MIERCOLES Ť 25 Ť ABRIL Ť 2001

Juan Tonda Mazón

Yo prefiero las plumas Fuentes

Hace cerca de 30 años, en 1971, cuando cursaba el tercero de secundaria o primero de prepa, en el Instituto Luis Vives, la maestra de literatura mexicana Angeles Rull nos pidió hacer un trabajo sobre algún escritor mexicano destacado y escogimos a Carlos Fuentes. De inmediato mis amigos y yo nos pusimos a leer La región más transparente, Aura y La muerte de Artemio Cruz. Nos gustaron tanto sus novelas que decidimos no únicamente hacer un trabajo con nuestras lecturas, sino tratar de entrevistar a Fuentes en relación con sus obras. Además, representaba todo un reto el que unos estudiantes de secundaria pudieran acceder a una entrevista con Carlos Fuentes, quien para nosotros junto con Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y Jorge Luis Borges eran en ese momento los escritores más importantes de Latinoamérica.

Antes de emprender una tarea que fácilmente podría estar condenada al fracaso pedimos auxilio a la docente para ver si nos podía conseguir la dirección y el teléfono de Carlos Fuentes para entrevistarlo. La maestra Rull accedió, no sólo era una excelente maestra, sino que además estaba muy guapa, lo cual para unos adolescentes representa un doble atractivo. La Rull, como le decíamos, conocía a algunos escritores, creo que a Emilio Carballlido y no sé si al mismo Fuentes.

Uno de nosotros se armó de valor para pedirle una entrevista. Cuando Carlos Fuentes accedió, brincamos de gusto. Sólo éramos unos estudiantes de bachillerato con grandes pretensiones. Llegamos a la casa de Carlos Fuentes en San Angel y nos recibió como reyes, nos aguantó la entrevista y salimos felices de haber conocido a Carlos Fuentes y leer sus obras. Desde entonces -hace tres décadas- entendimos por qué es uno de los escritores más importantes de México. Ninguno de nuestros padres nos dio indicaciones sobre qué leer o no leer y siempre respetaron las lecturas que nos dejaban en la escuela. Los directores de la institución también respetaban las lecturas que encargaban los maestros. Hoy les estoy agradecido porque me dedico a editar libros.

Treinta años después veo con horror cómo un padre de familia censura la lectura de dos libros. Pero aún más me sorprende que impida a su hija leer a un premio Nobel y a uno de los mejores escritores de México. ƑEstaremos de regreso a la época de las cavernas? ƑLa Santa Inquisición será la que dicte ahora nuestras lecturas? ƑQuién eligió a esos jueces para escoger nuestras lecturas? No hubiera sido más fácil decir ''la regué", pues es de sabios reconocer que nos equivocamos. La tolerancia es una virtud que en ocasiones debe cultivarse. Al menos eso se pregona.

Lejos de ello, veo con vergüenza cómo no sólo los padres de familia de la tan citada escuela apoyan la censura, sino ahora también la Unión Nacional de Padres de Familia a través de su presidente, quien afirma que la novela ''Aurea" no es apropiada para los estudiantes. No sólo no ha leído la multicitada novela, sino que su ignorancia es de tal envergadura que ni siquiera sabe el nombre correcto. ƑSabrá lo que es la sección áurea?

ƑEsos son los padres de familia que velarán por la educación de nuestros hijos? Por favor, no, gracias.

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