SABADO Ť 28 Ť ABRIL Ť 2001

Ť El presidente de la federal elogia dictamen que la anula; el del DF lo critica

Difieren juntas laborales sobre la cláusula de exclusión

Para el presidente de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, Virgilio Mena, el dictamen que declara inconstitucional la cláusula de exclusión representa una nueva forma de hacer sindicalismo, el cual tiene "que ser más eficiente, eficaz y adecuarse a las circunstancias".

Mena, designado por el gobierno federal, negó que el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación pueda impulsar la "pulverización" de las organizaciones sindicales, y si se vuelve jurisprudencia (si se emiten cuatro dictámenes similares) no "tiene que verse como una amenaza", sino como "una forma distinta de administrar las relaciones laborales".

En cambio, para el presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal, Jesús Campos Linas -nombrado por el gobierno capitalino-, ese dictamen sí estimula la atomización de los sindicatos, golpea la cohesión sindical y fomenta la creación de sindicatos patronales. "Con esa decisión de la Corte -enfatizó- se ha antepuesto el derecho individual al colectivo."

En entrevista por separado, Mena descartó que el dictamen afecte la relación empresa-sindicato, limite el derecho a huelga -en caso de crearse varios sindicatos en una sola empresa- o favorezca el sindicalismo blanco, como han advertido líderes sindicales y juristas laborales.

"Los argumentos de los líderes sindicales son muy válidos para ellos. El dictamen sólo debe impulsar que los sindicatos se conviertan en mejores servidores y gestores efectivos de sus representados, y no tanto pensar en que los afecta", dijo.

Si una empresa intentara crear sindicatos blancos e intervenir en la vida sindical, dijo, los trabajadores y sus dirigentes pueden "presentar la denuncia o demanda que corresponda. Es un derecho que ellos deciden si lo hacen valer o no".

Empero, para Campos Linas la abolición de esa cláusula tiene como fin "el mayor debilitamiento de los sindicatos". Fue concebida, recordó, para lograr "la unidad dentro de la organización sindical y no se puede concebir a los sindicatos como entes individuales, sino colectivos que requieren de la unidad para enfrentar al capital, que por razones económicas y políticas es más poderoso que los trabajadores en lo individual".

Admitió que algunos líderes distorsionaron el uso de esa cláusula, pero su aplicación era prácticamente nula. "Mientras yo fui litigante durante 48 años, sólo en cinco asuntos donde participé como asesor legal se aplicó esa cláusula".

Recordó que apenas es un dictamen y no una jurisprudencia, por lo que no puede aplicarse en forma generalizada en las organizaciones sindicales, pero "golpea fuerte la mentalidad de los trabajadores" y la cohesión sindical. El riesgo mayor, dijo, es que "los patrones tienen gran influencia para convencer a mucha gente que se presta para que actúe en contra de los intereses colectivos".