SABADO Ť 28 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Se opuso a impedir segregación por motivos sexuales
Fernández de Cevallos impuso sus criterios al dictaminar iniciativa
ANDREA BECERRIL
Figura central en la negociación de la reforma constitucional indígena, a la que se incorporó de lleno en la última fase, pese a no ser integrante de las comisiones dictaminadoras, el coordinador de la fracción panista en el Senado, Diego Fernández de Cevallos, logró imponer gran parte de sus criterios y puntos de vista.
Incluso en la discusión sobre uno de los puntos de esa reforma indígena, referente a incluir en el artículo uno de la Carta Magna la prohibición expresa de todo tipo de discriminación, Fernández de Cevallos se opuso a incluir en la misma especificaciones sobre impedir la segregación por motivos sexuales, y consideró que más de orden era "un asunto de desorden".
Durante la reunión final de las comisiones unidas del Senado encargadas de dictaminar la iniciativa de la Cocopa, fue notoria la participación del panista. Al final, cuando se revisó la redacción final de ese artículo uno constitucional, la perredista Leticia Burgos propuso que se le hiciera dos agregados, uno para precisar que se prohíbe la discriminación motivada por preferencias sexuales, y otra adición con el siguiente texto: "El Estado promoverá la eliminación de toda forma de discriminación, y reglamentará, a través de sus políticas públicas, medidas tendentes a erradicarla".
De inmediato, el panista César Jáuregui, integrante de la subcomisión dictaminadora -un grupo reducido, encabezado por Manuel Bartlett, que tuvo a su cargo elaborar el documento final-, dijo que se trataba de una propuesta interesante, pero no se podía incluir, ya que era motivo de otra discusión.
El priísta Fidel Herrera abundó en esa argumentación e hizo notar que al precisar en el texto que se prohíbe la discriminación motivada por preferencias, se alude a las de todo orden.
"De todo orden y desorden", exclamó Fernández de Cevallos, y como la senadora Burgos insistía en su propuesta, el coordinador blanquiazul volvió a tomar el contro de la reunión y advirtió que el asunto no era tema de esa reunión, en la que luego se aprobaría el dictamen.
"No estamos hablando de la materia que trae usted aquí a cuento, además de que queda incluida cuando se precisa que toda forma de discriminación queda prohibida. Yo no puedo aceptar que incorporemos aquí, como forma específica de precepto constitucional, algo que tiene su tiempo, su momento y su lugar, ni abrir algo que va a ser sumamente revisado y cuestionado por todas las formas de pensamiento, por todas las culturas del país, por todas las filosofías, las religiones, las preferencias políticas y sexuales".
Insistió: "no va a haber ahora un debate, que ya toma un capítulo totalmente distinto y distante. (En el artículo) Se preservan todas las libertades, se combate aquí toda forma de discriminación y por parte de Acción Nacional es intocable este asunto"
Así le puso fin a la discusión, pese a que después el perredista Jesús Ortega reivindicó el derecho de la senadora Burgos a defender su propuesta. La legisladora expuso luego que el incluir ese punto referido a la discriminación -el PRI lo propuso, para garantizar que los indígenas no serán sometidos a prácticas discriminatorias, pero se amplió a todo tipo de segregación- en la Constitución, es un gran logro, aunque quedó pendiente precisamente ese punto objetado por Fernández de Cevallos.
"Su punto de vista fue absolutamente retardatario, le molestó tanto cuando aludí a los derechos de homosexuales y lesbianas, que hasta me manoteó en su respuesta", agregó Burgos.
El controvertido panista lo tomó a broma y repitió a varios senadores, al concluir la reunión de ese jueves, que debió plantear que las reformas propuestas por la perredista se insertaran "en el artículo 69".
En esa misma reunión, Fernández de Cevallos había incluso votado ya el dictamen, y él mismo reconoció que no podía hacerlo por no ser integrante de las tres comisiones dictaminadoras. "Tienes voz, pero no voto", le bromeó Fidel Herrera.
No siempre fueron en ese tono festivo las discusiones del panista en las muchas reuniones y negociaciones, tanto al interior de su fracción, como en la subcomisión dictaminadora. Los que asistieron recuerdan los fuertes debates que tuvo con la asesora jurídica de los perredistas, Magdalena Gómez, en los temas de divergencia, como definición de pueblo y comunidad indígena o el carácter de entidad de derecho público de las comunidades.