MIERCOLES Ť 25 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Régimen fiscal y uso racional, entre los puntos

Requiere México una política energética integral: analistas

MIRIAM POSADA GARCIA'

El desarrollo del sector energético mexicano debe darse en el marco de una política integral que tenga como prioridad las necesidades e intereses nacionales, señalaron especialistas en el ramo, quienes establecieron como puntos principales a tratar el régimen fiscal, el uso racional de los hidrocarburos y las reglas claras para la participación de la iniciativa privada.

En este sentido, Víctor Rodríguez Padilla, del Posgrado de Ingeniería de la UNAM, enfatizó que el criterio rector que ha orientado a la política energética en los últimos tres sexenios no está sustentado en una visión de mediano y largo plazos que fortalezca al sector energético y su participación en el desarrollo nacional, sino por el apremio de aliviar presiones sobre las finanzas públicas que las autoridades consideran sobrecargadas y fuente de disturbios macroeconómicos.

Aunado a este panorama está la avanzada integración energética entre México y Estados Unidos, que implica la colocación de la mayor parte de las exportaciones de crudo mexicano en aquel país y la liberalización inecesaria de los mercados de electricidad, gas LP, gas natural y petroquímicos lo que llevará a mayores ingresos fiscales, según las estimaciones oficiales.

Por separado, el investigador del Colegio de México (Colmex), Miguel García Reyes, advirtió que dado el rumbo que ha tomado la integración energética en América del Norte, lo prioritario en el caso específico de México, es que fije reglas claras sobre su participación porque de lo contrario correría el riesgo de convertirse sólo en abastecedor de materias primas, mientras que Estados Unidos sería el beneficiario de su transformación y venta de productos de mayor valor agregado.

García Reyes reconoció que el proceso de integración podría evitarse, pero con consecuencias más lamentables que las que este proceso implica, por lo que consideró que a México le queda tomar las previsiones necesarias para participar de una manera equilibrada.

"En este momento estamos en condiciones completamente asimétricas porque el sector energético mexicano se va a integrar a una estructura de alto nivel en algunos campos en el que México es deficitario como el área de refinación, toda vez que en Estados Unidos hay más de 173 refinerías y aquí escasamente seis".

La parte más "dolorosa" de este proceso consiste en que la participación del sector privado será indispensable porque para estar a la par con Canadá y Estados Unidos deberán invertirse cantidades millonarias que no tiene el Estado mexicano.

En este sentido García Reyes propuso amortiguar la inminente participación de la iniciativa privada con el fortalecimiento de algunas áreas del sector energético, que el gobierno federal dé prioridad a los inversionistas nacionales, permitiendo posteriormente la participación de capitales extranjeros y en ambos casos establecer candados y reglas claras.