MIERCOLES Ť 25 Ť ABRIL Ť 2001

Ť La Nobel compara el incidente con la quema de libros efectuada por los nazis

Gordimer, horrorizada frente a los intentos de prohibir a escolares que lean La gente de Julie

Ť Desde Dublín, el ministro sudafricano de Educación se solidarizó con la escritora

Ť El comité reconsideró su posición inicial y dijo que se buscaban ''nuevas ideas''

AGENCIAS

Ťnadine-gordimer2 Johannesburgo, 24 de abril. La premio Nobel de Literatura sudafricana Nadine Gordimer está horrorizada: funcionarios regionales de educación consideraron que su libro La gente de Julie es inadecuado para la enseñaza escolar en las afueras de Johanesburgo. Como publicamos en este espacio el pasado viernes, burócratas de la región sudafricana de Gauteng pidieron suprimir de la lista de libros para escolares esa novela, de Gordimer, por considerarla una obra racista.

También recomendaron retirar Hamlet, por deprimente, y El mercader de Venecia, ambas obras de la autoría de William Shakespeare.

Para estos censores, el libro de Gordimer resulta ''profundamente racista, autoritario y condescendiente", además de inapropiado para la Sudáfrica actual, indicaron los evaluadores del material educativo.

Un diario publicó el informe de la comision y enseguida se desató una ola de indignación. Inclusive el ministro de Educación sudafricano, Kader Asmal, tomó el teléfono en la lejana Dublín para expresarle su solidaridad a la escritora.

La Premio Nobel de Literatura 1991 señaló que esto le hizo recordar viejos tiempos. ''Los criterios y el espíritu de contradicción del tono del reporte reflejan en forma sorprendentemente exacta el lenguaje, las actitudes de los viejos censores del apartheid", declaró.

ƑDebates frescos?

Bajo el régimen del apartheid fueron prohibidos tres libros de la escritora, de 77 años de edad.

Gordimer narra en el libro que escribió en 1980 el escenario de una guerra civil entre blancos y negros en Sudáfrica, durante la cual una familia blanca busca refugio en la localidad natal de su sirvienta negra.

El comité censor sostuvo que la historia es anacrónica y que esboza un futuro de Sudáfrica que no se concretó, por lo cual carece de interés para los lectores de este tiempo, según calificaron.

''Si los lectores de ficción están buscando lecciones morales contra el racismo, poco puede decir más que la situación de esta novela", contratacó Gordimer, y comparó además el incidente con la quema de libros de los nazis.

Tras el gran alboroto que generó la noticia, el comité retrocedió de su posición radical inicial. Solamente se trataba de que ''nuevas ideas, debates frescos, innovación y creatividad" llegaran a las aulas, argumentó. Determinados libros deben ser utilizados como máximo durante tres o cuatro años en la enseñanza, para que luego se opte por otros, afirmó, mientras que el jefe de la comisión intentaba distanciarse oficialmente.

Pero Gordimer no se mostró dispuesta a dar tregua, según documenta la agencia alemana Dpa. La escritora, que publicará pronto un nuevo libro, se mostró combativa y apuntó que el departamento censor tiene la obligación de procurar que la gente que evalúa los libros también disponga de un saber literario acorde.

Los miembros del comité mostraron en cambio ''un nivel increíblemente bajo en su discernimiento, así como una ignorancia sin límites", afirmó la autora sudafricana.

Condena de Mandela

La actitud asumida por los burócratas de la región de Gauteng obedece a una corriente ideológica en la nueva administración sudafricana y que el mismo Nelson Mandela ha condenado por ser ''corrupta y racista".

Durante su visita a México en abril de 1999, Nadine Gordimer dijo en entrevista a La Jornada: ''En Sudáfrica todavía hay muchas cosas que debemos enfrentar: la derecha blanca extrema y determinadas formas de nacionalismo negro".

Hoy, libra una nueva batalla.