SABADO Ť 28 Ť ABRIL Ť 2001

ANDANZAS

José Clemente Orozco en la danza

Colombia Moya

ME PARECE IMPORTANTE hacer notar que Laura González Matute, subdirectora de investigación del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap), del INBA, ha hecho pública la investigación sobre la participación del gran pintor muralista José Clemente Orozco en la danza. La posibilidad de que diseños, pinturas, dibujos, telones y escenografías de esta genial figura de las artes plásticas nacionales se den a conocer lo más ampliamente en algún volumen al respecto, indudablemente abrirá nuevas vetas en investigación, no sólo sobre la vida y obra del pintor, sino de Nellie Campobello y otras coreógrafas o bailarinas que realizaron un trabajo conjunto.

jose clemente orozcoLA LINEA DE INVESTIGACION sobre la danza y la pintura mexicana, apenas si se ha explorado. Parece ser que sólo una investigadora, que fue bailarina, Cristina Mendoza si mal no recuerdo, publicó en el Cenidiap un trabajo sobre Carlos Mérida, ya que el personal dedicado al respecto está muy ocupado en la construcción de la mitología oficial de la danza y, como de costumbre, no tiene ojos para más, aunque en los próximos años quizás la acción de este gremio se amplíe con otros temas y enfoques.

EN UNA CHARLA con Laura González Matute realizada en días pasados en el Museo de Arte Moderno, narró cómo el pintor, a los 70 años, por vía de Nellie Campobello, descubrió una pasión y un mundo de posibilidades para su pintura en la danza, e invitado por Martín Luis Guzmán, se unió al formidable movimiento de la danza nacionalista propuesto por las hermanas Campobello, en especial Nellie, coreógrafa, bailarina y directora de la Escuela Nacional de Danza donde, con otras colegas que me antecedieron, también me inicié en el ballet. Un nacionalismo que ya en el terreno franco de la danza moderna impuso de forma deslumbrante Waldeen.

 CINCO FUERON LAS obras de Orozco para el Ballet de la Ciudad de México de las hermanas Campobello, fundado en 1942. En él convergen grandes artistas nacionalistas como Julio Castellanos, Roberto Montenegro, Antonio Ruiz, Carlos Marichal, el propio Mérida y otros pintores, así como Martín Luis Guzmán como argumentista en las tres temporadas que logró realizar dicha compañía, el cual pude ver en mi tierna infancia incluyendo a los bailarines Alicia Markova y Anton Dolin, que la maestra Nellie había invitado al Ballet de la Ciudad de México para la parte tradicional del repertorio balletístico. Según la señora Matute, Orozco participó en todo el repertorio, con cierta influencia de Chagall en algunos trazos. Así, la iluminación, los diseños de vestuario, las escenografías y el torbellino de la ardiente personalidad de Nellie, así como el fascinante mundo de las bailarinas para los pintores, crearon en un Orozco ya anciano un nuevo entusiasmo y visión del movimiento, que reflejó en pinturas como El demagogo, El tirano, Don Juan Tenorio, Pomada y perfume, y le dio la oportunidad de "alejarse un tanto del muro, incursionar en nuevas técnicas menos estáticas y convivir con las coreografías, la danza y la música...", declaró entusiasta a la prensa en alguna ocasión. Según González Matute, en 1947, Orozco, abandonando su actitud de artista solitario dedicado al muro, sublima los sentimientos de Nelly Campobello y participa no sólo como escenógrafo del ballet Bailarina hecho para ella, sino como libretista.

"EXISTEN ACTUALMENTE REGISTROS fotográficos de la obra escenográfica de José Clemente Orozco, ya que la obra fue vendida o se desconoce su paradero". Ojalá pronto pudiéramos disfrutar de esta edición que tanto puede aportar a quienes nos gusta descubrir y conocer aspectos inusitados de la historia paralela de la danza.