Ť Presentó la antología Siempre novios, con 90 canciones
Rinden homenaje a Angélica María por sus 50 años de carrera artística
ARTURO CRUZ BARCENAS
Angélica María fue homenajeada el pasado lunes por el Gobierno del Distrito Federal al cumplirse 50 años de carrera. Por tal motivo realizó un festival artístico-cultural en el que la eterna novia de México deleitó al público con lo mejor y más selecto de su repertorio musical.
El programa, que incluye una exposición de fotografías y retratos que destacados pintores han hecho a la artista, muestras de portadas de discos, carteles, vestuarios que usó en algunas obras de teatro y telenovelas, así como con la presentación de un ciclo de cine con las cintas que la hicieron famosas, concluirá el próximo 30 de abril en el sitio del reconocimiento: el Centro Cultural San Angel.
Medio siglo en cuatro cidís o casetes
Por otro lado, Angélica María recientemente presentó una antología de las canciones que ha hecho éxitos a lo largo de 50 años, bajo el título de Siempre novios. Medio siglo sintetizados en 90 temas distribuidos en cuatro discos compactos o casetes. Fue la primera intérprete de las composiciones de Armando Manzanero y una de las principales de Juan Gabriel, por citar sólo dos monstruos de inspiración inagotable, de Yucatán a Juárez.
Compilaciones de sus discos hay muchas, tanto en comercios establecidos como en el ámbito informal o piratería. Su vigencia radica en que no sólo canta, sino que ha sido una de las actrices (en esta actividad comenzó a los 5 años) telenoveleras más reconocidas (17 producciones) y su participación en cine ha quedado plasmada en películas (a la fecha tiene 56 filmadas) como Las hijas del Amapolo, o en la que compartió créditos con Pedro Infante, Los Gavilanes, de 1960.
Pecado, de 1950, fue su primera cinta, donde actuó con Roberto Cañedo. Pero la faceta que le dio mayor sostén entre el público ?a la que hay que añadir al de productora teatral; su intervención dramática suma 16 obras? fue la musical. Su primer éxito fue Edy, Edy, de 1962.
No obstante su extensa y fructífera trayectoria, no pudo contener el llanto por este trabajo que reúne y le hace recordar lo que llamó "epocas": "He grabado tantas cosas, desde rock and roll hasta canto nuevo o canción de protesta, como se le llamaba antes", afirmó.
"Al oír esta antología ?bajo el sello Reader's Digest? recordé mi juventud, mi inocencia; era inexperta y estaba enamorada del amor. Vienen canciones de películas que es fácil conseguir", explicó Angélica. Quedaron fuera, por ejemplo, Imaginación, de Juan Gabriel, y varias de Raúl Vale, de sus tiempos de Mélody.
Muchos cantantes le temen a las antologías porque huelen a fin de carrera, pero Angélica más bien las ve como un "apapacho". "Sí hay algo de nostalgia porque piensas en personas que ya murieron. Aprendes a vivir. No me preocupa mucho lo del futuro; lo pasado sí es como un sueño. Una vez oí decir a Paul McCartney que él y Los Beatles nunca soñaron siquiera lo que iban a hacer. En los pequeñísimos niveles nuestros, como el mío, es lo mismo. El pasado lo viví, pero lo importante es este momento".
Angélica tiene el mérito de haber abierto los primeros mercados internacionales a las telenovelas mexicanas. Los treintañeros para arriba deben recordar el culebrón llamado Muchacha italiana viene a casarse, donde la intérprete de Johnny el enojón canta una rola que se hizo famosa y se mantuvo por varios meses en los primeros sitios de popularidad: ¿A dónde va nuestro amor?, donde habla del sentimiento mutuo que agoniza.
''La novia de México y de mi marido''
Ya en el túnel del tiempo, dijo: "La gente mayor, como yo, contamos con los recuerdos. En mis inicios no había muchas angélicas en el ambiente artístico; sí hubo Angies, en Estados Unidos; aquí hubo Angeles. Aún hoy voy a una gira teatral y se abarrotan los lugares".
Desde hace cuatro años viene anunciando un espectáculo con el que espera rendir homenaje a su público. Lo llamará Gracias y asegura que ahora sí estará en breve en cartelera. Ojalá.
Bromeó sobre las arrugas de la piel. "Me estoy dando cuenta de que hasta el pantalón se arruga". Y modeló su cuerpo, que aún muestra la buena madera, esa que dura... hasta que se acaba.
Ella enseñó pierna. Le tocó el tiempo de las minifaldas, pero dice que hay que medirse con eso de la moda. "Imagínense que digan: esa señora con minifalda, ¡qué facha! Uno debe actualizarse hasta donde se puede. Siempre busqué cosas nuevas que hacer, y algo ya se me ocurrirá".
--¿Se sigue sintiendo La Novia de México?
--Yo nunca me sentí así. A mí me puso ese título, don Octavio de Alba, que en paz descanse. También me dijeron Reina de aquí y de allá. Todavía voy por la calle y dice una señora: "Mira, allí va la Novia de México, la novia de mi marido".