Ť Resulta insuficiente el dispositivo vial; saldo blanco, reporta la SSP
Festejan a niños con un desfile callejero de telenovela
ANGEL BOLAÑOS Y SUSANA GONZALEZ
Que más da si fueron 6 o 4 millones, según los cálculos, oficiales o no. Lo cierto es que ayer pequeños de todas las edades invadieron el Paseo de Reforma para pregonar su fervor en torno de sus ídolos de la pantalla chica.
Estaban por todas partes. Trepados en los árboles; sobre los pedestales de los liberales de piedra, en las grúas de la Secretaría de Seguridad Pública, subidos a las bancas de cantera; en hombros y de pie tras la valla metálica que ayer cercó el paseo de la Reforma para proteger el paso del desfile Todos por un mundo feliz, organizado por Televisa.
Fervientes telespectadores, los menores cerraron filas en torno a los personajes de telenovelas y dibujos animados que trasmite la televisora, demostrando en el acto sus vastos conocimientos en la materia.
Y pese al número de personas concentradas en el lugar no se registraron incidentes graves y la SSP reportó saldo blanco, sin embargo, el dispositivo vial resultó insuficiente al quedar prácticamente incomunicadas las zonas oriente y poniente del centro de la ciudad, con lo que el tráfico dominical de al menos diez avenidas importantes como el Circuito Interior, Insurgentes Norte e incluso una parte del Periférico, así como las calles de ocho colonias aledañas al Paseo de la Reforma se asemejó al de cualquier viernes de quincena.
Durante casi tres horas los infantes vieron desfilar carros alegóricos y lujosos automóviles de modelo antiguo en los que identificaron lo mismo a héroes que villanos: "¡Ahí van los de Otro rollo! Está el peloncito y Jordy, pero no está Adal Ramones. En el coche rosa", gritó una niña trepada en las ramas de un trueno. E igual dieron cuenta los menores del paso de los actores de Locuras de amor, Amigos y rivales, Por un mundo feliz, Carita de ángel y de Aventuras en el tiempo, así como de los Rugrats y los Pokémon, entre la infinidad de personajes que circularon alternando entre comerciales, cual si se estuviera frente al televisor, como Telmex, Ricolino, Bimbo, Discovery Kids entre otros, mientras por fuera las camionetas de Sabritas y empleados de Domino's Pizza competían con paleteros y algodoneros.
Cierre temprano de calles
Pero eso era lo de menos para Jorge, de 7 años, preocupado más en vender sus espumas en aerosol de a 10 pesos pues de las 10 cajas con las que cargaron sus papás en un diablito a pie desde la calle de Corregidora en el Centro hasta la esquina de Génova y Reforma, apenas se habían vendido tres y ya la gente comenzaba a abandonar la avenida. "Está floja la venta".
Desde las seis de la mañana los accesos a Paseo de la Reforma desde Periférico hasta el Eje 1 Norte, a la altura de la estación Garibaldi del Metro, fueron cerradas por patrullas y grúas de la Secretaría de Seguridad Pública, sin que hubiera policías encargados de dirigir el tráfico, como fue el caso del Eje de Alzate y Avenida Hidalgo, en donde los microbuses que corren del Auditorio a La Villa se encontraban de frente entre sí al invadir carriles y calles en sentido contrario, en medio de un constante ir y venir de gente a la que le resultaban insuficientes las banquetas y que emergía de las estaciones del metro Hidalgo, Revolución,
Garibaldi, Chapultepec, Sevilla, Insurgentes, Cuauhtémoc y Auditorio, principalmente.
El espectáculo concluyó cerca de las 13 horas, pero las vialidades fueron reabiertas en su totalidad hasta dos horas después luego de que patrulleros de Vialidad obligaron a los comerciantes ambulantes a desalojar el arroyo vehicular donde extendieron su mercancía mientras los últimos paseantes abandonaban el lugar.