SABADO Ť 28 Ť ABRIL Ť 2001

Ť "Queremos compartir el destino del partido, no competir con los hombres": Robles

Postergada, la refundación del PRD

Ť Rechazan iniciativas para brindar mayor presencia a mujeres y jóvenes en el sol azteca

MIREYA CUELLAR, MATILDE PEREZ Y ENRIQUE MENDEZ ENVIADOS

Zacatecas, Zac., 27 de abril. La refundación del PRD quedó para mejor momento. La inercia de la confrontación se comió al congreso y, a unas horas de que concluya, las corrientes han empezado a buscar la manera de, cuando menos, sanar las heridas que se abrieron. Rosario Robles y Amalia García encontraron en la causa de las mujeres -la lucha por conseguir 50 por ciento de candidaturas plurinominales- el momento para saludarse efusivamente frente a todos y hasta darse un beso fraternal.

"šEl beso de Judas! šEs el beso de Judas!", gritaron algunos delegados que no se tragaron el cuento de que las facturas habían quedado saldadas. Por lo mismo, las huestes chuchistas y amalistas no perdieron la oportunidad de ofrecerle a Rosario Robles una rechifla cuando caminó hasta el micrófono, y de gritar "štiempo! štiempo!", mientras hablaba. Las expresiones no parecían venir al caso, pero insistían: "ƑA poco cree que nos íbamos a quedar con las ganas?"

La granja, formada por los camilos, los rosarios y los cívicos, que en este congreso han dado algunas batallas juntos, también soltaron sus "šuhhhhhhh!" y una que otra rechifla a Amalia, pero las cosas no pasaron a mayores.

La noche del jueves se empezaron a tender puentes, a buscar acercamientos. Por ello, Cuauhtémoc Cárdenas "paró" a quienes, entre los miembros de su grupo, querían ir hoy al choque con Jesús Ortega y exigirle públicamente que, como líder de la fracción perredista en el Senado, explique el voto a favor del dictamen sobre la ley indígena.

El asunto le provocó mucha comezón a algunos, no sólo entre las filas del cardenismo, pero la petición de no introducir otro elemento de disputa pesó más. Abelardo Torres, secretario de Movimientos Sociales del CEN, se conformó con manifestar su inconformidad "a título personal" y en entrevistas de prensa. Nada de ir a la tribuna a llevar otro pleito.

Así que cuando menos para efectos de lo que ocurrió en el pleno, las corrientes de siempre se diluyeron. Chuchos, amalios y cardenistas fueron derrotados por una corriente de espontáneos que se alzó con la victoria: la de los machos, a la hora de decidir si se otorgaba 50 por ciento de las candidaturas plurinominales de diputados a las mujeres.

La capacidad de las mujeres

según los varones perredistas

A quienes se preguntaban en voz baja "Ƒcómo les vamos a dar más posiciones si no están capacitadas?", Rosario Robles les respondió en voz alta que en "en este partido la capacitación la necesitamos todos". No valió que les recordara que nunca habría podido mostrar que una mujer puede gobernar una ciudad tan grande como la de México si no hubiese tenido esa oportunidad. "šQueremos compartir el destino del partido, no competir con los hombres!"

Pero no convenció a esa fuerza que hoy se reveló en toda su expresión. Decenas de delegados -sobre todo varones aunque no faltaron algunas mujeres-, se levantaron de su asiento para gritar sin rubor "š70! š70! š70!", en defensa del porcentaje de posiciones que tienen asegurados los varones en el PRD. Ni siquiera cuando se discutió la relación con Fox o los principios del partido se les vio tan atentos, gritones, inmiscuidos en el debate. De hecho, ningún otro debate tuvo tanto quórum.

Y para sorpresa de muchos, Luz Martínez, de la delegación Iztapalapa, fue hasta la tribuna para oponerse a la medida. "No necesitamos graciosas concesiones", fue el argumento, que le ganó el aplauso de muchos.

-Es muy triste que sea una mujer quien subió a hablar en contra -comentó el dip zac-prd13 utado a la asamblea capitalina, Armando Quintero.

Tras ella tomó la palabra Amalia García: "Lo que hoy votemos nos define como partido y nosotros somos de izquierda". Pero como el sexismo parece no tener ideología, no hubo efecto. Cuando la propuesta se puso a votación quedó claro que se iba a perder y el grito de "šsí se pudo! šsí se pudo!" de los hombres del PRD retumbó en la carpa.

Muchas de las impulsoras de la medida no lo podían creer. El día anterior, más de 700 delegados habían firmado una carta a favor del 50-50, cuando alguna "compañera" se les acercaba a pedir apoyo. A la hora de la votación, las 700 firmas se volvieron 579 votos y no pudieron con los 736 en contra. En el anonimato que da la masa, más de uno de los muy machos que firmaron, se echaron para atrás y cambiaron su sufragio.

Y en un estilo que a las perredistas les recordó al secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, los delegados hombres gritaron burlones y triunfantes: "šQuieren llorar!, šquieren llorar!, šquieren llorar!"

Y sí, algunas de las delegadas de plano soltaron el llanto. "No puede ser", se quejaba la guanajuatense Malú Micher, enrojecidos los ojos. Pero Adriana Luna Parra más bien tenía ganas de golpear al delegado de al lado que cínicamente las retaba: "las quiero solas y desperdigadas".

Triunfaron los Valentes Campillos, comentaba indignada otra de las que lo escuchaba. "No les vamos a repartir un solo volante a los hombres de Chihuahua que votaron en contra, cuando quieran ser candidatos que no cuenten con nosotras. Ya les tomamos fotos para exhibirlos", se consolaba Lucha Castro.

Unos con cara de morbo y otros de angustia, los dirigentes perredistas se miraban entre ellos mientras tenían el gafete arriba mostrando el sentido de su voto. Carlos Navarrete, vocero del CEN del PRD y Camilo Valenzuela votaron en contra del 50-50, al igual que el dirigente perredista de Zacatecas, José Luis Medina.

Navarrete hasta se burló. A la vista de todos hizo la vieja seña del dedo pulgar apuntando al piso que usaban los emperadores romanos cuando un gladiador debía morir. Las mujeres habían sido derrotadas.

El resto del CEN, Pablo Gómez, Jesús Zambrano, Raymundo Cárdenas... la mayoría, lo hicieron a favor, al igual que Cuauhtémoc Cárdenas, nada más que éste desde su asiento de delegado. La profesora Ifigenia Martínez mejor se abstuvo.

"šTriunfó el abascalismo!, šhijos de Abascal!", se desquitaban las mujeres en alusión al secretario del Trabajo. Momentos antes, ellas mismas habían hecho una especie de "víbora de la mar" entre mesas y sillas para festejar lo que creían sería una victoria: "šCuando una mujer avanza, no hay hombre que retroceda!"

Este partido ha avanzado, pero no tanto, decía Amalia. Y es que en el congreso anterior, cuando la misma propuesta fue puesta a consideración, la derrota fue apabullante. En esta ocasión, 40 por ciento de los delegados se manifestó a favor. No es un problema del PRD, es un asunto cultural, de toda la sociedad, se conformaban otros.

Raúl Alvarez Garín pedía no tomarse tan a pecho las cosas, porque además, decía, Amalia y Rosario son "demagogas" y recomendaba: "Revisa el caso de Cuernavaca, donde una mujer ganó la candidatura y fueron ellas quienes no la dejaron llegar. Las mismas mujeres que organizan el trabajo de mujeres en el PRD son las que obstaculizan a otras".

Camilo Valenzuela fue el único que después tomó la palabra para razonar su voto desfavorable: "es contra las mujeres de la elite política del PRD... que las acciones afirmativas se correspondan con las circunstancias políticas".

Pero los sorprendidos todavía no habían visto todo. Cuando los jóvenes pelearon 20 por ciento de las posiciones de dirección, el delegado Raúl Delgado, de Jalisco, les rebatió con el argumento de que "al rato van a venir los homosexuales a pedir una cuota y también se las vamos a dar".

Los muchachos perredistas, que son pocos -los delegados tienen en su mayoría más de 35 años- se agolparon molestos frente al templete. "šSomos 30 por ciento de la población. Fox ganó gracias al voto joven. No nos deben excluir!", gritaba uno. Otra chica enfrentó al jalisciense pero se le quebró la voz.

Patria Jiménez se fue a buscar a Raúl Delgado para enfrentarlo: "šYo soy lesbiana, y a mí no me ande utilizando para sus pinches argumentos!" Al perredista no le quedó más que disculparse. Al final, la mesa pidió al pleno analizar bien la propuesta y esa sí fue aprobada.

Y los perredistas siguieron votando. No cambiará el logotipo del partido y tampoco su eslogan, como algunos querían. Las propuestas de modernización no pasaron, como tampoco la sustitución del CEN por un comité político nacional. Hoy se harán algunos parches para lograr el consenso y se colocarán algunos curitas a las heridas. De hecho, Amalia García ya no quiso continuar la polémica con Cuauhtémoc Cárdenas respecto a las responsabilidades en la derrota del 2 de julio, dijo que las críticas se hicieron en su momento y que "respeto las opiniones del ingeniero Cárdenas".

La inercia lleva la delantera en el congreso, la refundación quedó para otro momento, porque el debate político se rezagó, supeditado a la contienda política interna.

Como los cardenistas ya tienen como candidata a Rosario Robles para suceder a Amalia García, y los chuchos están candidateando a Ortega, los amalios no se pueden quedar atrás, así que Cuauhtémoc Sandoval anunció la postulación del senador Raymundo Cárdenas a la presidencia del partido.

Será, como reconoce Jesús Zambrano, que tres días le bastaron al perredismo para darse cuenta que una refundación es un "proceso" y no "un suceso" con fecha en el calendario.