LUNES Ť 30 Ť ABRIL Ť 2001
MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
EL ARTE DE hacer política en México trasciende nuestras fronteras, al grado que los funcionarios de los principales organismos financieros multilaterales lo practican, sin sonrojarse, con la misma gracia y eficiencia que cualquier político autóctono.
TAL ES EL caso del presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, quien en entrevista con La Jornada sostiene, fresco como una lechuga, que la institución a su cargo no es responsable de la pobreza persistente en el país, sino los gobiernos pasados y los "problemas inherentemente mexicanos".
AÑOS, DECADAS DE imponer ajustes draconianos, de condicionar las políticas a seguir a cambio de otorgar recursos financieros frescos (al más puro estilo de su vecino el Fondo Monetario Internacional), el Banco Mundial impone y dispone el cómo y el cuándo. Si es cuestionado o de plano rechazado (situación por demás improbable), el organismo multilateral, simple y sencillamente, no firma el cheque, al son de "aquí sólo mis chicharrones truenan". Y los distintos gobiernos mexicanos, gustosos, han bailado.
DURANTE LA ENTREVISTA que concedió a David Brooks y Jim Cason, corresponsales de La Jornada en Estados Unidos, Wolfensohn no sólo defendió los programas impulsados por su institución, sino que rechazó las acusaciones de los críticos en el sentido de que el BM tiene responsabilidad en la falta de progreso social en México. "Yo no gobierno México; ustedes tienen muchos problemas inherentemente mexicanos" (sic), sostuvo.
ƑQué debería concluir el pueblo mexicano al conocer los datos del propio banco de que los niveles de consumo y otros indicadores sociales no sólo no han mejorado, sino en algunos han empeorado, a pesar de las iniciativas del BM?, se le preguntó: "México no ha sido un fracaso; en comparación con otras partes del mundo, ha avanzado bastante bien", contestó, fresco, el funcionario.
EN ESTE SENTIDO, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Köehler, también obsequió una galletita al gobierno mexicano: el FMI otorgará una línea de crédito contingente al gobierno del presidente Fox por aproximadamente mil millones de dólares, financiamiento que se concede a un selecto grupo de naciones para hacer frente a problemas económicos de corto plazo. Sin embargo, avaló el crédito, pues "la idea básica de este instrumento es premiar la buena política", la cual se traduce en castellano de los mortales como la observancia puntual, milimétrica de las instrucciones fondomonetaristas.
PERO YA LO dijo el presidente Fox: "en esta vida no hay nada gratis", y tal vez por ello el mandatario recurrió de nueva cuenta al Altísimo para que le eche una manita y pueda sacar adelante lo que él llama nueva hacienda pública distributiva. En el mismo tono eclesiástico, el residente de Los Pinos hizo un llamado a los panistas para que apoyen, sin restricciones y como un acto de fe, la reforma fiscal, por el momento atorada en San Lázaro.
Y COMO EL apóstol San Juan, Fox advirtió que si la iniciativa fiscal no se aprueba "seguiremos viendo violencia; seguiremos viendo con frecuencia conflictos; seguirá creciendo el índice de criminalidad y todas las lacras y problemas que hay en nuestro país". Así de fácil, como en los anuncios de la tele.
SIN EMBARGO, A los que debería pedirles un acto de fe es a quienes cotidianamente se dedican a comunicarse con el Altísimo, pues no se mostraron tan de acuerdo con lo expuesto por el presidente Fox, en materia fiscal. Los secretarios de Hacienda, Gobernación y Desarrollo Social se reunieron con los dirigentes de la Conferencia del Episcopado Mexicano para convencerlos de las bondades de la nueva hacienda pública distributiva, pero los obispos mantuvieron su rechazo a la imposición del IVA en alimentos, medicinas y libros. El presidente de la CEM, Luis Morales Reyes; el arzobispo de Oaxaca, Héctor González, y los obispos de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, y de Coatzacoalcos, Carlos Talavera, señalaron varias veces que la Iglesia y los obispos no son defensores de la reforma hacendaria del gobierno foxista.
EL PROPIO FOX confesó: "llevo 30 años en mercadotecnia y pensé que más o menos tenía experiencia, pero me he topado con algo muy difícil: traemos comerciales, en televisión todos los días salen cinco o 10 secretarios encargados de dependencias en los noticieros; yo he salido tres veces en tiempo triple A de televisión por cinco minutos, a las 8 y media de la noche; hoy nos topamos exactamente con el punto del IVA; es realmente un hito, es un asunto que trae una carga brutal. Y basta que alguien de la oposición o cualquier ciudadano diga šNo, el IVA No!, y pum. Eso cuenta más que cinco minutos de televisión nacional".
Las rebanadas del pastel
EXPULSADOS DE SU propio país, los mexicanos que viven y trabajan en el vecino país del norte empiezan a destellar signos de dólares, y los cazadores ya se dieron cuenta. Tal vez por eso, en la segunda semana de julio se llevará a cabo el cuarto foro de negocios Acercamiento al Mercado Hispano de Estados Unidos, 2001. De acuerdo con las estimaciones oficiales, el mercado hispano en el vecino del norte se calcula en 35.3 millones de personas -12.44 por ciento de la población en aquel país- (65 por ciento de origen mexicano), con un poder de compra cercano a los 450 mil millones de dólares. Se calcula que en 2010 dicha población sumará 53 millones -14 por ciento del censo estadunidense-, de los que 36 millones serán de origen mexicano. El poder de consumo de ese universo se incrementaría a 965 mil millones de dólares. Actualmente se registran un millón 500 mil negocios propiedad de hispanos (50 por ciento de mexicanos) en Estados unidos, con ventas anuales por 184 mil millones de dólares. En California se ubica 32 por ciento de ese total, en Texas 20 y en Florida 15. El 33 por ciento se disemina por el territorio estadunidense... De acuerdo con un cable de Notimex, cientos de miles de mexicanos que trabajaron en Estados Unidos en la década de los 40 podrían recibir cientos de millones de dólares en caso de ganar una demanda, entablada en California, por salarios retenidos. Según el diario New York Times, la demanda contra los gobiernos de Estados Unidos y México, así como de los bancos Wells Fargo y Banrural, podría ser de 500 millones de dólares en indemnización. De acuerdo con la información, cientos de miles de braceros, llevados a Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, nunca recibieron el 10 por ciento de sus salarios que les fue retenido: al menos 32 mil dólares de las percepciones de más de 300 mil braceros que trabajaron desde 1942 hasta 1949. El dinero debió ser enviado de bancos estadunidenses a cuentas individuales a nombre de cada trabajador en bancos mexicanos, sin embargo, algunos braceros dijeron desconocer esas cuentas, mientras que a otros, que sabían de las cuentas, les dijeron que no existían.
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