LUNES Ť 30 Ť ABRIL Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
ESTA COLUMNA, nutrida siempre de información superconfidencial (ca- si siempre ya publicada o a punto de publicarse), ha obtenido nuevo éxito profesional que de seguro será tomado en cuenta por el jurado del Premio Nacional de Periodismo a la hora de entregar su variante de los Arieles (Ƒqué tal si son llamados Los Chentes?): tal como aquí se suponía en entrega anterior, el Día del Niño ha traído a los mexicanos una gran noticia, pues se ha decidido que la conducta del Presidente de México sea explícitamente infantil. Un Presidente-Niño, como lo ha venido suponiendo esta afamada columna me- ses atrás, no necesariamente sólo desde el 1 de diciembre del 2000.
LA DECISION fue tomada este sábado, en el marco del nunca bien valorado programa de variedades denominado Fox contigo, Fox en vivo (perdón, al revés, es decir: Vivo en Fox, contigo Fox... o Ƒcómo se llama?). A nombre del segmento mayoritario de la población mexicana, el licenciado Javier López, cariñosamente conocido como Chabelo, le hizo saber al Presidente de México la propuesta para que un día del año hubiera un niño en el cargo.
TAN FELIZ idea fue de inmediato aprobada por el mencionado presidente, sin que se estableciera si el ejercicio correspondiente al 2000 ya fue hecho o está por hacerse. Esta sección de tiras cómicas interactivas podría hacer cuentas de las ocasiones en que algún niño del gabinetazo se ha comportado como tal: los berrinches del niño Jorgito que amenaza con irse a su casa cuando la niña Tita (Totis, le dicen sus amigos y familiares) trata de secarle (no sacarle) la lengua; los esfuerzos del niño Abascalito por sacarse (no secarse) puros dieces en la clase de Valores Religiosos prohibiendo lecturas pecaminosas; el niño Creel soñando con entrar con pase automático a la Secundaria de Los Pinos después de terminar la primaria de Bucareli; los muy discretos niños Martens y Muñoz Leos jugando a los barquitos petroleros y a la calladita tiendita particular; el simpático Panchito Gil juntando letras del abecedario, sobre todo la I, la V y la A; con su cabello muy bien recortado, Rafaelito jugando a los soldaditos y a los policías y los narquitos; la niña Vázquez Mota (šPor Dios, que no escuche ese segundo apellido la DEA; lo bueno es que la párvula no se llama Amapola) jugando a las comiditas; la turística niña Leticia Navarro entreteniéndose con unos jueguitos de azar que venían en un empaque llegado de Las Vegas...
COMO SE puede ver fácilmente, en unos meses se ha consumido la dotación de días de Presidente-Niño correspondiente cuando menos hasta el 2006 (contando incluso fines de semana, y sin tomar en consideración las aportaciones aún más abundantes por parte de otro funcionario al que por autocensura no se menciona aquí, temeroso el columnista-niño Artillero de ser pasado por puntiagudas armas disfrazadas de botas).
MAS LO QUE se acumula cada día... por ejemplo ayer, la niña indígena high tech Xóchitl, quien dijo que la tal ley seudo Cocopa no cumple las expectativas creadas y ha producido un gran desencanto. Pero aún así, desde el fondo de su alma sincera, la responsable de correr el software llamado Indios de México, cómo ayudarlos sin que se den cuenta, exhorta a la paisanada a no alebrestarse, porque tiempos no son estos de generar crisis, sino de escuchar con buen ánimo el cotorreo entre Chabelo y el presidente Fox (Ƒen ese orden?).
COMO NIÑOS en primer día de escuela han andado los perredistas en esta semana recién pasada. La niña Amalia y los niños Chuchitos querían quedarse con el pupitre del niño Cuauhtemito, quien no desea dejar su asiento (desde el que ha presentado examen ordinario --1988--, extraordinario --1994-- y a título de suficiencia --2000--) aunque sí instalar a su lado --con la esperanza de que le copie la tarea-- a la niña Chayito (šHorror, qué nombre, dirán los impolutos miembros del jurado del tal Premio Nacional de Periodismo!). Dedicados a pelearse por los asuntos de su salón, a esos niños perredé poco parece importarles el hecho de que en el pasado Concurso de Verano les haya ido como en feria, y que el resto de la escuela ande en otros rollos y otra frecuencia: ellos prefieren seguirle dando a chupar el dedo a quien se deje, tejiendo y destejiendo acuerdos y propuestas que, como las rondas infantiles, nomás son para pasar el rato.
OTRO CHUCHITO ha andado en rejuegos parecidos. Se quiso quedar con el pupitre del muy estudioso Sergito mediante la técnica denominada descontón. Murillo --que no es diminutivo sino, en su caso, dictamen heráldico respecto a textura y contenido-- fue apoyado en la maniobra por la dulce María, y a ambos les echaba aguas Panchito, un chiquillo sinaloense de amplio mandil. Pero se les armó un pancho (éste, aunque no lleve mayúscula inicial, de a deveras), así es que prefirieron arrojar el cuerpo del delito y, en todo caso, organizar una competencia de elite (a la que estarán especialmente invitados unos chavos que por maquillarse los ojos de negro les dicen Los mapaches), para que gane el peor, digo, el mejor.
AYER MISMO hubo una impresionante muestra de la manera como los niños de la escuela tricolor han avanzado en sus estudios de la materia denominada De- mocracia. Hubo elecciones internas y no acabaron entre acusaciones de fraude, protestas o descalificaciones. El ganador del proceso democrático para elegir candidato a gobernador de Tabasco no tuvo ni una sola impugnación. Tampoco contrincante, es cierto, pero eso no fue su culpa. De hecho él ganó por resistencia, no por votos: lentamente fueron renunciando todos los que pretendían competir por la mencionada candidatura (eran once, aparte del perseverante triunfador). Políticos de larga experiencia como Arturo Núñez se fueron quedando rezagados, como en las carreras de ciclismo o en el maratón. Ayer en la mañana todavía quedaba un sobreviviente, un hombre con 65 años de edad y poco historial político importante (al parecer fue diputado federal), Carlos Mario de la Fuente, quien finalmente se negó a servir de comparsa a Manuel Andrade (quien a su vez lo es respecto de Roberto Madrazo) y declinó en protesta por el amañado proceso en el que quedó solito Andrade y... šsorpresa! ganó, sin impugnación procesal alguna.
ASI, SIN impugnaciones, le gustaría al presidente Fox que fuera asumida por la sociedad la ley indígena Bartlett-Diego que el Senado aprobó por unanimidad (con la combativa participación de la bancada perredista, de entre la cual destacó por su temeridad y heroismo el ultra Demetrio Sodi) y que la Cámara de Diputados autorizó en sospechoso acuerdo entre PRI y PAN (Ƒa cambio de qué?) con el allí sí natural rechazo de la bancada que coordina Martí Batres, mas los diputados del PT y cuatro priístas de Oaxaca (no andarán mal quienes crean oler en los factores de esta votación desaprobatoria el aroma ya antes esparcido de las futuras alianzas o quizá de un nuevo partido).
PERO, COMO se darán cuenta los amables clientes de esta columna productora de barquitos de papel, lo importante es saber qué otra idea se le ocurre a Chabelo, o bien organizar consultas (con lo mucho que le gustan a Andrés Manuel) para ver quién deberá ocupar el cargo de Presidente-niño por un día... Aunque... Ƒpor qué nada más por un día...?
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