al arte: Federico Silva
LA JORNADA DE ORIENTE
Puebla, Pue., 29 de abril. Una de las amenazas más graves para el arte y los artistas es la enajenación del mercado, pues cuando el objeto artístico se convierte en una mercancía deja de tener sentido. Mientras más se vincule el arte a lo social y lo religioso, en el sentido filosófico ?no católico ni cristiano?, debe entenderse como una forma de creer, de proponer y de reflexionar, consideró el escultor Federico Silva.
En el homenaje que le rindieron ayer el gobierno de Puebla y la Universidad de las Américas, el creador, de 78 años, expresó que el arte no es un producto ni una firma; no se tipifica por un determinado estilo, porque si tropieza en la dinámica del mercado, pierde su naturaleza, su vitalidad y su libertad, que no depende en este caso de los otros sino del propio artista.
"No estoy en contra de que el artista venda su obra, se enriquezca, sino del concepto, es decir, de la transformación del objeto artístico al objeto mercantil, porque en ese caso es mejor hacer coches, diseño industrial, pero no arte", señaló.
El artista nacido en 1923 en el Distrito Federal y residente en Tlaxcala desde hace dos décadas, manifestó que el principio esencial para producir arte es la libertad, pero a veces esto se queda sólo en una leyenda, en una afirmación sin consecuencias; la libertad debe estar acompañada con la responsabilidad y la difusión del arte dentro y fuera de México.
Acerca de su producción, Federico Silva, quien en su juventud fue ayudante de David Alfaro Siqueiros, dijo no creer en fórmulas definitorias, sino en una búsqueda que nunca termina: "el arte tiene que cambiar todos los días como cambia todo a nuestro alrededor; no podemos pensar igual hoy que mañana, ni dejar de conmovernos por las cosas que ocurren en el mundo. Somos sujetos sensibles como cualquiera, y esto se tiene que expresar en el arte".