VIERNES Ť 27 Ť ABRIL Ť 2001

Ť La periodista mexicana recibió el Premio Alfaguara de Novela 2001

Hacer universal nuestro idioma, ambición de Elena Poniatowska, señaló De Polanco

Ť Sería un gran honor que el secretario Abascal prohibiera leer mi libro, dijo

Ť La escritora evocó la figura de su madre, quien falleció en fecha reciente

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 26 dde abril. La periodista mexicana Elena Poniatowska recibió hoy el Premio Alfaguara de Novela 2001 con un acto de generosidad: a cambio del galardón ofreció una anécdota, una reivindicación, una noticia y una evocación: la primera, rescatada de los largos viajes de Rosario Castellanos por Chiapas; la segunda, una firme invocación de las obras literarias de Sor Juana Inés de la Cruz, Elena Garro, la propia Rosario Castellanos y de todas las mujeres escritoras, que ''o están solteras o se suicidan''.

elenaLa noticia que dio Poniatowska ante decenas de periodistas españoles y latinoamericanos fue el ''importantísimo'' paso dado ayer en el Senado mexicano, al aprobar la Ley de Derechos y Cultura Indígena, por lo que elogió el discurrir del movimiento zapatista por su ''creatividad y originalidad'' para alcanzar logros que tendrán repercusión en el resto de América Latina.

Por último, la evocación de Poniatowska fue a la figura de su madre, quien falleció recientemente y que se ''hubiera alegrado mucho'' de saber que le habían concedido ese prestigioso galardón.

La sede de editorial Santillana en Madrid adquirió hoy la forma y el color de La piel del cielo, novela de la escritora mexicana que fue elegida la mejor de entre 594 títulos. El premio fue entregado por el presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco, quien elogió a Poniatowska por su ''ambición de hacer universal nuestro idioma''.

''Peligroso, darle un burro a la Poni''

Vestida de negro, siempre sonriente y con el discurso que había preparado para el momento perdido en ''una agendita azul'' que nunca apareció, Elena Poniatowska dijo sentirse ''profundamente agradecida'' por la concesión del premio, que le hizo recordar una anécdota de Rosario Castellanos, ''quien una vez en Chiapas vio a un hombre que iba sentado en un burro con su haz de leña de frente y atrás su mujer a pie, doblada bajo el peso de un haz de leña inmenso. Entonces Rosario con gran inocencia le preguntó: 'Bueno, pero ¿por qué tú vas montado en un burro y ella va a pie, detrás de ti? El le contestó: ''Pues es que ella no tiene burro'. Entonces Alfaguara al darme este premio realmente lo que me ha dado es un burro y darle un burro a una Poni, como me llaman, es algo muy peligroso''.

Poniatowska cuenta con una prolija obra narrativa y periodística, si bien La piel del cielo es la primera novela que será distribuida en todos los países de Iberoamérica y algunos de Europa.

La Poni quiso reivindicar la obra de las mujeres escritoras en general, y de Sor Juana, Rosario Castellano y Elena Garro, en particular.

''Todas ellas, si hubiera existido la editorial Alfaguara hace 400 años, también hubieran merecido el Premio Alfaguara'', señaló.

''La lucha de las mujeres en América Latina es muy dura, porque las mujeres en general que se dedican a la literatura o son solteras o son suicidas. Y la lista de mujeres suicidas es enorme: la escritora puertorriqueña Julia de Burgos, a quien encontraron muerta y depositaron en un anfiteatro con una señal en el pie que decía que no había sido reclamada; Alfonsina Storni, que entró por su decisión al mar y se ahogó y despues las olas devolvieron su cuerpo a la playa.

''En México, la también escritora Antonieta Rivas Mercado se dio un balazo con el revólver de su amante, el escritor y ministro Jose Vasconcelos. Creo que la situación de las mujeres sí ha sido muy dura, pues han sentido el rechazo y les ha resultado más difícil escribir.''

Chiapas, el México que le duele

Poniatowska, a quien ''México le duele'', como han señalado ya algunos críticos de literatura españoles, en su primera comparecencia como premio Alfaguara quiso dar a los periodistas españoles, europeos y latinoamericanos que la esperaban una noticia que le significaba mucho.

''Lo primero que quisiera decir es una noticia a propósito de mi país, dice así: 'Ciudad de México, México, 25 de abril del 2001. Esta noche el Senado de la República aprobó por unanimidad y en lo general el proyecto de decreto que reforma la Constitución mexicana en materia de cultura y derecho indígenas. Se lograron 109 votos a favor de los Congresistas asistentes''. Creo que esto es importantísimo no sólo para los indígenas mexicanos y para mi país, sino también para todos los países que tienen población indígena en America Latina y en el mundo''.

Poniatowska hizo un repaso a las reivindicaciones que ha defendido en el fragmento de historia que le ha tocado vivir: ''Creo que los escritores y los periodistas tienen una inclinación hacia ciertas causas. No pertenezco ni he militado en partido alguno, pero ya en 1959 me interesé por los ferrocarrileros presos. Luego en 1968, ningún periodista que se preciara de serlo podía dejar de hablar del movimiento estudiantil y de la masacre de 250 estudiantes, jóvenes, mujeres y niños en la Plaza de las Tres Culturas. Y ahora estoy interesada en el movimiento zapatista porque me parece que es importantísimo no sólo para México sino para América Latina, además de que es un movimiento original y creativo; es una guerrilla que deja sus armas para marchar a la ciudad mas grande del mundo para hacer sus peticiones''.

Elena Poniatowska quiso dejar patente que para ella sería ''un honor'' que el secretario del Trabajo, Carlos Abascal, también prohibiera su novela, tras el incidente protagonizado por este político mexicano y que dada su envergadura ha trascendido fronteras.

''El secretario Abascal es un tonto. Dijo que él decidía cuáles eran las lecturas de su hija, quien tenía que leer Aura de Carlos Fuentes, una pequeña joya literaria, y los Doce cuentos peregrinos, del Nobel Gabriel García Márquez.

''Creo que fue un gran error decir que ella no podía leer esas obras, creo que es un pifia política de primer grado y creo que va a sufrir y ya está sufriendo las consecuencias de su tontería y cerrazón. Ahora mismo el hecho de que en el Congreso se haya votado a favor de los indígenas va a hacer también que personas como Abascal tengan que amarrarse la lengua antes de hablar si no es que los corren de una patada. Creo que esta novela, desde luego que sí la prohibiría leer Carlos Abascal a su hija. Eso sería un gran honor para mí porque vendería más''.

En cuanto al proyecto de ley del gobierno de Vicente Fox que pretende la aplicación del impuesto al valor agregado (IVA) a los libros, la novelista mexicana afirmo: ''Ojalá que no pase la ley del IVA, que creo es una afrenta al libro y a los escritores, pues no sólo se estarían gravando los libros sino también los alimentos, lo que afectará a las personas mas pobres. Creo que si México es un país en donde el libro ya es caro, donde se lee poco, donde hay analfabetismo y hay pocos lectores, esto hace todavía más grave la aprobación de una ley así''.

Poniatowska, que explicó la profunda vocación periodística que ha marcado su obra y su vida, se refirió a su inquebrantable distanciamiento del poder:

''Creo que es un impulso natural que me sale de muy dentro. En general a los políticos siempre los he rehuido y a los políticos mexicanos también.

''Cuando los he entrevistado siempre me dicen que soy muy impertinente, porque empecé a los 21 años a preguntarles: ¿Es verdad que usted es un ladrón?''

Por eso su literatura tiene su origen en la calle, en donde escudriña con avidez en la búsqueda de seres que con la apariencia de anónimos cargan historias y lamentos:

''En realidad mis voces, mi inspiración, son las voces de la calle, la vida diaria, lo que nos pasa todas las mañanas, todas las tardes y las noches.

''Creo que todos tenemos un fondo de tristeza de lo que no logramos, en el fondo del alma o del espíritu o como ustedes lo quieran llamar tenemos un lugar donde los pensamientos duelen mucho, donde hay tristezas que no decimos a nadie, pensamientos de fracaso que tampoco comunicamos, y eso es parte también de la vida de un científico (el protagonista de La piel del cielo).''

Paz le echaba ''ojos de puñal''

Poniatowska también contó, con ironía, cuando ''Octavio Paz se enojó conmigo durante 10 años y no me dirigía la palabra, me hacía unas caras de odio que si me veía a treinta metros me echaba ojos de puñal, porque él sí se enamoró de Tina Modotti, y me dijo que cómo era posible que dedicara mi tiempo a una comunista, que él me había avisado que yo no escribiera sobre ella. Pero yo en primer lugar ya había hecho entrevistas a todos los viejos comunistas mexicanos y ya había trabajo mucho la novela, así que no me detuve a pesar de la furia de Octavio Paz''.

La escritora mexicana adelantó lo que será su próxima novela (la historia de un ferrocarrilero), pero antes tendrá que pasar por el periplo de la intensa promocion de su novela, que le llevara a lo largo de este año a difundir y expandir el gozo de su ''astronomía literaria'' por todo el mundo de habla castellana.

Poniatowska hizo por último la evocacion a su madre, con quien ''todavía me comunico y platico''.

Esto (el premio) ''viene en un momento para mí grave, porque en los días que me lo dieron murió mi madre. Ella seguramente se hubiera alegrado y hubiera participado de esta alegría. Aunque cuando le dije en el hospital que me habían dado un premio, más o menos entendió y su respuesta fue: 'Ah qué bueno, así ahora ya no vas a escribir''. Esto lo dijo porque en su opinión yo era una persona que no me peinaba bien, no me vestía bien, lo único que hacía era dedicarme a escribir y eso le parecía un poco exagerado. Me decía que podría haber hecho otras cosas, como ir al salón de belleza o pintarme las uñas, cosas que a ella le parecía que hacían a una mujer mucho más bonita''.