Ť Desea crear un ejército, disuelto en 1945; temor de vecinos asiáticos
Revisará el próximo primer ministro japonés la Constitución pacifista de su país
AFP, AP, DPA Y REUTERS
Tokio, 24 de abril. El próximo primer ministro japonés, el popular ti-tular de Salud Junichiro Koizumi, del Partido Liberal Demócrata, manifestó hoy su intención de re-visar la Constitución pacifista de Japón, creada tras la Segunda Guerra Mundial cuando el país estaba ocupado por Estados Unidos.
"No es natural que las fuerzas de autodefensa no sean
un ejército. Cada país tiene su propio ejército, que
es necesario para prevenir una agresión. Deberíamos dotarnos
de una Constitución según la cual es-to no sea anticonstitucional",
dijo.
Koizumi fue elegido nuevo presidente del partido, lo
que lo convierte en el sucesor automático del saliente primer ministro
Yoshiro Mori, quien dimitió tras una serie de escándalos
y errores políticos.
Koizumi fue designado presidente de su partido --que ganó las elecciones a la Cámara alta japonesa, hace tres meses-- con 298 votos de un total de 487, contra 155 votos del ex primer ministro Ryutaro Hashimoto, considerado por mucho tiempo el favorito para suceder a Mori, y 31 del ministro de Economía, Taro Aso.
El ex ministro de Salud se ha presentado ante el pueblo japonés como abanderado de un profundo cambio político y promueve enérgicas reformas estructurales.
Koizumi dijo que su gobierno mantendrá buenas relaciones con Estados Unidos, y que en general la política exterior de Japón no variará, pero que las fuerzas japonesas deben perder el carácter constitucional de "pacifistas".
Se refería al artículo 9 constitucional en el que se establece que Japón renuncia a ser potencia militar para promover "la paz internacional, fundada en la justicia y el orden", y que "las fuerzas terrestres, marítimas y aéreas no serán jamás mantenidas".
Este artículo no se cumple en la práctica pues Japón destina alrededor de uno por ciento de su producto nacional bruto a la defensa, lo que le permite mantener un po-der militar considerable.
Varios gobiernos japoneses cuestionaron antes si debe mantenerse dicha promesa, pero países asiáticos invadidos por el ejército imperial japonés antes y durante la Se-gunda Guerra Mundial insisten en que la estabilidad de la región de-pende de que Japón no tenga fuerzas militares convencionales.
Koizumi aseguró que su triunfo en las elecciones de su partido son una "revolución pacífica", aunque observadores manifestaron preocupación por el hecho de que su primer pronunciamiento tras el triunfo haya sido precisamente en torno a las fuerzas militares.
Japón, que ha tenido ocho primeros ministros en los últimos 10 años, sufre la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial; el desempleo está en una cifra récord y cientos de empresas han quebrado, justo cuando sondeos de opinión revelan que la sociedad ja-ponesa no está dispuesta a que el gobierno le exija "sacrificios".