MIERCOLES Ť 25 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Un caza la confundió con una aeronave de narcos
Acuerdan Lima y Washington indagar derribo de una avioneta
Ť Se suspenderán temporalmente labores de intercepción
AFP, AP, REUTERS Y DPA
Lima, 24 de abril. Perú y Estados Unidos acordaron realizar una investigación conjunta sobre el derribo de una avioneta que transportaba a misioneros estadunidenses y suspender, en forma temporal, las operaciones de intercepción aérea que son parte de la lucha contra el narcotráfico, informó hoy la fuerza aérea peruana.
El incidente ocurrió el viernes pasado en la región amazónica del noroeste del país, cuando un caza peruano disparó contra la nave de los misioneros al confundirla con un avión de traficantes de drogas. La misionera Roni Bowers, de 35 años, y su hija Charity, de siete meses, murieron a consecuencia de los disparos peruanos. Su esposo y su hijo, de seis años, sobrevivieron, al igual que el piloto Kevin Donaldson.
Los restos de la mujer y la bebé llegaron este martes a Estados Unidos y el funeral se realizará el viernes, informó la Asociación de Bautistas para el Evangelismo Mundial, que patrocinaba el trabajo de los misioneros.
La fuerza aérea de Perú informó en un comunicado que la investigación sobre el incidente se realizará conjuntamente por expertos de ambas partes para "determinar las causas que originaron" el derribo de la avioneta. El documento agrega que Washington y Lima decidieron suspender las operaciones de intercepción hasta que terminen las investigaciones.
Un funcionario del Departamento de Estado indicó que los vuelos de intercepción podrían reanudarse en las próximas semanas, ya que Washington quiere mantener la pausa lo más breve posible para que los narcotraficantes no aprovechen la situación.
En Nueva York, el canciller peruano, Javier Pérez de Cuéllar, pidió no sacar conclusiones antes de que finalicen las
pesquisas y lamentó que medios de comunicación estadunidenses estén adelantando las conclusiones en el sentido de que la responsabilidad es de Perú.
Pérez de Cuéllar señaló que "lo serio es esperar que se acaben las investigaciones para saber cuál fue el error, dónde estuvo el error y quienes son los responsables. Por el momento sería precipitado decir que la fuerza aérea es responsable o que el piloto del avión (derribado) es el responsable".
El canciller indicó que se enteró del derribo de la avioneta el viernes cuando asistía a la cumbre del Area de Libre Comercio de las Américas en Quebec, y en ese momento se acercó al presidente estadunidense, George W. Bush, y el secretario de Estado, Colin Powell, para decirles que Perú lamentaba el incidente y ambos reaccionaron en forma tranquila.
Lima sostiene que su nave de combate cumplió con todos los protocolos internacionales antes de derribar la avioneta, y que el piloto "hizo caso omiso" a los procedimientos de identificación, por lo que el caza peruano "procedió, como último recurso, a disparar para obligarla a aterrizar".
Sin embargo, Washington sostiene que otra nave, contratada por la CIA, trató de impedir que la nave peruana disparara contra el avión de los misioneros.
El diario peruano El Comercio informó que el piloto de la avioneta estadunidense no entendió la solicitud de aterrizaje y pensó que sólo se trataba de una advertencia por volar a demasiada altura.
En un editorial, The New York Times señaló que el gobierno estadunidense debe suspender los programas de cooperación contra el narcotráfico con Perú hasta que "sea seguro que los pilotos peruanos no disparan primero y preguntan después".
Según documentos dados a conocer el lunes, Estados Unidos intentó durante diez años de convencer a Perú y Colombia de no derribar aviones civiles sospechosos de transportar droga por la posibilidad de que murieran inocentes, pero no obtuvo resultados.