SABADO Ť 28 Ť ABRIL Ť 2001

A partir de septiembre, las visitas guiadas en Los Pinos

Historias íntimas del poder

JUAN MANUEL VENEGAS

Formas de gobernar y de ser; de disfrutar, usar... y también sufrir el poder.

Secretas antes, en Los Pinos de todas ellas se cuenta ahora. Y a partir del próximo septiembre, cuando sus extensos jardines se abran a las visitas ciudadanas, seguramente empezarán a ser parte del anecdotario popular. Como si nada. 10427050

Y entonces se sabrá -porque así se les contará, según tiene previsto el nuevo equipo gobernante- que el rancho La Hormiga, como se llamaba el predio hasta antes de 1934, cambió de nombre porque el general Lázaro Cárdenas conoció a su esposa, doña Amalia Solórzano, en un rancho michoacano conocido como Los Pinos; que la residencia Miguel Alemán fue construida y acelerada su inauguración porque el presidente del mismo nombre quería que ahí se casara su hija Beatriz; que había ahí tres cabañas donde los hijos de Miguel de la Madrid organizaban tremendos reventones; que tras la masacre de Tlatelolco, Gustavo Díaz Ordaz cayó en la esquizofrenia, reforzó la vigilancia y canceló todo acto social... y que Ernesto Zedillo movilizó a "todo" el Estado Mayor Presidencial para buscar a la mascota de su hija, a quien una tarde encontró "bañada en lágrimas" porque su perro había desaparecido.

Si el libreto no cambia y los futuros visitantes a la residencia oficial son informados de lo mismo que fueron enterados los reporteros en un Los Pinos tour guiado ayer por Julieta Guzmán Ramírez, será del dominio público también que conforme se fueron casando sus hijos, José López Portillo mandó construir "cabañitas a cada uno" para que empezaran su vida familiar; que Luis Echeverría, en desacuerdo con los muebles que le heredó Díaz Ordaz, ordenó la total redecoración de la residencia Miguel Alemán... y que López Portillo hizo lo propio cuando sustituyó al compañero...

En fin, diría la flamante directora de Visitas Guiadas de Los Pinos -contratada por Martha Sahagún y Francisco Ortiz-, todas "muestras" del poder, del presidencialismo que marcó la vida política de este país en el siglo XX.

Se sabrán detalles también que, si no fuera por las remembranzas trágicas, sonarían a chiste. Por ejemplo, que De la Madrid se "estaba cambiando en el vestidor" cuando ocurrió el primero de los sismos del 19 de septiembre de 1985, o que Salinas de Gortari presumía de ser buen anfitrión -con el premier canadiense Jean Chrétien- cuando recibió la noticia del atentado a Colosio.

Otros, algo más tiernos, podrán verse. Como las pequeñas suelas de los zapatos del niño Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, marcadas sobre el concreto camino a la hondonada. Y al lado la leyenda: "1937 CCS".

Todo, pues, recuerdo de lo que fue, huellas de quienes pasaron por ahí. ƑY qué sigue? Habrá que ver. Por lo pronto, en estos cinco meses de nueva administración, el Presidente ha mandado remodelar casi todo. Desde la residencia Miguel Alemán hasta las tres "cabañitas" que mandó construir López Portillo, una de las cuales habitará Fox y otra su hija Cristina.

La casa Miguel Alemán le pareció -según se dice- muy ostentosa y hoy lo que se observa son decenas de albañiles que habrán de transformarla en oficinas para los ocho asesores presidenciales. Ya no más sala de cine ni boliche ni alberca techada... "todo es un lujo innecesario", habría dicho Fox, y mandó destruir prácticamente todo.

Ahora, según el dato oficial, tendrá que invertir 32 millones de pesos para el acondicionamiento de los nuevos despachos.

Así, la residencia será pronto abierta a los ciudadanos y contribuirá a enriquecer el anecdotario popular.