MIERCOLES Ť 25 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Necesario legislar, señalan especialistas en la UNAM
Eutanasia, práctica frecuente entre pobres que desean una muerte digna
JOSE GALAN
En México, la eutanasia es una práctica de los pacientes de escasos recursos. La pobreza, que impide proporcionar un tratamiento adecuado a familiares con enfermedades terminales, lleva a solicitar el alta voluntaria para llevarse al enfermo a morir en su domicilio, para que así tenga una muerte digna.
La eutanasia, sobre todo, es una decisión individual, pero es necesario que se legisle para evitar abusos y satisfacer -más allá de ideas filosóficas, religiosas, culturales y políticas- las necesidades de la sociedad, afirmaron ayer investigadores y especialistas durante el segundo día de jornadas sobre este polémico tema en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
"No tener recursos económicos para proporcionar un tratamiento adecuado, y dejar a la enfermedad evolucionar de manera natural hasta la muerte es una práctica de eutanasia de los pacientes sin dinero", manifestó César Rivera Benítez, jefe de Terapia Intensiva del servicio de infectología del Hospital General de México. "De acuerdo con su cultura o solvencia económica, los familiares solicitan el alta voluntaria de un paciente enfermo terminal para llevárselo a morir en su domicilio, y que tenga una muerte digna".
Al participar en la mesa Aspectos médicos de la eutanasia, añadió que, sobre todo, en las poblaciones más desprotegidas, "cuyos derechos políticos, sociales y económicos no cumplen con la más mínima expectativa de bien vivir, debe procurarse al menos que tengan un bien morir".
Sin embargo, Hugo Fernández de Castro, profesor de la Facultad de Medicina y de la Escuela Nacional Preparatoria, sostuvo que es "una gran equivocación, por no decir embuste, señalar que eutanasia equivale a una buena muerte", y consideró "inadecuada" la idea de que matar a alguien que aún puede vivir, pese a que su estado de salud es precario, "sea humano y benigno. Hay mucho que hacer por un enfermo terminal, como asearlo, platicarle, acercarlo a un notario o a un ministro de la religión que profese".
En México, la eutanasia es ilegal y está considerada como homicidio, precisó Horacio García Romero, asesor de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Sin embargo, reconoció que en el país cada vez se extiende más la noción de que el ser humano no debe sufrir sin motivo. "De allí la idea de que si el médico o la enfermera pueden coadyuvar a evitar ese dolor en un paciente terminal, sea cada vez más aceptada por la sociedad".
Arnoldo Krauss Weisman, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de Nutrición Salvador Zubirán, recordó que la eutanasia es un tema sobre el cual la sociedad mexicana debe definirse, por lo que médicos y pacientes deben comprender que tanto la vida como la ciencia tienen sus límites, "y se debe contextualizar a cada paciente y enfermo en su realidad sobre la posible práctica de la eutanasia".