DOMINGO Ť 29 Ť ABRIL Ť 2001
Ť En julio se presentará la solicitud para que sean consideradas patrimonio de la humanidad
Las fortalezas del Caribe, en una sola candidatura
MERRY MAC MASTERS ENVIADA
Cancun, Qr, 28 de abril. Los países representados en la asamblea general de la Organización del Gran Caribe para los Monumentos y Sitios (Carimos), que se efectúa aquí, apoyaron la carta de intención para que la vasta lista de fortificaciones del Caribe, que van desde San Agustín de la Florida hasta Cumaná, en Venezuela, sea inscrita de forma conjunta como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En vista de lo anterior, Carlos Flores Marini, presidente de Carimos, vio factible que la gestión se haga en julio próximo, ya que las propuestas se hacen tanto en ese mes como en diciembre.
Aquí, hace un año, recordó el arquitecto restaurador, Carimos firmó un convenio para este fin con el gobierno de Quintana Roo -pionero en la conservación del Caribe-, que cuenta con la poco conocida fortaleza de Bacalar.
Anteriormente, el organismo independiente con 18 años de creado, había hecho lo mismo con el gobierno de Veracruz -donde se localiza el fuerte de San Juan de Ulúa- y Honduras, con sus fortalezas de Omoa y Trujillo. Sin embargo, la UNESCO "nos pedía una mayor representatividad", señaló Flores Marini. En la sesión de ayer estuvieron Jamaica, Costa Rica, Guatemala, República Dominicana, Panamá y Puerto Rico, aparte de México.
Son 40 naciones las que conforman el área del Caribe. Alrededor de 300 fortificaciones constituyen este ejemplo de arquitectura militar único en el mundo.
Recursos para la conservación, cortos
En esta ciudad, conocida por su turismo, fue inaugurado ayer el Encuentro Internacional de Patrimonio Cultural del Gran Caribe, con la participación de medio centenar de expertos.
Al tomar la palabra, Sara Meneses, representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), planteó la situación actual, en la cual "el dinero de los organismos internacionales está tan corto" , a la vez que "todo el mundo habla de la cultura pero le corta su presupuesto".
Hay que inventar, aseguró, cosa que se está haciendo esta vez "con el gran apoyo de nuestra cumbre de presidentes y jefes de gobierno celebrada recientemente en Canadá, que le han dado una gran importancia a la cultura".
Meneses consideró a Carimos el proyecto más importante de la OEA en el renglón de cultura.
Si hay patrimonios que "bien que mal" se conservan, hay uno en el que nadie ha puesto la suficiente atención: el del siglo XX.
A su vez, Sara Topelson, directora de museos de arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes, reiteró que el patrimonio arquitectónico de la centuria recién culminada es "uno de los menos valuados y respetados en general a nivel mundial".
En representación de Sara Guadalupe Bermúdez, presidenta del CNCA, Topelson atribuyó este hecho, en primer lugar, a "la presión inmobiliaria", pero también a una excesiva rigidez en la extención de permisos y licencias para su conservación, la necesidad de cambiar los sistemas de construcción, y la falta de difusión, de conocimiento y de apreciación del valor de la arquitectura del siglo XX.
El encuentro fue inaugurado por Juan Caballero Corral, en representación del gobernador de Quintana Roo, Joaquín Hendricks, quien no pudo asistir debido a la gira a esta entidad del primer mandatario Vicente Fox.
El funcionario mencionó la dificultad para los que viven en el norte del estado de cobrar conciencia de la riqueza que se tiene en el fuerte de Bacalar, a la vez que "no hemos visto algunas de estas bellísimas casas de madera de Chetumal". Pero, "todavía menos tenemos conciencia de ser parte del Caribe".
Relevos en Carimos
Durante el acto inaugural se informó que el arquitecto dominicano Eugenio Pérez Montás dejaba la coordinación general de Carimos, que será ocupada por su colega y compatriota Esteban Prieto Vicioso. Al pronunciar la ponencia magistral "El Caribe hacia el siglo XXI", Pérez Montás anunció que después de 20 años de pensar y escribir sobre el Caribe "he decidido desintegrarlo", convirtiéndolo en tres.
El primero, continuó, es el tradicional de las Antillas y Panamá; el segundo es el del Golfo de México, desde Campeche hasta La Florida; y un tercero es el Caribe exterior o del norte, desde Las Bahamas y las Islas Turcas y Caicos cruzando el Banco de la Navidad y el de la Plata, hasta la isla de San Salvador y Puerto Rico en la isla de San Juan donde empalma con el arco antillano ilimitado del primer Caribe.
Según Pérez Montás, el futuro de la región entraña dos variables inevitables: el manejo de un acelerado proceso de urbanización, en cuyo ámbito hay que colocar el problema de la vivienda y la salud versus contaminación y los residuos sólidos, y el desarrollo económico y la educación, que desde luego, contemplan el analfabetismo marginal, la organización social, el agotamiento de los recursos naturales y la supervivencia de los recursos patrimoniales.